Playas y senderos de Vejer de la Frontera

Alojamiento

Nos alojamos en Casas El Molino de Vejer, cinco casitas para 2 y 4 personas que se encuentran en las afueras en la parte alta del pueblo, un lugar que es un auténtico balcón sobre la costa y desde donde podrás ver unos atardeceres de escándalo.

Francisco nos recibe con la amabilidad que le caracteriza y nos abre la puerta de la casita que va a ser nuestro hogar en los próximos 4 días. La casa es amplia, y cuenta con un salón cocina y una habitación con baño, además de un porche y un jardín que es una joya, justo al lado de uno de los lugares de vuelo más importantes de la zona.

Cada atardecer nos encanta disfrutar de la puesta de sol mientras que los parapentes sobrevuelan por encima de nosotros.

Otro detalle importante es la historia del lugar, ya que eran antiguas casas de agricultores y ganaderos del pueblo, perfectamente rehabilitadas para la mayor comodidad del visitante. Se conservan aún algunos molinos antiguos, uno de ellos perteneció a la familia de nuestro anfitrión, y allí sigue siendo testigo de los acontecimientos.

5 playas especiales en la provincia de Cádiz

Uno de los atractivos de la zona son evidentemente sus playas. Tendrás que decidir a cuál te quieres dirigir, ya que será imposible visitarlas todas en 3 o 4 días. Nosotros te daremos algunas que nos han gustado por ser playas muy naturales, o por tener otros atractivos importantes.

Playa de la Hierbabuena (Barbate)

Esta playa se encuentra muy cerca de la población de Barbate y nos gusta porque se trata de una playa natural, con un espeso pinar como telón de fondo y al lado de los acantilados de la Breña, un lugar maravilloso para pasar un día en familia o en pareja.

Es una playa amplia y extensa a la que se accede desde pequeños aparcamientos a la salida de Barbate, cerca del Puerto Deportivo y Pequero. En esta playa comienza el sendero que recorre el acantilado de La Breña, conocido como el Tajo de Barbate.

También debes saber que en el mismo Puerto de Barbate se encuentra el Centro de visitantes del parque natural La Breña y Marismas de Barbate, donde te recomendamos ir si vas a esta playa.

Paseo por el Faro de Trafalgar en bajamar

Si hay un paseo ideal para hacer con los peques es rodear el Faro de Trafalgar aprovechando la marea baja, ya que van a disfrutar de lo lindo buscando cangrejos y peces en los pequeños charcos que se forman al bajar la marea. Además podrás disfrutar de las increíbles dunas y las formaciones rocosas tan características de esta zona y hacer un montón de fotos en los alrededores del faro.

Para llegar a las cercanías del Faro, existe un aparcamiento de bastante capacidad y que está vigilado. A fecha de septiembre de 2020 su precio es de 3 € por vehículo y está abierto hasta las 21 h.

Desde allí, puedes ir a pie hasta el faro por un increíble paisaje de grandes dunas. Al llegar al Faro, no olvides asomarte a la parte de poniente desde donde verás la extensa playa que se abre ante tus ojos, Zahora, El Palmar y las calas de Conil de la Frontera.

Desde el faro, baja por una senda acondicionada de madera hasta la playa y el regreso lo harás por la misma playa. Esta parte es la más espectacular de la ruta, ya que durante la bajamar quedarán a la vista los suelos marinos y podrás adentrarte en ellos para buscar todo tipo de cangrejos, moluscos y pececillos que quedan atrapados en los charcos hasta que vuelve a subir la marea.

La erosión del agua y del viento moldea en las rocas unas formaciones curiosas que podrás ver a lo largo de toda la playa. En esta parte también suelen quedar atrapadas embarcaciones tipo cayucos e incluso algún delfín o grandes peces que se quedan atrapados en la playa.

Playa de Bolonia y Baelo Claudia

Podemos decir, sin temor a equivocarnos que la Playa de Bolonia es mucho más que una playa, y es una de las visitas imprescindibles de la provincia de Cádiz.

Para muchos, una de las playas más bonitas de Andalucía, esta gran playa natural, de arena dorada y aguas turquesas, está rodeada de extensos pinares y cuenta con varios elementos que le otorgan la etiqueta de imprescindible.

Una majestuosa duna de unos 30 metros de altura es la joya del lugar, junto a las ruinas romanas de Baelo Claudia, visita fundamental si viajas a Cádiz. Te recomendamos encarecidamente la visita al conjunto monumental que es gratuita para ciudadanos europeos. Conocerás una auténtica ciudad romana que también incluía una fábrica de salazones. Está declarado Monumento Histórico Nacional y te sorprenderá el buen estado de conservación en el que se encuentra.

Después, si hace buen día de playa, te podrás bañar en las cristalinas aguas de la playa de Bolonia y pasear hasta la duna, e incluso subirla para contemplar la playa desde arriba. Ojo, porque el esfuerzo es más de lo que parece, aunque la recompensa merece la pena.

Playa de Zahora

La Playa de Zahora es otra de nuestras preferidas en esta costa, y en esta ocasión, además de ser una playa natural de dunas y pinares costeros, vamos a destacar sus increíbles atardeceres otoñales, los más especiales que hemos vivido. Los atardeceres aquí son tan bonitos que arrancan los aplausos de los visitantes.

Cala del Aceite

La Cala del Aceite es una de las calas más grandes de Conil y se encuentra rodeada de acantilados y resguardada del viento de levante, así que es una excelente opción para ir cuando el viento sopla fuerte. Es una playa familiar a la que se accede desde el camping, cuenta con un chiringuito. Suele tener gran afluencia de personas así que recomendamos visitarla en primavera o en otoño, o evitar los fines de semana.

Ruta de Los Molinos de Agua (Santa Lucía – Vejer de la Frontera)

Muy cerca de Vejer de la Frontera, en la pedanía de Santa Lucía decidimos hacer una ruta fácil para visitar Los Molinos de Agua, declarados Monumento Natural, un paseo que podemos hacer de manera circular o lineal. Este último caso es más recomendable si vamos con niños porque es más corto y evitamos un tramo de subida y sin sombra que atraviesa unos campos cercanos.

Los Molinos de Agua son de construcción romana y fueron rehabilitados por los árabes, aprovechando el caudal del manantial de La Muela. Utilizaban los desniveles naturales del terreno para conseguir saltos de agua y así hacer funcionar los molinos, para moler trigo y posteriormente para conseguir energía eléctrica. También hay acueductos para reconducir el agua por donde les convenía. El agua que sobraba se usaba para regar los huertos.

El inicio de la ruta está en el núcleo de la pedanía de Santa Lucía, donde encontrarás un cartel informativo cerca de la Iglesia. Allí mismo puedes dejar el coche aparcado.

El primer molino que nos encontramos está precedido de una cascada y es el Molino del Hoyo. Muy cerca hay un aula de Naturaleza que realiza actividades para los más pequeños. Allí podrás ver algunas piedras de molino, y hay otra cascada.

El siguiente molino es el de Batán, y justo después pasaremos por una pasarela de madera que han habitado para superar el acueducto romano de Santa Lucía. Esta pasarela nos lleva a otro de los molinos, el Molino del Garrobo.

Durante todo el recorrido, vamos a disfrutar de una exuberante vegetación, que, unido al rumor del agua, hacen del recorrido un paseo muy relajante. Llegamos así al Molino de Miraflores, el último, antes de regresar por los campos de cultivo de Santa Lucía. Nosotros hemos realizado la ruta circular empezando por los molinos, pero también podemos realizar el recorrido a la inversa, para quitarnos al principio la parte con menos sombra que es la parte que rodea los campos de cultivo.

Para aprovechar la última media jornada de estancia que nos quedaba, decidimos hacer la senda de Buenavista y la Calzada Romana. Empieza y termina en el mismo pueblo de Vejer. Es una ruta relativamente corta y sencilla que se puede hacer con toda la familia, y la cual discurre por el sendero de Buenavista, qué es quizá la parte más atractiva de la ruta con la imagen del sendero como si fuera un túnel entre la vegetación mediterránea.

El regreso se realiza por lo que se conoce como la calzada romana desde donde se inicia la subida a Vejer por carretera, dónde está el restaurante Los Olivos. Es una ruta circular de unos 7 km ya que solamente nos limitamos a hacer la ruta sin añadir los posibles paseos por el pueblo de Vejer, muy recomendado para refrescarse tomando algo en cualquiera de sus rincones pintorescos.

Para comenzar, aparcamos en la calle Miramundos, dónde se encuentra nuestro alojamiento. Aquí comenzamos la ruta en dirección salida del pueblo hacia San Ambrosio que se encuentra en la salida de esa misma calle.

Nada más abandonar el pueblo por la carretera recta y en bajada con vistas a la Janda nos incorporamos al sendero que va paralelo a la carretera y por dónde suelen pasear la gente del pueblo, por dónde continuaremos aproximadamente casi un kilómetro y estaremos pendientes para abandonarlo a la derecha por una ligera subida y dónde hay un mirador natural con bonitas vistas a La Janda para después bajar.

Si es a primera hora de la mañana este tramo lo haremos en sombra por un camino ancho que va bajando suavemente y en algunas ocasiones veremos algún cartel de propiedad privada que obviaremos para continuar por el por el camino que aquí está balizado como de Paternina.

Llega un momento en que el camino dibujará una curva para cambiar de dirección, punto dónde llegaremos al camino de Buenavista, que veremos bifurcarse en bajada a la izquierda (hay algunos carteles están tirados en el suelo).

Está es la zona más bonita de la ruta que son aproximadamente unos 500 m y se hacen en bajada. Al final de esta bajada llegaremos a un pozo colmatado en su fondo. El sendero continuará en ligera subida y sin el techo de vegetación anterior, hasta que conectaremos con carril que tomamos a la derecha.

En este tramo iremos atravesando diversas fincas con vacas retintas. Continuará la ruta bajando ligeramente por una pista cómoda, aunque al sol, hasta que lleguemos al nuevo Hospital de La Janda.

Aquí no hará falta pisar la carretera iremos por la misma acera del hospital y en breve llegaremos a la rotonda de subida a Vejer y dónde está también el restaurante Los Olivos.

Justo a la entrada veremos a derecha un camino que sube recto, el cual cogeremos. y posteriormente, tras girar a izquierda veremos que se transforma en un empedrado. Es la llamada calzada romana, la cual seguiremos en subida, un poco más pronunciada. Atravesaremos un puente de madera. Poco a poco iremos aproximándonos al pueblo por la parte norte, siempre con bonitas vistas hasta que finalmente veremos un molino; uno de los que todavía quedan. Llegado a este punto entraremos en la primera calle de Vejer, la que seguiremos subiendo siempre a la derecha hasta que finalmente llegaremos a nuestro punto de inicio de la ruta.

Si se va a hacer en época calurosa es mejor hacerlo a primera hora de la mañana. Y recordar que siempre, lo hagamos en el sentido que lo hagamos, el regreso lo tendremos que hacer en subida. Lo que significa subir unos 180m hasta llegar de nuevo al bonito pueblo de Vejer.