Bioparc Valencia con niños, una visita ideal para pasar un día en familia
La visita a Bioparc Valencia es un plan perfecto para ir con niños ya que se trata de un zoo diferente a lo convencional. Los animales se ven desde muy cerca y sin barreras visibles ya que el público discurre por encima de los espacios donde se encuentran los animales y las únicas barreras físicas que podemos encontrar son casi invisibles como pueden ser láminas de cristal en el caso de los gorilas por ejemplo u otros elementos como pueden ser fosas o ríos que los animales no sobrepasan. La sensación que da es estar inmersos en el hábitat de los propios animales.
En ocasiones puede darte la sensación de que el león puede atacar a las gacelas que se encuentran en el mismo recinto, pero no es así ya que se juega con los elementos físicos y también con la perspectiva desde donde el visitante contempla la escena. Por tanto, la arquitectura tiene un papel fundamental en la experiencia de Bioparc Valencia.
Bioparc nos propone un recorrido por todos los ecosistemas del continente africano: selva, sabana, humedales y bosques profundos.
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Cómo es la visita a Bioparc Valencia
La visita puede durar aproximadamente unas tres horas, pero está claro que si nos gustan los animales podemos extenderla más allá, incluso haciendo uso de los restaurantes y chiringuitos que hay dentro del Bioparc Valencia.
Antes de hacer la visita, te recomendamos que visites la sección Agenda de la página web Bioparc Valencia para ver todas las actividades que tienen programadas para el día que vayas.
Tienen actividades de todo tipo desde charlas con cuidadores hasta alimentación de algunos animales o la exhibición de aves y mamíferos que se realiza en una especie de anfiteatro donde las personas se sientan en un semicírculo y observan como los animales aparecen a las llamadas de los cuidadores, todo ello con una música de fondo y un audio interesante que nos hace comprender el ciclo de la vida.
Por tanto, la visita se puede hacer en unas tres horas, pero te recomendamos que vayas con tranquilidad y regreses a los recintos que más te han llamado la atención para ver a los animales con más detalle y observar su comportamiento.
La afluencia de personas en fines de semana y festivos puede llegar a ser agobiante en algunos momentos del día, y no sé si podrían plantearse un límite de aforo razonable en estos momentos puntuales.
Es muy útil el plano que nos dan en la entrada, porque podremos situarnos y hacer la visita por orden. El visitante discurre por un sendero que permite observar a los animales, que se encuentran en sus recintos sin posibilidad de salir de ellos, pero no existen rejas ni otros elementos que perturben la visión.
Os contamos lo que más nos gustó de Bioparc Valencia
Estaréis esperando que os contemos nuestro parecer sobre Bioparc Valencia o lo que más nos gustó o impresionó de esta visita. Y es que, desde el principio, ya la enorme figura del elefante de la entrada donde todos nos hacemos la foto de bienvenida, nos gustó.
Una vez pasamos por taquillas tenemos la posibilidad de hacernos una foto de recuerdo con unas figuras de primates, que podremos recoger a la salida. Ya en el interior, tendremos que atravesar un puente blanco sobre el río Turia que da acceso a Bioparc Valencia.
Nos da la bienvenida un grupo de flamencos rosas que están ya plenamente activos en la mañana. Inmediatamente vemos a un mamífero muy curioso que nos llama la atención con sus movimientos: la fosa, que se encuentra muy cerca del recinto de los lémures. De hecho, es el depredador natural de los lemures.
Inmediatamente después entramos en el recinto de los lémures, aunque nos damos cuenta de que como es bastante temprano y es un día frío, se encuentran acurrucados en las copas de los árboles intentando recoger el sol de la mañana.
No tenemos la suerte de verlos saltar entre los árboles, aunque si pudimos recoger algunas instantáneas curiosas de ellos durmiendo en las altas copas de los árboles.
Continuamos la visita y vamos destacando los puntos que más nos llamaron la atención como por ejemplo el leopardo que se encontraba bastante activo y algunos primates.
Continuamos nuestra visita y nos llamó la atención el Centro de Interpretación de los Gorilas donde había una exposición de fotos muy buenas sobre ellos. Allí disfrutamos de la presencia imponente de un macho de gorila majestuoso, que se acercó notablemente al cristal curioseando a los que allí nos encontrábamos. Su proximidad fue tal que casi podríamos habernos tocado de no ser por el cristal que nos separaba.
Nos sorprendió gratamente el excelente estado en el que se encuentran los animales, así como la magnificencia y porte de los gorilas y los chimpancés. Sus pelajes y su presencia imponente realmente capturaron nuestra atención. El macho estuvo continuamente cerca del cristal, observándonos con atención, al igual que nosotros a él, lo cual nos impactó profundamente.
En ciertos momentos, golpeaba el cristal para demostrar su fuerza ante nosotros. A pesar de sentirnos seguros al estar tras el cristal, sinceramente, no nos gustaría encontrarnos cara a cara con este ejemplar tan hermoso de macho de gorila.
Había algunas hembras con sus crías en otra parte del recinto separadas del gorila macho. Estuvimos un buen rato observando el comportamiento de cada individuo, en un momento mágico.
La parte del acuario no sorprendió mucho ya que se pueden ver muy bien todos los peces que hay en Bioparc Valencia e incluso los hipopótamos descansando en el lecho del río.
Nos impresionó gratamente el hábitat para los elefantes, las jirafas, algunas gacelas y los leones. Como mencionamos previamente, la disposición del recinto sugiere la posibilidad de que el león pueda perseguir a alguna gacela u otros animales con los que comparte el espacio, pero no es posible, ya que existen barreras físicas como ríos y fosas que lo impiden.
No obstante, desde la perspectiva del visitante, esta ilusión se logra de manera efectiva en Bioparc Valencia.
Sobre el medio día, hacemos un alto en nuestra visita para dirigirnos al recinto donde se realiza la exhibición de aves y mamíferos, un espectáculo que no te puedes perder en el que los cuidadores y guías de Bioparc dirigen una coreografía donde las aves son las protagonistas. Nos van enseñando distintos tipos de aves nocturnas, grandes rapaces e incluso algunos mamíferos como puede ser el zorro o el puercoespín con sus impresionantes púas. Todo ello, acompañado por datos curiosos y educativos sobre cada animal.
Después del espectáculo, volvemos al recinto de las jirafas y los leones para recrearnos con la maravilla de la naturaleza. De repente podemos oír los impresionantes rugidos de la leona y el león. Es impactante poder imaginar cómo resonaría este sonido en su entorno natural y la sensación de temor que podría provocar en nosotros.
Entramos al aviario donde podemos ver especies muy diferentes y tampoco pueden faltar el recinto de los rinocerontes que compartían espacio con los avestruces.
Nos impresionó lo cerca que podemos ver un ejemplar de hiena que nos miraba atentamente desde el otro lado sin ningún tipo de barrera exceptuando los pocos metros de la fosa que nos separaba.
Para finalizar la visita, regresamos a los recintos que más nos han gustado como fue el espacio de los gorilas o el leopardo.
¿El porqué de un zoo?
Para aquellos que sentimos afinidad por los animales, la visita a un zoo puede generar emociones encontradas, especialmente al observar ciertas especies como primates o grandes felinos.
Sin embargo, durante nuestra visita, nos proporcionaron información sobre el origen de los animales en Bioparc y los programas de conservación en los que están involucrados. Este conocimiento nos dejó una impresión positiva, ya que refleja un compromiso con labores de investigación, conservación y educación en pro del bienestar animal.
Es esencial entender que el propósito principal es llevar a cabo actividades destinadas a estos fines nobles.
Si te ha gustado, no te pierdas el artículo sobre nuestra visita a BIOPARC FUENGIROLA.