Visita a las Cuevas de Sorbas
Ubicadas en paraje natural de Karst en Yesos de Sorbas, las Cuevas de Sorbas son un tesoro subterráneo protegido y, la mejor opción para conocerlas es contactar con los guías especializados de las Cuevas de Sorbas. Pero ¡no os asustéis! Para hacer la visita básica no se necesita experiencia previa y es apto para cualquier persona, incluso para niños. Te contamos en este artículo y cómo lo vivimos nosotros.
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Visita a las Cuevas de Sorbas (Almería)
Consejos y recomendaciones para la visita guiada a las Cuevas de Sorbas
- Cuando estés pensando en visitar las maravillosas Cuevas de Sorbas, te recomendamos que visites la página web oficial para consultar los días de visita y horarios, y que hagas tu reserva.
- Lleva ropa cómoda y que no te importe manchar ya que vas a tener que gatear en algunos puntos y hay bastante polvo. Usa calzado deportivo, mejor botas de montaña ya que vas a caminar por un terreno salvaje que no está modificado.
- Antes de entrar, el guía te va a proporcionar un casco con iluminación, y una redecilla higiénica para la cabeza.
- Se trata de una ruta sencilla que puede realizar casi cualquier persona, excepto las que tengan problemas de movilidad. En algunos puntos vas a tener que pasar por sitios estrechos y gatear, pero no es nada difícil si sigues las instrucciones del guía.
- Se permiten niños desde 3 años, pero ojo, los más pequeñitos podrán realizar la visita si son lo suficientemente autónomos para ir andando al menos durante la mayor parte de la visita.
- Hay un restaurante – cafetería donde vas a poder tomar algo antes o después de la actividad, lo cual se agradece mucho. También hay un gran aparcamiento, aseos y tienda de recuerdos.
Visitar las Cuevas de Sorbas con niños: nuestra experiencia
A solo 3 kilómetros del pueblo de Sorbas se encuentra el aparcamiento de las Cuevas donde tenemos un restaurante y la recepción donde nos tendremos que dirigir para comenzar la visita.
Allí nos encontramos con Juan, que va a ser nuestro guía para hacer la visita a las Cuevas de Sorbas. Vamos 2 adultos y una niña de 6 años. Ella está muy emocionada, ya que se huele la aventura que se avecina.
Es importante destacar que existen varias rutas de diferente dificultad para visitar las Cuevas de Sorbas, aunque si vas con niños pequeños o en familia, te recomendamos la visita básica que es la que nosotros hicimos. Tiene una duración aproximada de una hora y media o dos horas y es perfecta para una primera toma de contacto con el mundo de la espeleología.
Si ya tienes un poco más de experiencia, puedes solicitar la visita combinada o la ruta técnica, o bien la ruta especial de la Cueva del Agua. Habla con los guías para estas otras opciones más avanzadas.
Juan nos da un casco a cada uno y nos enseña el camino a la entrada de la cueva, a unos 5 minutos a pie, que nos sirven para charlar sobre la maravilla geológica que vamos a ver.
La entrada de la cueva no es tan evidente, y, de hecho, si fuéramos solos, seguro que nos pasaría desapercibida, pero Juan nos indica la entrada, y accedemos al palacio subterráneo de las cuevas de Sorbas.
La Cueva que vamos a ver se ha formado a lo largo de muchos años por ser el cauce de un río subterráneo que ha ido horadando los huecos por donde vamos a caminar. La estructura de la cueva es como una "tarta" formada por capas de margas y yesos. La marga es como "la nata de la tarta", como una especie de barro que se va erosionando más fácil con el paso del agua.
Básicamente, el agua va disolviendo las margas (formadas por arcillas) y deja al descubierto el mineral de yeso que es muy brillante. En muchos puntos podremos distinguir la forma de "punta de flecha" que tiene el yeso.
El terrero es irregular y en algunos puntos el paso se hace un poco estrecho, pero con la ayuda del guía lo vamos superando sin problema. Ya desde el principio nos llama la atención que las paredes y el techo brillan a la luz de las linternas y nos parece que estemos en un palacio de cristal.
La verdad que es una pena que las cámaras no puedan captar la belleza del interior de la cavidad, así que tendrás que confiar en nosotros y visitar las Cuevas de Sorbas en persona para descubrir lo que se esconde en su interior.
En algunos puntos, cerca de las entradas o respiraderos de la cueva, notamos presencia de excrementos de animales, quizás zorros o pequeños mamíferos que se adentran en la cueva. También veremos algún fósil, dado que esta zona estuvo antaño cubierta por el mar.
Vamos recorriendo las galerías de la cueva admirando el material de yeso incrustado en la roca y disfrutando en algunos puntos muy concretos de una experiencia sensorial a la que estamos poco acostumbrados. Juan nos pide que apaguemos la luz de nuestros focos y que nos quedemos en completo silencio para poder apreciar la maravillosa experiencia de estar en una cueva solos frente a la naturaleza. Una experiencia estremecedora que todos deberíamos disfrutar al menos una vez en la vida.