Nos lanzamos en la Tirolina del Valle de Tena, la tirolina doble más larga y alta de Europa

¿Cómo comprar tus entradas para la tirolina del Valle de Tena y qué pasos seguir?

Te recomendamos reservar por Internet a través de la página web de la Tirolina Valle de Tena, aunque también puedes comprar tus entradas con antelación en la oficina de Hoz de Jaca. Podrás elegir el día y la hora para la experiencia. Y también, si quieres saltar de día o de noche.

Una vez que hayas reservado tus entradas, tendrás que presentarte unos 10 minutos antes del salto en la oficina de Hoz de Jaca para hacer las comprobaciones de peso y firmar el consentimiento. Después te equipan y tendrás que desplazarte a pie a la plataforma de lanzamiento, que está a unos 5 o 10 minutos andando.

¿Cuánto dura la experiencia de la tirolina del Valle de Tena?

El salto propiamente dicho, dura aproximadamente 1 minuto, pero toda la actividad completa es más larga ya que tendrás que sumar el tiempo que se tarda en las gestiones de la oficina, equiparte y los desplazamientos. En total, podría durar entre 45 minutos y una hora, dependiendo de la afluencia de personas que haya, o de otras circunstancias, ya sean meteorológicas o de organización.

Os contamos cómo fue nuestra experiencia en la Tirolina del Valle de Tena

Nos dirigimos al pueblo de Hoz de Jaca, a los pies del pantano de Búbal, en pleno Valle de Tena donde han instalado la tirolina doble más larga y alta de Europa, con un kilómetro de distancia y que sobrevuela el embalse a unos 120 metros de altitud, llegando a una velocidad de 90 km/h.

Acudimos a la hora que nos han citado a la oficina, que está en el centro del pueblo, para que nos equipen con un arnés doble y un casco. Previamente tendremos que firmar un consentimiento a través de un código QR con nuestro móvil. Nos pesan, para comprobar que estamos dentro de los límites permitidos (entre 40 y 120 kg) y nos explican hacia donde tenemos que dirigirnos para el salto.

Ya equipados, tenemos que caminar unos 400 metros en dirección a la plataforma de lanzamiento, un camino asfaltado que haremos en unos 10 minutos a pie. Allí nos espera el equipo de la tirolina para fijarnos al cable a través de una polea, darnos unas sencillas instrucciones y a volar.

Allí también podemos ver el columpio, una atracción diferente en la que podrás balancearte como un columpio a 120 metros de altitud sobre el pantano, también se puede hacer en doble.

Nosotros probamos la tirolina y preguntamos después a una pareja que habían hecho también el columpio. Nos dijeron que lo que más impresionaba del columpio era cuando te sueltan al principio, porque es caída libre. Y que luego, el balanceo era suave y bajaba bastante la adrenalina.

El personal de la tirolina está muy atento en todo momento. Concretamente, uno de nosotros llevaba un casco propio para poder fijar nuestra cámara de acción. Y una de las chicas, colocó la cámara mejor para que pudiera sacar mejores imágenes, comprobó que estaba grabando y nos lanzaron de forma que el que llevaba la cámara siempre fuera por detrás del otro, de tal forma que la grabación quedó espectacular. Lo que quiero decir con esto es que están pendientes de todos los detalles, y eso es algo que se agradece, porque, al fin y al cabo, cuando vas a quedarte colgado a más de cien metros sobre el suelo, el nerviosismo puede jugarte una mala pasada y se te puede olvidar pulsar el botón de grabar.

Hay que decir que se trata de una tirolina doble, es decir que no te lanzarás en solitario, sino que podrás estar acompañado de la persona que quieras e interactuar en vuelo. Ten en cuenta que el que más pesa, irá más rápido que el más ligero.

La experiencia de vuelo en sí es inmejorable y llena de adrenalina, realmente la velocidad hace disfrutar sin llegar a asustar, siempre que no se tenga vértigo. La experiencia es segura, con muchas medidas de seguridad tanto para los clientes como para los trabajadores que están asegurados en todo momento.

Junto con el principio, la parte final, cuando estás llegando al otro lado es la más emocionante ya que parece que no vas a detenerte y sientes que vas a demasiada velocidad, y piensas "me la voy a pegar", pero cuenta con un sistema de frenado muy suave que no provoca tirones en absoluto.

Una vez que llegas al otro lado, el personal te recibe amablemente y te dan instrucciones para poder desengancharte de la carrucha y bajar. Además, te entregan la polea que has utilizado, que se pliega y es fácil de transportar, junto con un ticket para descargar la foto que te habrán tomado a la llegada.

Hay una pequeña caseta con bancos donde puedes esperar a que lleguen más clientes para llenar una furgoneta que te llevará de regreso al punto de inicio, donde está tu coche.

Debemos llevar con nosotros el casco, la polea que hemos usado y, con el arnés puesto, montamos en la furgoneta todoterreno que nos lleva de nuevo al pueblo en un corto recorrido por carretera. Ya en la furgoneta, intercambiamos nuestra experiencia con los demás clientes. Una vez en la oficina, dejamos el material y hasta la próxima aventura.

La verdad que tenemos que decir que la organización de la Tirolina Valle de Tena lo tienen todo muy bien planificado. Se comunican con walkies para coordinar los saltos y los desplazamientos, de forma que no tienes la sensación de espera en ningún momento.