Qué otras cosas puedes ver en el Chorro con niños además del Caminito del Rey

Un paseo muy bonito que se puede hacer con niños es la subida desde la Barriada del Chorro hasta la presa de La Encantada, en la conocida como Mesa de Villaverde. Se trata de un tramo de la Gran Senda de Málaga (GR 249) en el que podremos disfrutar de maravillosas vistas de toda la zona del Chorro.

Esta ruta es lineal, y para realizarla solo de ida, sería muy recomendable contar con dos vehículos. Dejar un coche en la parte de arriba, donde finaliza el paseo; y con otro coche bajar al inicio del sendero para empezar a caminar. De esta forma, cuando llegáramos al embalse de La Encantada, tendríamos un vehículo preparado para recogernos. También se puede hacer de ida y vuelta, pero resulta más pesado si vamos con niños.

Son 4 Km solo ida y durante el trayecto, disfrutaremos de las grandes paredes de conglomerado con distinta composición, de piedra, arcilla y arenisca. Es realmente espectacular cómo se han mezclado los materiales a lo largo de los siglos. También podremos disfrutar del vuelo de los buitres leonados que nos sobrevuelan durante todo el paseo.

El camino está un poco descompuesto en algunas zonas, y para los niños más pequeños será un poco más difícil caminar por aquí. Es algo que hay que tener en cuenta. Es recomendable que sean niños mayores o que tengan ya bastante equilibrio para caminar por terrenos mixtos.

Todo el camino se hace en subida hasta que llegamos a un bosquecillo de pinos, ya en la parte superior muy cerca del embalse de La Encantada. Tendremos que rodear el embalse para llegar a donde hemos dejado el coche, en una explanada cerca de la carretera.

Es curiosa la función que cumple este embalse, que solo se usa cuando hay excedente de energía. Cuando esto ocurre, se usa el sobrante para subir el agua desde el embalse del Chorro, que está en la parte de abajo. Una vez que el agua ha llenado el embalse y hace falta generar energía, se deja caer el agua, logrando ese efecto de generación de energía eléctrica.

Aquí ya empezamos a tener vistas impresionantes del Desfiladero de los Gaitanes, con el Caminito del Rey, toda la barriada del Chorro, y las montañas que lo rodean, La Huma y el Capilla.

Una vez que encontramos el coche, lo cogemos para acercarnos por carretera, a la zona de la Mesa de Villaverde, la parte más alta, con unas vistas impresionantes y que cuenta con varios miradores hacia La Huma y todo el Valle del Guadalhorce. El más espectacular es el Mirador del Tajo de la Encantada.

Allí también se conservan los restos de la Alcazaba de Bobastro que se encuentran difuminados por toda la zona y sin proteger. A penas identificables, los restos se encuentran entre la maleza.

Después del paseo matutino, vamos a visitar las ruinas de Bobastro, un conjunto rupestre mozárabe del siglo IX que se conserva en buen estado y cuenta con visitas guiadas gestionadas por el Ayuntamiento de Ardales. Para llegar allí, desde la Mesa de Villaverde, solo tenemos que coger la carretera y dirigirnos al aparcamiento que se encuentra a solo 2 Km.

Sobre la visita

El precio de la visita guiada es de 3 € por persona. Niños menores de 5 años, gratis. Se realizan cada hora en punto, en grupos de 15 personas como máximo. Solo viernes, sábado, domingo y festivos, desde las 9 hasta las 16 h.

Recomendamos reservar previamente contactando con la Oficina de Turismo de Ardales a través del teléfono 952 458 046 o mediante correo electrónico turismo@ardales.es. La visita puede llevarnos una hora aproximadamente.

Llegamos al aparcamiento donde hay una caseta de información, que hace las veces de taquilla. Tendremos que presentarnos allí, tanto si tenemos reserva como si no. El acceso al conjunto arqueológico está cerrado con candado y serán los guías los que nos den paso.

Una vez dentro, tendremos que caminar unos 700 metros por un sendero habilitado, donde ya nos iremos encontrando algunos vestigios de la antigua ciudad, como muros, y nuestro guía Cristóbal nos explica la singular historia de este lugar y de su carismático protagonista: un valiente rebelde que le plantó cara al gran poder de Al Ándalus.

Viajamos en el tiempo en Bobastro

La historia de Bobastro está unida a un nombre propio, el de Omar Ben Hafsún, un guerrillero que lideró una rebelión contra el Emirato de Córdoba y se hizo fuerte aquí, en el Valle del Guadalhorce, poniendo en jaque al imperio árabe de Al -Ándalus. Te contamos todo de este guerrillero y de cómo llegó a construir este poblado.

Avanzamos por el sendero y en poco más de 10 minutos llegamos a la zona más interesante de esta visita, una iglesia excavada en la roca, ¡impresionante! Se trata de la única iglesia de origen mozárabe que se conoce. ¿una basílica cristiana mozárabe? Pues sí.

Se construyó a finales del siglo IX o a primeros del siglo X, después de que Omar se convirtiera al cristianismo. Porque él era muladí, grupo de cristianos que abrazaron el islam para no ser expulsados. Su abuelo era descendiente de la nobleza de los godos, y cristiano que se convirtió al islam.

La basílica tiene tres naves separadas por arcos, está orientada al este y, a su alrededor hay restos de otros edificios que pertenecieron a otros habitantes que se refugiaron allí. Incluso hay restos de un aljibe y un silo, para almacenar el grano. Por la zona también se han hallado tumbas excavadas en la roca y cuevas que han sido usadas como viviendas.

El lugar impresiona y desde allí, se observan unos atardeceres espectaculares. Se nota que este lugar fue un sitio importante. De hecho, Bobastro fue el cuartel general de la revuelta que mantuvieron los mozárabes contra el estado cordobés, desde el año 880 hasta el 928. Los mozárabes eran cristianos en tierras musulmanas y muchos fueron a vivir a esta zona, ocupando cuevas y habilitándolas como casas, aportando sillares a la fortificación de Bobastro. Se estima que pudieron habitar estas montañas unas 1.500 personas en el momento de máximo esplendor de la resistencia.

Resistieron hasta que el estado islámico se impuso por las armas, y se formó el califato omeya con Abderramán III, quien destruyó Bobastro en el 928, echando a sus habitantes y destruyendo las casas y los templos que Omar Ben Hafsún había construido por estas tierras.

Mientras observamos los restos de la iglesia podemos imaginar la vida de las personas que habitaron en Bobastro durante más de 50 años resistiendo, y las batallas que finalmente terminaron por la fuerza con este lugar. Impresionante historia, ¿verdad?

Después de esta intensa visita, y ya desde la carretera que abandona el lugar, nos damos cuenta de por qué aquellas personas eligieron este lugar para formar la resistencia. Se trata de un lugar muy elevado, desde donde se ve todo alrededor, pero además el entorno es precioso, rocas de arenisca forman figuras imposibles a nuestro alrededor. Muchas de ellas se ven desde la misma carretera, como uno de los Puntos de Interés Geológico que está señalizado en la carretera. Nos vamos con la sensación de que hay mucho más que descubrir, y ¡volveremos!