Bioparc Fuengirola, el zoo urbano para ir con niños en la Costa del Sol
La visita a Bioparc Fuengirola es un plan perfecto para ir con niños en la Costa del Sol. Es un zoo urbano donde la arquitectura tiene gran protagonismo, porque cada piedra, cada árbol y cada charca de agua, está pensada para imbuir al visitante en el hábitat de cada animal.
Bioparc nos propone un recorrido por todas las selvas y bosques del mundo, empezando en la Isla de Madagascar, África Ecuatorial, el Sudeste Asiático, y Oceanía.
Índice de temas
- Bioparc Fuengirola
- Como si estuvieras en el bosque: zoo-inmersión
- Árbol Baobab, territorio de lemures
- África Ecuatorial, las especies más majestuosas
- Indo Pacífico, lo más exótico de Bioparc
- Sudeste asiático, manglares, bosques y ríos acogen una fauna impresionante
- Aviario, más reptiles y peces
- ¿El porqué de un zoo?
- La experiencia
- Comentarios
Bioparc Fuengirola
Como si estuvieras en el bosque: zoo-inmersión
Accedemos a taquilla por orden de llegada y pasamos directamente a la zona de Madagascar. Es un día bastante caluroso, aunque esto no es inconveniente, ya que el recinto cuenta con bastante sombra en todo el recorrido. Es muy útil el plano que nos dan en la entrada, porque podremos situarnos y hacer la visita por orden.
El visitante discurre por un sendero que permite observar a los animales, que se encuentran en sus recintos sin posibilidad de salir de ellos, pero no existen rejas ni otros elementos que perturben la visión.
Son los elementos que recrean el hábitat, los que hacen que los animales no se escapen de sus recintos, jugando la arquitectura un papel fundamental en todo el conjunto.
Se puede decir que el visitante va en alto, y abajo, están los animales rodeados de vegetación, montañas y agua. Es una visita muy agradable porque a pesar de ser un zoo urbano, tú estás como en el bosque con ellos. Además, unas especies conviven con otras, tal y como ocurre en la naturaleza.
Árbol Baobab, territorio de lemures
La joya de Madagascar es el árbol Baobab gigante, por el que se accede al hábitat de los lémures. Para entrar hay que esperar que se forme un pequeño grupo y la visita al árbol es guiada, la primera a las 11 am.
Un techo de árboles nos cubre de los rigores del verano. Lo primero que vemos es una familia de lémures de cola anillada, muy juntos, que nos ofrecen una bella estampa. En el recinto, los lémures están sueltos, pero no se acercan demasiado a las personas. Hoy se dejan ver el lémur rojo, el negro, y uno blanco y negro que se pasea sin miedo delante de nosotros.
África Ecuatorial, las especies más majestuosas
Entramos en territorio africano, hábitat de especies como el gorila, el chimpancé, el cocodrilo del Nilo, hipopótamo pigmeo o el impresionante leopardo. Además de otras especies como grullas, flamencos, suricatas y diversas aves. Cada animal se encuentra rodeado de elementos propios de su hábitat, como lagunas, piedras, cascadas, etc.
Fue muy impresionante ver como la mamá gorila cuidaba de su bebé de pocos meses, no dejando que se alejara de su lado, mientras el pequeñín trataba de investigar todo a su alcance. En el caso de los gorilas, solo nos separa de ellos una plancha transparente de cristal.
Para acceder a Oceanía, y las Islas del Índico y Pacífico, pasamos por delante del tigre de sumatra, donde viven una pareja de tigres. El calor hace que el macho esté dentro del agua, aunque más tarde lo podremos ver tan cerca de nosotros que impresiona.
Indo Pacífico, lo más exótico de Bioparc
En esta zona podemos encontrar iguanas, tortugas gigantes y, el elegante dragón de Komodo que, en su hábitat natural, es el depredador número uno, y puede llegar a pesar unos 90 kilos. ¿Sabías que ellos solo muerden a sus presas y esperan a que mueran de infección causada por el veneno de su saliva?
En Bioparc, verás al dragón de komodo merodeando por las ruinas del templo Khosmal (reproducción) y también podrás entrar a un recinto donde hay otros dragones, reptiles, serpientes y camaleones.
Sudeste asiático, manglares, bosques y ríos acogen una fauna impresionante
En esta zona se recrean ecosistemas muy variados, ríos, bosques, manglares que acogen a infinidad de especies animales. Los que más nos impresionaron fueron el orangután de Borneo, el panda rojo y el tapir malayo.
Sobre el orangután, aprendimos que vive en los árboles, y que en el suelo se vuelve un poco torpe. Son muy inteligentes, incluso usan herramientas para conseguir la comida.
El panda rojo, que suele ser muy tímido esta vez salió a curiosear y pudimos verlo muy bien. También es un animal que se siente muy cómodo en los árboles y duerme unas 15 horas al día, ¡que gozada!
Muy cerca del recinto del panda rojo, tenemos la zona de restauración donde podemos tomarnos algo fresquito, reponer fuerzas y comer un poco.
Otro animal que nos impresionó fue el tapir malayo, que estaba en ese momento dándose un buen baño. Son herbívoros y están emparentados con los caballos y los rinocerontes actuales ¡vaya mezcla! Tienen una función muy importante porque dispersan las semillas, favoreciendo el crecimiento de la flora en diversos lugares.
Aviario, más reptiles y peces
Después pasamos al recinto del aviario donde los animales están sueltos dentro del lugar, excepto algunos reptiles y serpientes, como la pitón verde. Abre bien los ojos porque podrás ver animales en los árboles, como el zorro volador, que es un murciélago bastante grande que se alimenta de fruta y que pasan la mayor parte del tiempo colgados boca abajo abanicándose con sus grandes alas.
Los peces también tienen su lugar y podemos encontrar pirañas, pez espátula, esturiones y otros.
Una vez que hemos hecho todo el recorrido por el orden del mapa, nos acercamos a ver algunos animales que antes no hemos podido ver bien o que nos han gustado, como el chimpancé.
¿El porqué de un zoo?
Para los que amamos a los animales, ir a un zoo te puede dejar con una sensación agridulce, al menos al ver a algunas especies concretas, como pueden ser los primates, o los grandes felinos. No obstante, allí nos explicaron el origen de los animales que están en Bioparc, y los programas de conservación en los que participan, y todo eso nos dejó con un buen sabor de boca. Porque de lo que se trata es de realizar una labor de investigación, conservación y educativa.
La experiencia
Ir acompañados de niños a un lugar como Bioparc nos da la oportunidad de ver las cosas con una mirada nueva y se sorprendernos con ellos al ver un animal como un gorila o un cocodrilo por primera vez. Te animamos a que lleves a los más pequeños de la casa a visitar Bioparc Fuengirola.
La visita es muy agradecida, puedes hacerla en unas dos horas, aunque a nosotros nos llevó al menos tres. Y si te gusta mucho, puedes volver a ver de nuevo ese animal que te ha sorprendido. Aconsejamos que os lo toméis con tranquilidad e incluso podéis comer algo en la cafetería interior, para descansar un rato, y seguir con fuerzas renovadas.
Además, cada día, a las 14 h. hacen una exhibición de aves y mamíferos.
En definitiva, la visita a Bioparc Fuengirola es muy recomendable con niños y muy agradable también para los adultos, así que ¡repetiremos seguro!
También existe la opción de adquirir un pase anual que sale muy económico y puedes visitar el parque todas las veces que quieras en un año.
Al salir, puedes llevarte un recuerdo de la tienda, en nuestro caso, nos llevamos un pequeño flamenco rosa.
Si te ha gustado, no te pierdas el artículo sobre nuestra visita a BIOPARC VALENCIA.