Las Hurdes, tierra de fuertes contrastes
Índice de temas
- Día 1. Las Mestas, alojamiento y punto de partida.
- Día 2.- Riomalo De Abajo, meandro del Alagón
- Día 3.- Ovejuela, Volcán del Gasco, pueblos de la ribera del Río Hurdano
- Día 3.- Ovejuela, Volcán del Gasco, pueblos de la ribera del Río Hurdano (más información)
- Día 4.- Las Batuecas, Sierra de Francia, ascensión al Hastiala
- Día 4.- Las Batuecas, Sierra de Francia, ascensión al Hastiala (más información)
- Día 5.- Las Mestas, Riomalo De Arriba. Excursión en bici
- Día 5.- Las Mestas, Riomalo De Arriba. Excursión en bici (más información)
- Comentarios
Día 1. Las Mestas, alojamiento y punto de partida.
Comenzaremos intentando dar una vista rápida que inspire la magia que este sitio destila, de leyenda. En el pasado, Las Hurdes eran un mundo de escaso contacto con la península, hablamos por tanto de un sitio intacto y lleno de leyendas, por supuesto hoy, gracias a las comunicaciones e infraestructuras son poblaciones actualizadas. El recuerdo de ese pasado pervive aún, en el paisaje y en la memoria de muchos. Si os acercáis a esta comarca, haced amistad con alguien de toda la vida de alguna de las alquerías más recónditas y preguntadle, quizá os llevéis una sorpresa con lo que pueda contaros.
Los primeros conocimientos que se tienen de la zona, nos llegan de personajes famosos que se adentraron en estas tierras casi por accidente, tierras que se pensaban ocupadas de demonios y demás fantasías. Valga como ejemplo el recuerdo transmitido por los Duques de Alba cuando en una cacería se atrevieron a atravesar estas montañas que rodean a Las Hurdes, tomado aquel sitio como maldito y peligroso. Quedaron fascinados con las gentes y formas de vivir que allí encontraron, y así lo plasmaron en los manuscritos.
-A muchos os sonará el documental 'Tierra sin pan' de Buñuel.-
-Como libro destacamos el muy recomendable 'El Mundo Perdido' de Iker Jiménez, gran conocedor y apasionado de esta comarca-
Es llamada tierra sin pan por ser campos de montaña rebosantes de pizarra, donde el agua se escurre y no hay casi tierra donde se pudiera sembrar trigo para hacer pan.
Las Mestas y el Ciripolen
Comenzaremos nuestro reportaje en la población donde nos hospedamos: Las Mestas. Es una bonita zona donde están ubicadas las cabañas, y decimos que en pleno campo porque están muy dispersas y en una ladera, de la parte superior del pueblo. El equipamiento y comodidad de las cabañas es buena. Las Mestas pertenecen al término municipal de Ladrillar y son el primer pueblo que encontraremos en la carretera que sube por el valle más al norte de la comarca hurdana, lindando con la sierra de Las Batuecas, en la provincia de Salamanca.
No debes irte de Las Hurdes sin probar el Ciripolen. Si estás en Las Mestas tendrás a un paso la oportunidad. Se trata de una bebida energética natural elaborada por el Tío Cirilo, un afable trabajador de productos apícolas que fue famoso a principios de los noventa por sus productos naturales, dado la fuerte campaña publicitaria a la que se sometieron sus productos. Un gran cartel te advertirá en la calle principal de cómo llegar a su tienda-bar. Allí podrán servirte una copita de Ciripolen. Cuando nosotros estuvimos no se vendía, solo se podía consumir in situ. Está delicioso y es un eficaz reconstituyente energético, a base de productos de las abejas como el polen, la jalea y aromas naturales. La apicultura representa una de las actividades más importantes de esta zona. Cuidado si vas por la carretera y hay alguien cerca manipulando colmenas, nosotros tuvimos un pequeño percance en una de estas situaciones (en el quinto día de este reportajes encontrarás la explicación).
Información sobre El Ciripolen y los productos del Tío Cirilo
Cabañas de Mestas
Tel. 927 43 40 25
www.lasmestas.com
contacto@lasmestas.com
Día 2.- Riomalo De Abajo, meandro del Alagón
Para desplazarnos al cercano pueblo de Riomalo De Abajo tomaremos la carretera que va a Vegas de Coria desde Las Mestas y, en el cruce, seguiremos la indicación a Riomalo (en vez de a Vegas de Coria). Una vez que hemos llegado podemos dar un rápido vistazo al pueblo. En la parte central, cerca de la carretera veremos su iglesia y descubriremos, en su parte superior, restos de casas de antaño típicas de pizarra. A pie de carretera encontraremos un par de bares restaurante.
Desde el pueblo podemos realizar dos rutas muy recomendables, o las dos en una si queremos ser exigentes con nuestras piernas.
Meandro del Alagón
Una visita al meandro del rio Alagón. En la salida del pueblo, si tomamos como referencia por donde hemos llegado, veremos que parte a la derecha una pista a pie de carretera. Solo tendremos que seguir el camino, el cual comenzará en subida y deberemos ir por la rama izquierda en la primera bifurcación, y la siguiente bifurcación igual (el otro ramal llega al río en esta parte) y así continuar con el paseo acompañando al rio mientras ganamos altura y llegamos al mirador del meandro. Aquí podremos contemplar un efecto óptico curioso: la parte derecha parece más alta y por tanto que el rio discurre en sentido contrario del que en realidad lo hace.
Ruta de los Hurdanos
Desde el mismo pueblo tenemos otra interesante y más exigente opción: Realizar la ruta de 'Los Hurdanos', esta ruta podremos hacerla circular comenzando en uno de los puentes del pueblo y terminando en el otro, tras dar la vuelta en 'Portillejo', incluso algunos libros incluyen la visita al meandro del Alagón, añadiendo más kilómetros al trazado. Encontraremos información en la típica tablilla de ruta al comienzo. Por el primer puente (de piedra), según hemos llegado al pueblo se puede ir hacia 'Rebollosa' por el camino que discurre paralelo al rio. Este sendero tradicionalmente fue el más utilizado durante siglos para comunicar Las Hurdes con la sierra salmantina. Luego continuaremos por el margen de la carretera que va hacia dirección a 'Herguijuela de la Sierra'. A la altura del mirador del Parral dejaremos la pista por un sendero, donde pasaremos por La Angostura y lugares de increíble belleza, continuaremos subiendo hasta 'Portillejo' donde será nuestro punto de retorno. La bajada puede hacerse hacia la fuente Mundo por la pista. Llegado a un punto deberemos dejarla, justo por un sendero antes de llegar a un cartel de prohibido el paso por ser zona sensible. Poco después llegaremos a la Fuente del Águila. Un kilómetro después aparecerá una pista forestal y otros 400 metros después una bifurcación, donde deberemos seguir a la derecha. Tras un kilómetro habremos llegado a Rio Malo.
Importante: Como en la mayoría de las rutas descritas en nuestros reportajes, no haremos una descripción pormenorizada, para más detalle de esta misma ruta senderista te recomendamos el libro: Parque Natural Batuecas Sierra de Francia - Amarú Ediciones.-
Día 3.- Ovejuela, Volcán del Gasco, pueblos de la ribera del Río Hurdano
Una de las características de esta comarca que más nos llamó la atención al menos en la época en la que viajamos fue la presencia de abundante agua. De cualquier pared de roca podías ver una surgencia que chorreaba atravesando campos, carreteras y caminos. Existen algunas caídas de agua muy espectaculares tanto por su altura como por su caudal. Una de las más recomendables es el llamado Chorrituelo de Ovejuela.
Chorrituelo de Ovejuela
Para verlo debéis dirigiros a Ovejuela, una típica alquería hurdana perteneciente al municipio de Pinofranqueado. Al llegar a la plaza de la aldea, donde podemos dejar el coche, tenemos que subir por la calle que sube al fondo a la izquierda, pasar junto al Bar Esther y torcer a la izquierda en un rellano donde hay una fuente. Vemos una bonita iglesia construida con rocas de pizarra y ya podemos dejarnos embaucar por el ambiente de las pequeñas alquerías hurdanas, con sus calles estrechas delineadas por casas oscuras de pizarra a ambos lados. Al llegar a la segunda fuente cogemos por la calle del fondo a la izquierda y salimos de la aldea hacia el camposanto a la vez que vamos bajando al cauce del río. Cruzamos el río por un puente donde existe una magnífica zona de baño en verano y cogemos una senda que nos llevará hasta el Chorrituelo y que está señalizada con un gran número de pintadas en rocas a lo largo de todo el camino. Caminando por el margen derecho del río y observando los bancales de olivos y algunas manchas de pinos y matorral, nos encontramos con un grupo que se ha dado la vuelta al llegar al arroyo de la Zarzuela, que hay que cruzar y que lleva mucha agua. Como es un grupo de escolares, los profesores habían decidido no cruzar el arroyo por la gran cantidad de agua que llevaba, pero aún así decidimos acercarnos para valorar nuestras posibilidades. Al llegar, nos dimos cuenta de que el paso natural del arroyo por unas piedras colocadas era un tanto inútil, ya que el cauce las superaba con creces. Decidimos continuar, descalzándonos y remangando los pantalones probando así la frialdad del agua.
El Volcán de El Gasco y el Chorro de la Miacera
En El Gasco, además de visitar el Centro de Interpretación de la Casa Hurdana, podemos ver el Volcán de El Gasco, declarado monumento natural desde 2003, una gran montaña que se alza imponente frente al pueblo. Para subir existe un sendero de piedra que está muy definido al principio pero se diluye entre la vegetación y se encajona haciendo dudosa la ascensión. Después de entablar conversación con una mujer del pueblo que nos confirmó que allí la gente hablaba de que habían pasado sucesos extraños y que ella por si acaso no salía de noche, comenzamos a subir el volcán por el sendero indicado, pero desistimos al ver complicaciones y teniendo en cuenta que no teníamos mucho tiempo. Por ello decidimos realizar otra hermosa ruta más señalizada y que rodea la gran mole volcánica por su parte izquierda hasta llegar al denominado Chorro de la Miacera, una cascada impresionante de 110 metros de caída y que es la estrella de esta localidad para los turistas que se acercan.
Te ampliamos información sobre estas dos rutas en VERSIÓN EXTENDIDA
El Chorrituelo de Ovejuela
Nos habíamos quedado con los pies en el agua. No fue la última vez que tuvimos que probar el agua, ya que los cauces de los arroyos venían muy crecidos y en algunas partes incluso habían invadido la senda. Las paredes de pizarra se encajaban cada vez más hasta que en una de las curvas del cauce vislumbramos una hermosa caída de agua de aproximadamente 25 metros de altura que cae en una poza decorada con algunos sauces y alisos. Es en esta zona más escondida donde podemos observar la vegetación autóctona de la que antiguamente estaba compuesta esta comarca: encinas, alcornoques, madroños, jaras, brezos.
Existe una senda que sube a la cabecera de la cascada pero desistimos por la gran cantidad de agua que llevaba. Esta senda parte a unos 10 metros antes de la poza en la orilla derecha. El camino de vuelta lo hacemos sobre nuestros pasos.
Al regresar a Ovejuela visitamos el Centro de Interpretación de la Miel, donde se explica al visitante desde el cuidado de las colmenas hasta el producto final.
Después de reponer fuerzas en un restaurante a los pies del río en Pinofranqueado comenzamos a recorrer la carretera que, paralela al río Hurdano, nos lleva al Gasco, alquería del municipio de Nuñomoral y que conserva la arquitectura de antaño totalmente intacta. Antes de llegar al Gasco pasaremos por varias poblaciones que no desmerecen la visita, como Rubiaco, La Horcajada, Nuñomoral, Martilandrán y La Fragosa. Se trata de uno de los valles más profundos de Europa y donde han ocurrido, según testigos de la zona, sucesos extraños de lo más variado.
Chorro de la Miacera
Esta ruta comienza en un sendero señalizado paralelo al cauce del río. Al principio del sendero observamos los huertos, tierra trabajada por los hurdanos a lo largo de muchas generaciones y que simbolizan el esfuerzo del hombre por sobrevivir en una tierra yerma. El sendero se hace cada vez más duro pero la recompensa merece la pena al observar esa increíble cascada de agua que en aquella época caía con generosidad. Para regresar tenemos la opción de hacerlo por el mismo camino de ida o buscar un sendero que comienza a la derecha del arroyo a pocos metros de la base de la cascada y que sube al Pico del Castillo, desde cuya cima podemos ver el Volcán de El Gasco. Descendemos por el otro lado de la sierra buscando el Valle por el que discurre el arroyo Arrocastillo.
Centro de Interpretación de la Casa Hurdana
El Gasco. Nuñomoral
Teléfono: 927 43 41 36 / 23
Centro de Interpretación de la Miel
Ovejuela. Pinofranqueado
Teléfono: 927434136/23
Día 3.- Ovejuela, Volcán del Gasco, pueblos de la ribera del Río Hurdano (más información)
El Chorrituelo de Ovejuela
Nos habíamos quedado con los pies en el agua. No fue la última vez que tuvimos que probar el agua, ya que los cauces de los arroyos venían muy crecidos y en algunas partes incluso habían invadido la senda. Las paredes de pizarra se encajaban cada vez más hasta que en una de las curvas del cauce vislumbramos una hermosa caída de agua de aproximadamente 25 metros de altura que cae en una poza decorada con algunos sauces y alisos. Es en esta zona más escondida donde podemos observar la vegetación autóctona de la que antiguamente estaba compuesta esta comarca: encinas, alcornoques, madroños, jaras, brezos.
Existe una senda que sube a la cabecera de la cascada pero desistimos por la gran cantidad de agua que llevaba. Esta senda parte a unos 10 metros antes de la poza en la orilla derecha. El camino de vuelta lo hacemos sobre nuestros pasos.
Al regresar a Ovejuela visitamos el Centro de Interpretación de la Miel, donde se explica al visitante desde el cuidado de las colmenas hasta el producto final.
Después de reponer fuerzas en un restaurante a los pies del río en Pinofranqueado comenzamos a recorrer la carretera que, paralela al río Hurdano, nos lleva al Gasco, alquería del municipio de Nuñomoral y que conserva la arquitectura de antaño totalmente intacta. Antes de llegar al Gasco pasaremos por varias poblaciones que no desmerecen la visita, como Rubiaco, La Horcajada, Nuñomoral, Martilandrán y La Fragosa. Se trata de uno de los valles más profundos de Europa y donde han ocurrido, según testigos de la zona, sucesos extraños de lo más variado.
Chorro de la Miacera
Esta ruta comienza en un sendero señalizado paralelo al cauce del río. Al principio del sendero observamos los huertos, tierra trabajada por los hurdanos a lo largo de muchas generaciones y que simbolizan el esfuerzo del hombre por sobrevivir en una tierra yerma. El sendero se hace cada vez más duro pero la recompensa merece la pena al observar esa increíble cascada de agua que en aquella época caía con generosidad. Para regresar tenemos la opción de hacerlo por el mismo camino de ida o buscar un sendero que comienza a la derecha del arroyo a pocos metros de la base de la cascada y que sube al Pico del Castillo, desde cuya cima podemos ver el Volcán de El Gasco. Descendemos por el otro lado de la sierra buscando el Valle por el que discurre el arroyo Arrocastillo.
Centro de Interpretación de la Casa Hurdana
El Gasco. Nuñomoral
Teléfono: 927 43 41 36 / 23
Centro de Interpretación de la Miel
Ovejuela. Pinofranqueado
Teléfono: 927434136/23
Día 4.- Las Batuecas, Sierra de Francia, ascensión al Hastiala
Nos disponemos a cruzar la frontera entre Cáceres y Salamanca por el Parque Natural de las Batuecas, un territorio montañoso repleto de bosques y de escondidos valles surcado de numerosas corrientes de agua que bañan la tierra con la presencia de pinturas rupestres esquemáticas. Es una zona a descubrir de la cual nos quedamos enamorados solo de ver su silueta y que sin duda pasará a los futuros viajes. La sinuosa carretera que atraviesa el límite entre Cáceres y Salamanca es ya de por sí una maravilla visual. Desde Las Mestas tomamos la carretera que se dirige a La Alberca, población que hay que pasar y continuar por la misma carretera hasta ver la desviación a la Peña de Francia. Ésta es una montaña de 1.723 m. de altura y que se encuentra accesible por carretera hasta la misma cumbre. Conocida por su Virgen negra y su grandísimo santuario, es prácticamente inaccesible en invierno por la nieve. Tiene gran afluencia de turistas durante los meses de verano, muchos de ellos peregrinos cristianos. Además del santuario, dispone de una hospedería, un convento de frailes y una antena repetidor de telecomunicaciones.
Pero nosotros continuamos la carretera hacia Monsagro población desde la cual pretendemos ascender al punto más alto de la Sierra de Francia, el Hastiala con 1.735 m.
Ese día vivimos una gran aventura y hubo momentos de tensión. Te lo contamos en VERSIÓN EXTENDIDA.
Desde Monsagro la ruta comienza en la fuente de La Canal por un sendero rodeado de huertos que comienza a ascender suavemente hasta llegar a un depósito de agua, a partir del cual crece abundante matorral que complica el hasta entonces marcado sendero. Ganamos altura en varios zigzags rodeados hasta más arriba de la cintura de un denso matorral, que no nos impide ver una losa con marcas de trilobites, que poblaban esta zona en otra época cuando el mar dominaba esta sierra.
Nuestro primer hito es la cima del Copero (1.561 m.) donde existe una caseta forestal cubierta de placas fotovoltaicas y desde donde podemos observar una amplia panorámica, incluyendo la Peña de Francia. No obstante, nosotros decidimos saltarnos esta cumbre para continuar directos hacia el Hastiala ya que aunque el día estaba despejado al comienzo de nuestra ruta, unas oscuras nubes comienzan a hacer acto de presencia y queremos cubrir nuestro objetivo. A partir de este punto desaparece el sendero y tenemos como punto de referencia tres pequeños alcores por los que hay que pasar y el Pico del Ventana que hay que rodear. El terreno pedregoso y la falta de camino complica nuestros pasos y la niebla comienza a aparecer cuando ya estamos a punto de tocar la cumbre del Hastiala, que bordeamos por el este y subimos por su cara sur. En la cima hay una cruz y un vértice geodésico. Es una pena que las nubes no nos dejan ver gran cosa, y no demoramos la marcha de vuelta por el mismo camino, ya que la niebla se está haciendo más densa y al no existir camino, podemos perder la orientación. Esta niebla nos hizo dudar en algunos momentos y la bajada se hizo durísima cuando la lluvia, contra todos los pronósticos de ese día, apareció sin abandonarnos ya en toda la bajada. Pero todo montañero sabe que en las cumbres el tiempo puede cambiar de forma brusca complicando una ruta. A pesar de las dudas por la niebla, el viento dejó ver en algunos momentos la cima del Copero que nos sirvió de referencia para volver al sendero. Una vez allí, ya era más difícil perderse pero tenemos que decir que llegamos calados hasta los huesos, no solo por la lluvia que caía del cielo sino también por los matorrales calaban nuestra ropa a cada paso. La vuelta se hizo penosa y cuando llegamos al pueblo tuvimos que pedir unas toallas a una vecina del pueblo, y secarnos lo que pudimos para volver a Las Mestas. Una aventura que no olvidaremos en mucho tiempo.
Para más información sobre esta ruta de senderismo nos dejamos guiar y recomendamos el libro Parque Natural Batuecas y Sierra de Francia. Rutas y travesías senderistas, de Dionisio Guadilla, publicado por Amarú Ediciones.
Día 4.- Las Batuecas, Sierra de Francia, ascensión al Hastiala (más información)
Desde Monsagro la ruta comienza en la fuente de La Canal por un sendero rodeado de huertos que comienza a ascender suavemente hasta llegar a un depósito de agua, a partir del cual crece abundante matorral que complica el hasta entonces marcado sendero. Ganamos altura en varios zigzags rodeados hasta más arriba de la cintura de un denso matorral, que no nos impide ver una losa con marcas de trilobites, que poblaban esta zona en otra época cuando el mar dominaba esta sierra.
Nuestro primer hito es la cima del Copero (1.561 m.) donde existe una caseta forestal cubierta de placas fotovoltaicas y desde donde podemos observar una amplia panorámica, incluyendo la Peña de Francia. No obstante, nosotros decidimos saltarnos esta cumbre para continuar directos hacia el Hastiala ya que aunque el día estaba despejado al comienzo de nuestra ruta, unas oscuras nubes comienzan a hacer acto de presencia y queremos cubrir nuestro objetivo. A partir de este punto desaparece el sendero y tenemos como punto de referencia tres pequeños alcores por los que hay que pasar y el Pico del Ventana que hay que rodear. El terreno pedregoso y la falta de camino complica nuestros pasos y la niebla comienza a aparecer cuando ya estamos a punto de tocar la cumbre del Hastiala, que bordeamos por el este y subimos por su cara sur. En la cima hay una cruz y un vértice geodésico. Es una pena que las nubes no nos dejan ver gran cosa, y no demoramos la marcha de vuelta por el mismo camino, ya que la niebla se está haciendo más densa y al no existir camino, podemos perder la orientación. Esta niebla nos hizo dudar en algunos momentos y la bajada se hizo durísima cuando la lluvia, contra todos los pronósticos de ese día, apareció sin abandonarnos ya en toda la bajada. Pero todo montañero sabe que en las cumbres el tiempo puede cambiar de forma brusca complicando una ruta. A pesar de las dudas por la niebla, el viento dejó ver en algunos momentos la cima del Copero que nos sirvió de referencia para volver al sendero. Una vez allí, ya era más difícil perderse pero tenemos que decir que llegamos calados hasta los huesos, no solo por la lluvia que caía del cielo sino también por los matorrales calaban nuestra ropa a cada paso. La vuelta se hizo penosa y cuando llegamos al pueblo tuvimos que pedir unas toallas a una vecina del pueblo, y secarnos lo que pudimos para volver a Las Mestas. Una aventura que no olvidaremos en mucho tiempo.
Para más información sobre esta ruta de senderismo nos dejamos guiar y recomendamos el libro Parque Natural Batuecas y Sierra de Francia. Rutas y travesías senderistas, de Dionisio Guadilla, publicado por Amarú Ediciones.
Día 5.- Las Mestas, Riomalo De Arriba. Excursión en bici
El cuarto día os proponemos usarlo para explorar en MTB la parte norte de Las Hurdes, tal y como os vamos a contar que hicimos nosotros. Estamos hablando del valle más al norte, que se adentra hacia su interior por carretera partiendo desde la principal (EX-367). Es decir, podemos salir desde Las Mestas, donde se encuentra este cruce de caminos. A modo de resumen diremos que cuatro son las ramificaciones que parten de la EX-367 hacia el interior de los profundos valles hurdanos para comunicar la zona, valles que son cuenca de ríos que en estas sierras nacen. Comenzando por el sur la carretera que parte a Ovejuela, a la altura de Pinofranqueado, la que va hacia Robledo, La rama de Vegas de Coria desde donde podremos ir a Nuñomoral, y a varias direcciones desde allí, y por último, a la que hacemos referencia en este día.
Os adelantamos que no es una ruta muy dura, al menos el tramo de carretera hasta Riomalo, aunque es constante subida. Harina de otro costal será el tramo que encontraremos desde Riomalo por la 'carretera' hacia la pista que nos retorne en bajada por la línea montañosa que iremos viendo a nuestra izquierda conforme vamos subiendo hacia Riomalo. Te contamos toda la ruta con aventura incluída en VERSIÓN EXTENDIDA
Las casas tortuga
En las alquerías que han quedado más intactas podrás descubrir una arquitectura sin igual, a base de lascas de pizarra paredes y techos, y desde lejos un aspecto inconfundible, de caparazón armado. Un pueblo formado por estas casas pasaría fácilmente por un grupo de tortugas que lentamente se desplazan hacia adentro del valle.
Es digno de valoración las numerosas pistas y opciones de atravesar la sierra que hay para MTB pero por lo que pueda pasar mejor llevar GPS si es posible ir con tiempo y no desesperar porque como nos dijo un amigo local "Tarde o temprano acabarás saliendo a un pueblo o carretera desde cualquier pista por la que vayas"
REFLEXIÓN: No creemos que la dureza de este terreno, y la falta de cultura fueron la semilla de las leyendas y seres que desde hace mucho tiempo dicen ser vistos. No creemos que esa dureza hiciera peculiar a esta comarca y hacer ver más que en otros sitios a sus antiguos habitantes. Aunque casi incomunicados con el exterior, suponemos no será ésta condición suficiente, algo tiene que haber... ¿pura cuestión energética de la zona? Probad a caminar y seguro percibiréis lo especial de lugar.
Deberemos tener la previsión de salir temprano si estamos en época estival para evitar en la medida de lo posible los rigores del sol. Nada más situarnos en el cruce de Las Mestas en el que parte la carretera a tomar podremos ver amplia información en tablones informativos. Un poco más adelante podremos disfrutar de un paisaje frondoso, es el bonito paraje que aquí forma el río, el cual discurrirá paralelo a nuestra izquierda. También está el puente de piedra, y nuestra derecha los restos de una pequeña cantera de pizarra, usada antaño en las construcciones típicas de esta comarca. La verdad es que nos sorprendió la cantidad de agua que había en toda la zona, manaba por todas partes, y eso que la primera mitad del año 2008 fue muy seco en casi toda la península.
Nos enfrentaremos a una continua subida, hasta nuestro principal destino, Riomalo de Arriba, efectivamente, de ahí viene su nombre. La primera población que nos encontraremos será Cabezo, a mitad de camino entre Las Mestas y Ladrillar. (Todas las poblaciones de esta ruta pertenecen al municipio de Ladrillar) En cabezo hicimos una pausa para conversar con gente joven del pueblo que se encontraban faenando en el margen del río, contenedor de tierra fértil, y allí estaban fumigando y demás con algunos frutales. Nos contaron cómo trabajaban, y nos alegramos de ver gente orgullosa de trabajar sencillamente la tierra, respirando aire puro y sin deseos del ajetreo de la gran ciudad, en nuestro caso es una mirada desde la lejanía, porque nosotros si somos dependientes de esta jungla de asfalto.
La siguiente población que nos encontraremos será Ladrillar, aunque un poco más grande que Cabezo, seguimos hablando de pequeñas dimensiones. Todo el camino vamos adentrándonos en el valle, con la compañía del río Ladrillar a nuestra izquierda. En la rama montañosa de enfrente de vez en cuando veremos algunos tramos del carril de bajada que nosotros usaremos para retornar. También numerosos manantiales que van a depositar sus aguas sobre el río. Al poco de dejar Ladrillar, la carretera cambiará de dirección, ahora al sur-oeste, y subiremos un pequeño puerto de montaña con algo más de dificultad dada la mayor pendiente que aquí encontraremos. Al fin de este pequeño puerto tuvimos el desagradable incidente de estrellarnos contra un enjambre de abejas, bastante furiosas porque estaban manipulando, indebidamente a pie de carretera, las colmenas. Tuvimos suerte de ir en bicicleta porque aunque tuvimos que pararnos a luchar con algunas que se habían enredado en nuestra ropa y pelo, pero felizmente no tuvimos ni una sola picadura. En cambio, peor suerte corrieron una pareja del pueblo, de Riomalo, que no les dio tiempo de cerrar las ventanillas del coche antes de que se metieran algunas dentro, con nefastas consecuencias para ellos. En cierto modo una explicación a esta 'relajación' de medidas puede estar en las pocas visitas que recibe la zona, y que donde terminaba la carretera pocos kilómetros después es un pueblo de sólo ocho habitantes. Aun así, siempre hay que tomar las precauciones necesarias por lo que pueda pasar.
Riomalo de Arriba
Una vez en Riomalo, os recomendamos disfrutar de un paseo por sus solitarias calles, tal y como eran hace años, y así podremos imaginar lo duro que sería vivir donde nos encontramos ahora, tan alejados de grandes núcleos urbanos, y con las dificultades para el cultivo que había. Diríamos que este es uno de los que mejor se han conservado, hay otras poblaciones también recomendables de visitar, como son Horcajada, La Fragosa o el Gasco.
En una de las calles, cerca del puente por el que saldremos hay un par de casas temáticas, reconstruidas y decoradas con información para enseñar al visitante las labores y utensilios de antaño en esta zona.
Nosotros en nuestro paso nos encontramos una excursión de un colegio de Salamanca, en la fuente que hay en la salida según llegamos por la carretera, y aprovechamos para compartir información y un rato de charla con el profesor. Rato después nos despedimos por la pista-carretera que va hacia Casares de Las Hurdes, pero por el ramal de la izquierda según hemos llegado a la fuente, y no continuando la carretera.
Ahora la subida es digna del más exigente, y nos introduce en el bosque de pino de repoblación que hemos visto desde la carretera. Tendremos que hacer algunos kilómetros de dura subida para encontrarnos en la parte que corona esa sierra con un carril a nuestra izquierda para comenzar la bajada (suave) por la parte superior de este ramal de la sierra, ahora con nuestra vista en el imponente macizo de pizarra, por su ladera habíamos subido pasando por todos los pueblos descritos. Desde el carril veremos que parten numerosas pistas en pronunciada pendiente hacia el rio la mayoría, sobre todo para comunicar con las poblaciones de enfrente.
Casi paralelos a Las Mestas, llega un momento en que podremos ver las cabañas, bien chiquititas, y encontraremos un cruce grande de varios caminos, donde a nuestra derecha (segundo según llegamos) iríamos a Nuñomoral. En el siguiente cruce de cuatro caminos creemos que la mejor opción sería tomar la primera rama de la izquierda puesto que nosotros seguimos al frente y acabamos en la carretera de Vegas de Coria / Las Mestas, pero tuvimos que bajar por un cortafuego y atravesar una zona dificultosa con la bici a cuestas, hasta llegar trepando a la carretera principal, por donde retornamos hasta Las Mestas.
Día 5.- Las Mestas, Riomalo De Arriba. Excursión en bici (más información)
Deberemos tener la previsión de salir temprano si estamos en época estival para evitar en la medida de lo posible los rigores del sol. Nada más situarnos en el cruce de Las Mestas en el que parte la carretera a tomar podremos ver amplia información en tablones informativos. Un poco más adelante podremos disfrutar de un paisaje frondoso, es el bonito paraje que aquí forma el río, el cual discurrirá paralelo a nuestra izquierda. También está el puente de piedra, y nuestra derecha los restos de una pequeña cantera de pizarra, usada antaño en las construcciones típicas de esta comarca. La verdad es que nos sorprendió la cantidad de agua que había en toda la zona, manaba por todas partes, y eso que la primera mitad del año 2008 fue muy seco en casi toda la península.
Nos enfrentaremos a una continua subida, hasta nuestro principal destino, Riomalo de Arriba, efectivamente, de ahí viene su nombre. La primera población que nos encontraremos será Cabezo, a mitad de camino entre Las Mestas y Ladrillar. (Todas las poblaciones de esta ruta pertenecen al municipio de Ladrillar) En cabezo hicimos una pausa para conversar con gente joven del pueblo que se encontraban faenando en el margen del río, contenedor de tierra fértil, y allí estaban fumigando y demás con algunos frutales. Nos contaron cómo trabajaban, y nos alegramos de ver gente orgullosa de trabajar sencillamente la tierra, respirando aire puro y sin deseos del ajetreo de la gran ciudad, en nuestro caso es una mirada desde la lejanía, porque nosotros si somos dependientes de esta jungla de asfalto.
La siguiente población que nos encontraremos será Ladrillar, aunque un poco más grande que Cabezo, seguimos hablando de pequeñas dimensiones. Todo el camino vamos adentrándonos en el valle, con la compañía del río Ladrillar a nuestra izquierda. En la rama montañosa de enfrente de vez en cuando veremos algunos tramos del carril de bajada que nosotros usaremos para retornar. También numerosos manantiales que van a depositar sus aguas sobre el río. Al poco de dejar Ladrillar, la carretera cambiará de dirección, ahora al sur-oeste, y subiremos un pequeño puerto de montaña con algo más de dificultad dada la mayor pendiente que aquí encontraremos. Al fin de este pequeño puerto tuvimos el desagradable incidente de estrellarnos contra un enjambre de abejas, bastante furiosas porque estaban manipulando, indebidamente a pie de carretera, las colmenas. Tuvimos suerte de ir en bicicleta porque aunque tuvimos que pararnos a luchar con algunas que se habían enredado en nuestra ropa y pelo, pero felizmente no tuvimos ni una sola picadura. En cambio, peor suerte corrieron una pareja del pueblo, de Riomalo, que no les dio tiempo de cerrar las ventanillas del coche antes de que se metieran algunas dentro, con nefastas consecuencias para ellos. En cierto modo una explicación a esta 'relajación' de medidas puede estar en las pocas visitas que recibe la zona, y que donde terminaba la carretera pocos kilómetros después es un pueblo de sólo ocho habitantes. Aun así, siempre hay que tomar las precauciones necesarias por lo que pueda pasar.
Riomalo de Arriba
Una vez en Riomalo, os recomendamos disfrutar de un paseo por sus solitarias calles, tal y como eran hace años, y así podremos imaginar lo duro que sería vivir donde nos encontramos ahora, tan alejados de grandes núcleos urbanos, y con las dificultades para el cultivo que había. Diríamos que este es uno de los que mejor se han conservado, hay otras poblaciones también recomendables de visitar, como son Horcajada, La Fragosa o el Gasco.
En una de las calles, cerca del puente por el que saldremos hay un par de casas temáticas, reconstruidas y decoradas con información para enseñar al visitante las labores y utensilios de antaño en esta zona.
Nosotros en nuestro paso nos encontramos una excursión de un colegio de Salamanca, en la fuente que hay en la salida según llegamos por la carretera, y aprovechamos para compartir información y un rato de charla con el profesor. Rato después nos despedimos por la pista-carretera que va hacia Casares de Las Hurdes, pero por el ramal de la izquierda según hemos llegado a la fuente, y no continuando la carretera.
Ahora la subida es digna del más exigente, y nos introduce en el bosque de pino de repoblación que hemos visto desde la carretera. Tendremos que hacer algunos kilómetros de dura subida para encontrarnos en la parte que corona esa sierra con un carril a nuestra izquierda para comenzar la bajada (suave) por la parte superior de este ramal de la sierra, ahora con nuestra vista en el imponente macizo de pizarra, por su ladera habíamos subido pasando por todos los pueblos descritos. Desde el carril veremos que parten numerosas pistas en pronunciada pendiente hacia el rio la mayoría, sobre todo para comunicar con las poblaciones de enfrente.
Casi paralelos a Las Mestas, llega un momento en que podremos ver las cabañas, bien chiquititas, y encontraremos un cruce grande de varios caminos, donde a nuestra derecha (segundo según llegamos) iríamos a Nuñomoral. En el siguiente cruce de cuatro caminos creemos que la mejor opción sería tomar la primera rama de la izquierda puesto que nosotros seguimos al frente y acabamos en la carretera de Vegas de Coria / Las Mestas, pero tuvimos que bajar por un cortafuego y atravesar una zona dificultosa con la bici a cuestas, hasta llegar trepando a la carretera principal, por donde retornamos hasta Las Mestas.