Desierto y Badlands de Gorafe, Granada
Elegimos diciembre, después de la época de lluvias otoñales, para viajar a Gorafe, buscando sobretodo encontrar un paisaje diferente e increíblemente poco conocido. Tenemos amigos que nos preguntan, después de ver alguna foto, que si 'esto' está en España.
Los contrastes de sus parajes, el silencio y la quietud reinantes en los lugares más recónditos, la oscuridad de sus noches, y las huellas de los primeros pobladores son elementos que nos trasladan a un mundo mágico.
Si viajáis con niños, el lugar da mucho juego. Ellos podrán imaginar cómo vivían nuestros antepasados en los poblados, cómo cazaban y recolectaban. Hay unas formaciones geológicas llamadas "chimeneas de hadas", explícales cómo son y pídeles que las encuentren durante un paseo. Seguro que se les ocurren muchas historias alrededor de ellas. Y a ellos les encantarán vivir y dormir en una casa cueva, ¡garantizado!
Índice de temas
- Llegada a la casa cueva y ruta de Las Majadillas
- El espectacular Desierto de Los Colorados
- Petroglifos del Cerro de la Mina, Acequia del Toril, Algarves y CIM
- Barranco de Cocón, dólmenes del Llano de Olivares y Hoyas del Conquín
- Vereda de Trancamulas y entorno del Negratín
- Otras recomendaciones
- Comentarios
Llegada a la casa cueva y ruta de Las Majadillas
Vivir en una casa cueva
En este viaje hemos elegido alojarnos en una casa cueva en el pueblo de Gorafe. Concretamente Cuevas Algarves de Gorafe y Cueva La Candela. Son un conjunto de casas cueva en la parte alta del pueblo, donde se encontraba su castillo, del que solo queda un paño.
Nos reciben Nunchi y María José, que regentan estos alojamientos y que han accedido amablemente a acogernos durante los 5 días que vamos a estar en la zona. Aparcamos el coche en la parte baja de las casas y subimos a pie por un corto sendero hasta la Cueva La Luna, que es donde nos vamos a quedar nosotros, con capacidad para dos personas. Tienen otras dos cuevas para 4 personas y una para 12- 13 personas, ideal para familias grandes o grupos.
No sé si alguna vez habéis tenido la oportunidad de vivir en una casa cueva, pero lo que más sorprende es la temperatura estable que hay en su interior. Se mantiene constante de manera natural, entre 19 y 22 grados, la que dicen que es "la temperatura de la felicidad". Si hace frío fuera, te dará una agradable sensación de calidez al entrar. Y en verano, cuando las temperaturas se hacen casi insoportables, dentro se está en la gloria.
Estamos en diciembre y las noches en el exterior bajan de cero grados, llegando a helar. Pero dentro de la cueva basta con una manga fina para estar cómodo y sin pasar nada de frío. Aún así, si te apetece puedes encender la estufa de leña. A nosotros no nos hizo falta.
Otra cosa sorprendente es que son bastante luminosas ya que cuentan con varios tragaluces hacia el exterior estratégicamente colocados para que la cueva tenga luz natural durante el día. Y ello unido al color blanco de sus paredes, hace que sea muy acogedora.
La Cueva La Luna tiene un espacio bastante amplio para la cocina y el salón, y cuenta con una habitación con armario y el baño con columna de hidromasaje y vistas de la luna por el tragaluz. Está muy bien equipada, no le falta ni un detalle. En general, todas las cuevas del conjunto son muy amplias y bien equipadas. Sus propietarias las cuidan con cariño para que no les falte ni un detalle.
Este conjunto de casas cueva cuenta con la certificación Starlight, un destino con cielo oscuro ideal para ver las estrellas. Listado de casas rurales con certificado Starlight
Desde el exterior verás que las casas están integradas en una ladera dentro de la tierra. Podrás ver las puertas de entrada, la salida de humo de las chimeneas y los tragaluces, con formas irregulares. Y toda la ladera cubierta de vegetación autóctona. Cada casa tiene una zona para estar en el exterior con bancos. La nuestra tenía una pequeña terracita en la parte superior, desde donde se podían ver los "algarves" que ya explicaremos qué son, aunque ya te adelantamos que es alucinante. Igual que el atardecer que se ve desde esta terracita. Desde la misma se puede coger un sendero desde donde podemos ver las chimeneas naturales y torrenteras propias de esta zona de erosión, aunque tenemos que decir que el sendero no es apto para gente con vértigo ni para niños ya que no está en muy buen estado, tiene zona expuestas a caídas y el terreno puede resbalar.
Todas estas tierras de Gorafe y alrededores se llaman "los Badland", o "tierras malas", en referencia a lo difícil que es atravesar de un punto a otro caminando ya que son terrenos que se hunden o se desmoronan fácilmente, al estar compuesto de arcillas y terrenos muy erosionables. Todos los senderos que vamos a hacer están habilitados para andar y no hay mayores problemas, salvo casos puntuales en las crecidas o épocas de lluvia. Lo que queremos decir es que a pesar de llamarse "badlands" hay senderos muy fáciles de hacer en familia y con niños. Y te aseguramos que este paisaje te va a sorprender gratamente.
Ruta de Las Majadillas, para visitar algunos dólmenes
Después de instalarnos, conocer a María José y a Nunchi y tomar contacto con el lugar donde íbamos a pasar los próximos cinco días, decidimos dar un paseo por una de las rutas para ver dólmenes cerca del pueblo de Gorafe: la ruta de Las Majadillas.
Salimos andando desde la misma casa cueva y cogemos un tramo corto de la carretera hacia Villanueva de las Torres, desde donde nos desviamos por un carril de tierra a la izquierda hacia un antiguo lavadero. Allí encontraremos un cartel informativo de esta ruta oficial para visitar la Necrópolis de las Majadillas.
Seguimos por el sendero, cruzamos el río y pasamos junto a un cortijo con muchos perros atados, justo donde el camino se empieza a empinar. Para llegar hasta la zona de los dólmenes hay que ascender un desnivel considerable. No apto para personas con problemas de movilidad. Han instalado unas barandillas de madera que nos sirven de ayuda para agarrarnos en las zonas más empinadas. Cuidado si el suelo está húmedo porque el barro puede resbalar. Y en la mañana puede estar helado.
Llegamos a una especie de meseta desde donde se divisan espectaculares vistas sobre el valle del río Gor. Este valle acoge uno de los conjuntos megalíticos más importantes de Europa. Se han localizado un total de 222 dólmenes asociados a los poblados que existían a lo largo del valle, y otros 12 sepulcros en los Baños de Alicún, muy cercano.
Existen 3 rutas para que puedas visitar estos conjuntos de dólmenes. Una de ellas es esta de Las Majadillas.
Nada más llegar a la meseta nos encontramos con el dólmen número 65 bastante grande, y que era conocido por los pastores de la zona como "la cobertera" porque servía de refugio para las inclemencias del tiempo. Este dolmen es bastante espectacular ya que además de ser bastante grande se conserva muy bien.
En toda la ruta se pueden visitar 14 dólmenes. Todos están numerados y tienen carteles informativos que gustarán a los más curiosos, para conocer las historias de cada uno. Te dan información de cuántos cuerpos se encontraron en su interior, cuántas puntas de flecha o ajuar se conservaron, si fueron o no saqueados, etc. A lo largo del reportaje, te contaremos más cosas sobre los dólmenes, y los poblados que se asocian a estas necrópolis.
El paseo merece la pena ya que además de ver los dólmenes, desde lo alto tendrás una panorámica muy bonita de todo el valle. ¡Te lo recomendamos!
El espectacular Desierto de Los Colorados
No es el Gran Cañón del Colorado pero la belleza y espectacularidad de esta ruta te va a sorprender y vas a pensar ¡cómo no había venido antes a verlo! Este desierto es un geo-recurso inventariado por la Junta de Andalucía, por su valor científico, didáctico y turístico.
Desde Gorafe cogemos la carretera hacia Villanueva de las Torres y en la entrada al pueblo debemos buscar un carril que sale a la derecha y que es el antiguo camino a Gorafe. Con el coche tenemos que atravesar el Río Fardes por la pista cementada. Se puede atravesar con un turismo si lleva poca agua. Cuidado en época de lluvias, hay que evaluar si es posible cruzarlo por la cantidad y la fuerza que lleve el agua.
El carril continúa hasta llegar a un cortijo donde podemos aparcar el coche. No hay mucho sitio y hay que procurar no molestar al aparcar. Si hay alguien por el cortijo, mejor nos damos a conocer ya que al finalizar la ruta a pie vamos a tener que coger un tramo de pista privado. No suelen poner problemas a los senderistas, al menos a nosotros nos dijeron que podíamos aparcar sin problema y que podíamos caminar por allí. ¡Cuidado con los perros!, hay muchos dentro del cortijo, aunque están atados, pero mejor no acercarse ya que ellos guardan su terreno.
Esta ruta discurre por carriles y senderos en buen estado para caminar. Es recomendable no salirse de ellos, y, si se hace, mucho cuidado con los boquetes del terreno que es muy erosionable y se puede hundir en algunas zonas cercanas a acantilados. ¡Mucho ojo con los niños! No permitas que se alejen del sendero. Caminaremos unos 13 kilómetros con un desnivel acumulado de unos 300 metros de subida en un itinerario circular que nosotros haremos en sentido horario. No se recomienda hacer en verano ni los días muy calurosos, ya que no hay agua en ningún punto del recorrido, ni tampoco sombras. También recomendamos llevar GPS o mapa y saber orientarse. (Ver ruta en Wikiloc)
Comenzamos la ruta a pie con la sorpresa de que se nos ha metido una niebla bastante densa y no vemos mucho del paisaje, pero pensamos que abrirá más adelante cuando caliente el sol. Pronto empieza a desaparecer la niebla y nos deja ver a nuestra izquierda las increíbles formaciones del barranco de las Coberteras.
Nos llaman mucho la atención unas formaciones geológicas en forma de columnas de roca y arena que se han ido creando a lo largo de los siglos por la erosión del agua y el viento. Se llaman chimeneas de hadas, y en esta ruta, vamos a ver muchas. Las más significativas del mundo se encuentran en Capadocia, (Turquía), el Cañón Bryce (EE. UU.), y en España, en las Bárdenas Reales y por supuesto aquí en el Norte de Granada.
Nos entretenemos mucho en hacer fotos, porque el paisaje es una maravilla. Vemos las huellas que los arroyos han dejado en estos terrenos y nos hacemos una idea de la forma en que los elementos aún están dando forma a este paisaje.
Entramos en el siguiente barranco, el del Caballo, siempre caminando por carriles bien asentados y seguimos disfrutando de todo un Colorado en pequeño. El sol, ya en todo su esplendor ilumina los tonos de las arenas y formaciones rocosas en un espectáculo maravilloso. Desde algunos puntos tenemos vistas espectaculares del cerro Jabalcón, las Sierras de Cazorla, Castril, la Sagra e incluso Sierra Nevada.
Hacemos una parada para comer en un bonito mirador explanada y nos fijamos en cómo son estas montañas. Se llaman badlands que significa 'malas tierras'. Te explicaremos un poco sobre qué son y cómo se formaron.
Son una extensión de terreno formado por yesos y sedimentos que se acumularon durante años provenientes de las grandes cordilleras del entorno. Hace más de 250 millones de años, el sureste peninsular actual era parte del mar. Mucho después, hace alrededor de 23 millones de años, los movimientos de las placas continentales provocaron que el mar desapareciera y en su lugar se generaron grandes lagos.
El desplazamiento del agua de los lagos al levantarse las montañas aceleró la desecación de los lagos y la aparición de ríos y cuencas que son las que a lo largo de los milenios han erosionado la base de las badlands. En sus zonas altas son modeladas por la lluvia y el viento.
Hace tan solo 5 millones de años los badlands de la península Ibérica se pueden considerar ya como parte del paisaje donde se establecieron los primeros pobladores europeos tras su llegada y asentamiento en el noreste granadino. Y ahora, nosotros vemos los vestigios que dejaron estos pobladores antepasados nuestros.
Continuamos la ruta subiendo hasta un vértice geodésico y quedándonos alucinados con un montón de cristales de calcita en las laderas arcillosas, que brillan con el sol. Pronto llegaremos a unas casas cueva que se usan actualmente para guardar ganado. También nos llama la atención las labores de reforestación en esta zona, seguramente para frenar el duro proceso de la erosión sobre estas tierras.
Ahora vamos descendiendo y cuando lleguemos a una pista con cadena y cartel de propiedad privada, tomaremos este camino para seguir bajando. Esta pista atraviesa la finca del cortijo donde empezamos por la mañana, y donde acabaremos acompañados por el ladridos de los perros.
Regresamos en el coche, pasando por los Baños de Alicún, donde paramos un poco para ver las inmediaciones que son muy bonitas, pero dado el frío que empezaba a hacer al caer la tarde, decidimos volver al coche y a Gorafe para acercarnos al Centro de Interpretación del Megalitismo (CIM - Gorafe). Nuestra intención era hacer la visita guiada que ofrecen a los turistas, pero nos comunicaron que tenían una avería en una de las salas, así que lo dejamos para otro día.
Petroglifos del Cerro de la Mina, Acequia del Toril, Algarves y CIM
Hoy nos acercamos a la zona de los Baños de Alicún para ver varias cosas interesantes. Subiremos al Cerro de la Mina para ver unos petroglifos, caminaremos por el interior de la espectacular Acequia del Toril y después de regreso a Gorafe intentaremos acercarnos a los Algarves, unas cuevas de la época almohade que se conservan intactas, y haremos la visita guiada del Centro de Interpretación del Megalitismo. Sin duda, un día muy intenso.
Petroglifos del Cerro de la Mina
Nos desplazamos en coche al Balneario de Alicún, donde aparcamos, para seguidamente subir al Cerro de la Mina, una elevación desde donde podemos ver el paisaje desértico de los badlands con un aliciente más: visitar unos petroglifos en excelente estado de conservación. Se encuentran muy cerca de la cima del cerro. Estos petroglifos son grabados rupestres en piedra arenisca de 4.500 años de antigüedad, utilizados para la celebración de rituales mágico-religiosos, con representaciones de figuras femeninas y masculinas en danza ritual, representaciones del sol y de la luna.
A unos 10 metros de los petroglifos destaca además la existencia de una mina de dónde se extraía almagra, que mezclado con grasa se usaba como pigmento.
Si estás interesado en más detalles sobre los petroglifos, te recomendamos este artículo escrito por Rocío Campos, del Centro de Interpretación del Megalitismo de Gorafe.
La ruta se puede hacer en unos 45 minutos aproximadamente.
Volvemos por nuestros pasos hacia los Baños de Alicún, y sin necesidad de coger el coche, nos disponemos a hacer la ruta de los dólmenes de Alicún y la Acequia del Toril.
Dólmenes de Alicún y Acequia del Toril
En las inmediaciones de los Baños de Alicún hay varias concentraciones de dólmenes. Empezamos el recorrido frente al hotel Reina Isabel. Desde allí se accede a una pequeña meseta caliza con numerosos dólmenes en buen estado. Todos están numerados. Destacamos el dolmen número 9, bastante espectacular por su tamaño y porque está totalmente cubierto. Por desgracia, es un dolmen expoliado, donde no se han encontrado vestigios humanos.
Tras visitar los dólmenes de esta meseta, continuamos el recorrido bajando por una vereda que atraviesa hacia la acequia de Toril. Esta acequia es una formación natural de roca caliza que durante siglos se ha ido formando por depósitos de agua, que han hecho que los muros de la acequia crezcan poco a poco, llegando a una altura de 25 metros en su parte más elevada. La mano del hombre ha ayudado en su modelado, haciendo que el crecimiento de la acequia sea ordenado para que las aguas sigan fluyendo a través de ella.
Hay un sendero que transita por la base de esta acequia y que en algunos momentos nos invita a cruzar de un lado a otro por aperturas naturales. La base de los muros tiene unos 3 metros de espesor y se va estrechando conforme sube hasta llegar a 0,70 m. en la parte de arriba. La ruta es corta, muy agradable y muy recomendable para hacerla en familia.
Sorprende mucho encontrarse con este oasis de roca recubierto de vegetación propia de lugares muy húmedos y con mucha umbría, en medio de los desiertos del altiplano granadino, rodeados de tierras áridas.
Este monumento natural único en Europa se ha ido formando gracias a que el agua que la recorre, a una temperatura de más de 35 grados, va cargada de sales solubles que han ido precipitándose poco a poco hasta crear una base rocosa que ha ido creciendo. En un principio, estas canalizaciones discurrían a ras del suelo de forma natural, pero mientras que el terreno bajaba en una suave pendiente, el agua se ha mantenido su nivel. Así, que se puede decir, que nadie ha construido una infraestructura para que la acequia continúe su camino hacia los campos de cultivo.
Según estudios del Instituto Geominero de España, los travertinos de la Acequia del Toril tienen dataciones que van entre los 205.000 años, los más antiguos, y 35.000 años, los más modernos.
Los amantes de la botánica disfrutarán en este entorno, ya que cuenta con numerosas plantas propias de zonas con mucha humedad y umbría. Incluso existe un endemismo único, el Limonium alicunense.
Si queremos ver más dólmenes, por la parte de atrás de la acequia, en un bosquecillo de pinos tenemos la necrópolis Haza del Toril. Nosotros nos saltamos esta parte porque no teníamos conocimiento de su existencia, pero te animamos a que lo descubras, ya que hay cuatro dólmenes de gran envergadura. El más destacado es el número 4 que conserva tres grandes losas superiores y se presenta totalmente cubierto. Dentro se descubrieron puntas de flecha, fragmentos de sílex y dos esqueletos humanos.
Un paseo hasta la base de Los Algarves de Gorafe
Cerca de Gorafe existe un conjunto de cuevas excavadas en un acantilado de gran altura, fortificadas y provistas de un complejo sistema de defensa. Son los algarves, y estuvieron ocupadas de forma permanente entre los siglos XIII y XIV.
Para llegar a acercarnos a ellas nos dirigimos al cementerio de Gorafe, donde hay una tablilla informativa. Y buscamos un camino para subir. No obstante, tenemos que decir que estos caminos están en muy mal estado y son muy expuestos a caídas y no lo recomendamos en absoluto para niños. Nosotros solo nos atrevimos a pasear por los caminos de la parte baja del acantilado. Y solo un miembro de Reporteros se atrevió a subir hasta la base o entrada de los algarves, por un camino de infarto que se desmoronaba bajo sus pies. Además, una vez en la entrada, no pudo acceder por el estrechísimo pasaje por el que antaño algunos dicen que han pasado. Desde allí fotografió las entradas en la roca y diversas puertas y ventanas que existen, y de vuelta para tierra firme.
Pero merecía la pena arriesgarse a acercarse ya que estos algarves son muy espectaculares. Presentan una estructura compleja en diversos niveles en los que existen cuevas con diversas funciones: viviendas, almacenes, establos e incluso un palomar y un aljibe. Los distintos niveles están comunicados por escaleras o cuerdas. A lo largo de todo el recorrido, construían pequeñas ventanas, que se ven desde el exterior, y que servían para iluminar el interior de las estancias y túneles.
Centro de Interpretación del Megalitismo
Después del paseo nos acercamos al CIM, para hacer la visita guiada, que consiste en varias salas con audiovisuales, una gran esfera multimedia y salas de exposición que nos explican la historia del valle de Gorafe, sus poblados y necrópolis y los descubrimientos, en un recorrido de una hora aproximadamente. Además te darán información sobre las tres rutas principales para ver los dólmenes.
El CIM tiene visitas guiadas todos los días a las 12:00 h. y a las 17:00 h. y cuesta 3 euros por persona.
En el Ayuntamiento se conserva una estela funeraria, encontrada en el dolmen 77 de la ruta de las Majadillas, único resto arqueológico que conserva el municipio, dado que el resto, se encuentran en el Museo Arqueológico de Granada.
Barranco de Cocón, dólmenes del Llano de Olivares y Hoyas del Conquín
Para hoy nuestra intención era hacer una ruta a pie por los badlands de Gorafe, por el sendero del Barranco de Cocón. Y de vuelta visitar los dólmenes del Llano de Olivares y Hoyas del Conquín (alto y bajo).
Para la primera parte por los badlands de Gorafe, salimos del pueblo y remontamos el valle de Gorafe en coche. Cogemos un carril que nos sale a la izquierda nada más terminar de subir y que nos sitúa encima del valle, a lo largo del Llano de Olivares. Este carril lo hacemos en un coche, son unos 5 Km. hasta llegar a las cercanías de un vértice geodésico, donde dejamos aparcado el coche.
Comenzamos la ruta a pie. Para bajar al barranco de Cocón, hemos querido hacer esta ruta (ver ruta en wikiloc) modificada para evitar una bajada pronunciada al barranco. Quisimos bajar continuando por el carril y luego por algún sendero que descendiera hacia el barranco, pero nos fue imposible encontrar una bajada segura, así que volvimos por nuestros pasos hacia el coche. Desde la zona en la que nos quedamos para bajar se veía muy bonito el sendero del interior del barranco y por eso nos quedamos con ganas de realizar la ruta, pero al ir con el bebé no queríamos arriesgarnos nada. Quizás un grupo de personas con más movilidad pueda realizar la ruta tal y como la propone este usuario de wikiloc.
Volvimos al coche y deshicimos el carril del Llano de Olivares parando para ver alguno de los dólmenes que hay en esta parte, justo al borde del valle. Esta ruta por el Llano de Olivares es una de las rutas que propone el Centro de Interpretación del Megalitismo, y se puede hacer a pie. El coche lo podemos dejar en el aparcamiento habilitado al inicio del carril terrizo. Se trata de un paseo muy fácil de unos 3,5 Km a través de una antigua vía de trashumancia. Se pueden ver un total de 13 dólmenes y hay un mirador desde donde se ve el Cañón del Río Gor e imaginarse donde estaban ubicados los antiguos poblados, que se cree que estaban fortificados.
Cuando lleguemos al dolmen nº 102, muy cerca de Gorafe pero muy por encima, volveremos sobre nuestros pasos hasta el aparcamiento.
Cogeremos el coche y bajaremos un poco por la carretera para hacer otra de las rutas del Megalitismo: Las Hoyas del Conquín. Hay un aparcamiento habilitado y señalizado para hacer esta ruta. Allí dejaremos el coche. La ruta se fragmenta en dos partes: Conquín alto, a la derecha de la carretera y Conquín bajo, a la izquierda, según vamos en dirección a Gorafe. Se ven unos 10 dólmenes datados en la Edad de Bronce I (entre el 2300-1800 a. C.) Se conserva muy bien el dolmen 134 en la parte alta.
Tanto la ruta del Llano de Olivares como la de la Hoya del Conquín están señalizadas y cuentan con paneles informativos y son aptas para hacer con niños.
Vereda de Trancamulas y entorno del Negratín
El último día de nuestra estancia en el Altiplano hicimos la ruta conocida como la Vereda de Trancamulas, que comienza en el pueblo de Bácor. Un paseo muy agradable para hacer en familia siempre extremando las precauciones en las zonas más expuestas. Si quieres saber más visita nuestro reportaje "Geoparque de Granada y entorno del Negratín con niños".
Otras recomendaciones
No tuvimos tiempo de visitarlo, pero es muy recomendable la Estación Paleontológica Valle del río Fardes, en el pueblo de Fonelas. Es un centro de investigación, divulgación y docencia ubicado en el municipio de Fonelas. Se creó hace pocos años, en torno a un yacimiento de fósiles de grandes mamíferos, del Pleistoceno, que vivieron aquí hace unos 2,5 millones de años. En el Yacimiento de Fonelas se han sacado a la luz miles de huesos fosilizados, de 38 especies de animales, entre las que se encuentran 24 grandes mamíferos, como jirafas, rinocerontes, mamuts, tigres de dientes de sable, guepardos, cebras, hienas, tejones, lobos, chacales o linces.
A los niños les entusiasmará ver las reproducciones de estos grandes mamíferos ya extintos. La visita es gratuita y puede ser libre o concertada. La visita guiada es muy recomendable porque se encargan de explicarte todo y resolver dudas, con lo cual tendrás mayor conocimiento sobre el lugar. Las visitas guiadas sólo se realizarán con cita previa y se iniciarán con puntualidad de acuerdo a los siguientes horarios (10h, 11h, 12h, 13h y 16h en horario de invierno y 10h, 11h, 12h, 19h y 20h en horario de verano).
Las visitas concertadas guiadas se pueden solicitar enviando un correo electrónico a ja.garrido@igme.es, o a través del teléfono 629 930 811 (operativo los días de apertura entre la 8 y 10h y entre las 13 y 15 h).
Jueves y viernes cerrado. También permanecerá cerrados los días festivos del calendario nacional, regional y local: 1, 5 y 6 de Enero, 28 de febrero, Jueves y Viernes Santo, 1 de mayo, 15 de Agosto, 12 de octubre, 1 de noviembre, 6, 8, 24, 25 y 31 de diciembre.
ADVERTENCIA IMPORTANTE: No uséis los navegadores de coche para llegar a la Estación paleontológica ya que hay un error en la ruta que te mete por fincas privadas y por caminos en mal estado. Es tan simple como llegar al pueblo de Fonelas, y una vez allí buscar las indicaciones (que las hay) hasta la Estación Paleontológica.