Vejer de La Frontera: Balcón de la Janda

En otras ocasiones, pues no es la primera vez que visitamos Vejer, hemos aprovechado para coger la bicicleta y bajar a la playa de Zahora por el carril de Buena Vista (comenzando justo en nuestro alojamiento), pasando por la de Foncubierta o La Ermita de San Ambrosio. Otras veces hemos andado todo el día desde Barbate hasta Conil, disfrutando de la inmensidad de estas playas, pero en esta ocasión, al estar ya Alma con nosotros (11 meses), los desplazamientos a la playa los hacemos en coche. Como todo está cerca y el encanto del pueblo nos gusta más que un alojamiento en primera línea, en esta ocasión será diferente pero lo disfrutamos igual o más, si cabe.

Podremos disfrutar de playa si es tiempo de playa y si no lo es y el viento lo permite también, porque aquí la playa en un sendero. Y aunque no nos alojamos en primera línea de playa estamos en uno de los pueblos más bonitos de la península.

Cada día, es importante planificar las salidas en función del tiempo. Con la suerte de tener servicios online que predicen la fuerza y la dirección del viento cada día e incluso las mareas, es mucho fácil esta organización. Estos factores jugarán un papel importante en nuestra planificación. Si contamos con vientos de Poniente lo normal es que sean más suaves que los de Levante, pero también más frescos. Nosotros con Poniente hemos tenido temperaturas de 21 grados a las 12 del medio día.

Llegada a las Casas El Molino

Llegamos a las casas El Molino de Vejer. Las casitas tienen el encanto que nos habíamos imaginado viendo las fotos en su página web. Quizás el hecho de conocer ya el pueblo, de otras visitas que hemos realizado, nos ha ayudado a encontrar el mejor lugar. Para nosotros, lo es. Las vistas y la brisa forman parte del alojamiento.

Cuentan con su propia historia. Eran antiguas casas de agricultores y ahora comparten sitio con el vestigio de antiguos molinos en la parte alta del poniente vejeriego. Antaño hubo muchos molinos, de los que ahora quedan sólo 6 o 7, numerados en los mapas de información, y divididos en dos partes: la zona de poniente y levante de Vejer.

De primera mano, Francisco, el propietario, nos cuenta la historia de la que él ha sido testigo. En el pasado su familia poseía el molino que regenta las casas. Vivió aquí, justo donde ahora está el restaurante, que conserva el horno de piedra que se usaba antaño. Son 5 casas rurales recuperadas de las antiguas casas de agricultores y ganaderos. Hechas con detalles de madera y piedra a estas casitas no les falta detalle. Francisco nos acoge con los brazos abiertos y nos facilita todo lo que podamos necesitar.

El aparcamiento es fácil, lo cual siempre supone una ventaja. En otras ocasiones, lo hemos tenido más difícil al alojarnos más en el centro histórico del pueblo. Las casas cuentan cada una con un porche de entrada ideal para estar bien a gusto. Además un maravilloso jardín con las mejores vistas de la comarca de la Janda y el mar. Salimos al jardín y aquí, delante nuestra tuvo lugar la batalla de Trafalgar.

Sobre nuestras cabezas podemos contemplar al atardecer el vuelo de los parapentes, ya que muy cerca hay una pista de despegue.

Por la tarde, una vez que ya ha bajado un poco el sol, decidimos salir para visitar la Ermita de San Ambrosio y el Palomar de la Breña. Ambos lugares nos van a sorprender. Con el coche nos desplazamos por el camino de Buenavista que como su propio nombre indica nos da la posibilidad en días buenos de ver toda la comarca de la Janda con el mar como telón de fondo. Pasamos por la umbría de la fuente de Foncubierta que nace en la misma cuneta de la carretera y cuyo caudal está regulado por una bomba de émbolo manual.

La Ermita de San Ambrosio, que se encuentra en el término municipal de Barbate, ha sido declarada Bien de Interés Cultural y es uno de los pocos ejemplos de basílica paleocristiana encontrados en el sur de la península, junto a la ermita de los Santos de Medina Sidonia y la ermita de la Silla del Papa.

Desafortunadamente esta ermita se encuentra en una situación de total abandono, apuntalada por riesgo de derrumbe, con falta de cubiertas y ha sido víctima de vandalismo con presencia de pintadas y extracción de rocas. Esperamos que desde las administraciones competentes se tome conciencia del valor de este patrimonio y se proteja como se merece, con las actuaciones que sean necesarias para su recuperación y conservación.

Nos dirigimos ahora a visitar un Record Guinness, el Palomar de la Breña, el más grande del mundo, que se encuentra en una hacienda del siglo XVIII y que está actualmente inactivo. Se construyó para abastecer a los barcos que partían a América. El estiércol de paloma servía para fabricar pólvora y para el cultivo de cáñamo y tabaco. Además, los barcos también aprovecharon la carne de paloma y el uso de las mismas como palomas mensajeras. Impresiona imaginarse esta gran construcción llena de palomas. Actualmente hay un hotel y un restaurante en este lugar, donde podemos tomar algo. Para visitar el Palomar hay que pasar por el bar y pedir permiso, pero la entrada es totalmente gratuita (julio 2018) y te dan acceso sin problema.

Sendero de los Acantilados de la Breña

Otro de los atractivos naturales de la Comarca de la Janda es el Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate. Como no hacía mucho calor hoy nos vamos a hacer el sendero de los acantilados, comenzando en Caños de Meca. Se trata de un paseo por el interior de los pinares de este espacio natural, y va en todo momento paralelo a los acantilados. En algunos puntos podremos asomarnos al mar en una especie de miradores naturales, teniendo cuidado de no caernos, ya que hay bastante altura. Hay algunos miradores que sí están protegidos, sobre todo los que hay cerca de la Torre del Tajo, desde donde ya se divisa el puerto de Barbate.

La ruta se puede hacer en cualquier época del año, aunque si estamos en verano, es recomendable hacerla a horas de menos calor, temprano por la mañana o al caer la tarde. Este paseo da mucho juego porque empieza y termina en playa, así que si tenemos calor, lo tenemos fácil para refrescarnos.

Hay varias opciones para combinar. La ruta de los acantilados es lineal de 7,3 Kilómetros, empezando en Caños de Meca y acabando en Barbate, en la maravillosa playa de la Hierbabuena. También se puede hacer al contrario, pero recomendamos en este sentido porque tiende a la bajada y es bastante más cómodo.

Si hacemos el sendero completo lineal, lo suyo es no tener que volver de nuevo andando a donde hemos dejado el coche. Por eso, si disponemos de dos vehículos se puede dejar uno en el final del recorrido, para volver en ese vehículo al punto inicial. O bien contratar un taxi para volver.

En nuestro caso, solo hemos llegado a la mitad del recorrido hasta la Torre del Tajo, donde hay una pequeña área recreativa con mesas. Allí nos hemos dado la vuelta para regresar a Caños de Meca.

Algunos puntos del recorrido se hacen más lento porque hay bastante arena y cuesta un poco avanzar. Pero en general, el recorrido es bastante cómodo y suave incluso para hacerlo con niños. Además, en estas arenas es muy fácil ver huellas de animales, y se puede jugar con los peques a encontrarlas y reconocer a qué animal pueden pertenecer (reptiles, aves, pequeños mamíferos…)

Y ¿por qué hay arena si no estamos en la playa? Andamos siempre sobre el acantilado, incluso 100 metros por encima del nivel del mar en la parte más alta. Realmente estamos caminando sobre dunas, que han quedado separadas del mar por la acción de los vientos, de las mareas y otros procesos geológicos. El pino piñonero hace que las dunas no se degraden y además la recolección del piñón es uno de los aprovechamientos más importantes del PN de la Breña.

Si hacemos el sendero completo y llegamos a Barbate, es muy interesante visitar el Centro de Información del Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate, que está situado en el puerto. Tiene una exposición permanente denominada "Un mosaico litoral", compuesta de tres bloques temáticos interactivos, correspondientes a las tres áreas que conforman este espacio protegido:

El casco histórico de Vejer, para verlo dejándote llevar

Por la tarde, volvemos a Vejer y decidimos pasear por el pueblo, descubriendo el intrincado laberinto de sus hermosas calles y recorriendo su casco histórico rodeado de su recinto amurallado. Entramos al centro por la calle Juan Relinque, con sus tiendecitas de artesanía, y productos locales donde podemos comprar delicias gastronómicas típicas de Vejer como dulces tipo pestiños con miel, carnes de retinto, chacinas. Pasamos por el Mercado de Abastos y llegamos a La Plazuela. Subimos por la calle Nuestra Señora de la Oliva hacia la Puerta de la Segur, por donde entramos al recinto amurallado, la parte más interior del casco histórico.

A partir de aquí tienes muchas posibilidades de recorrer el centro, y tienes rutas y callejeros, pero te recomendamos dejarte llevar por tu instinto y seguir por donde más bonito te parezca, ya que ninguno de estos rincones te va a defraudar.

Si te gusta la fotografía, Vejer te va a enamorar y no vas a dejar de disparar tu cámara o tu móvil. Si eres de los que quieres un selfie en cada rincón bonito, no vas a darle ni un descanso al móvil.

No falta detalle, casas blancas, calles estrechas e intrincadas, rincones con mucho encanto. ¡Déjate llevar! De verdad, es lo mejor. Así descubrirás el Castillo, de los siglos X y XI, la Iglesia del Divino Salvador, muy especial con sus detalles mudéjares. La preciosa Judería, sus calles, con el Arco de las Monjas, y muy cerca “La Cobijá”, el monumento a la mujer vejeriega. El Arco de la Villa, el Arco de Sancho IV y la moderna Plaza de España con sus palacios y casas solariegas, ya fuera de la muralla. En el centro de la plaza, la “Fuente de los Pescaitos”, hecha con azulejos sevillanos.

El paseo lo puedes completar con varias paradas para tomar algo, porque no van a faltar bares y restaurantes de todo tipo para que puedas degustar especialidades de la tierra o simplemente una pizza o unas tapas. En nuestra opinión, los restaurantes y bares en los que hemos estado nos han sorprendido por su calidad, y ya es cuestión de gustos gastronómicos parar en uno o en otro. Te recomendamos que pruebes.

Y por supuesto, Vejer de noche tiene un encanto especial. Si puedes visítalo de día y de noche, porque es totalmente distinto. Como puedes comprobar, ¡a nosotros Vejer nos tiene enamorados!

Cabo de Trafalgar con marea baja

Pasear con marea baja alrededor del tómbolo de trafalgar es una de las actividades que no podemos dejar de hacer en cada visita a estas tierras. Los niños se divierten descubriendo la fauna que queda atrapada en bajamar (cangrejos, pececitos, moluscos…) Los distintos colores y formas que conforman el paisaje, es un espectáculo diferente a nuestras mayoritarias excursiones montañeras. Aquí no hay árboles ni montañas, pero hay piscinitas llenas de algas, estructuras de rocas con formas imposibles, arena, conchas, mar…

Para comenzar este paseo nos tenemos que dirigir hacia Caños de Meca y antes de llegar desviarnos para el Faro de Trafalgar, está señalizado. Esta zona cuenta con poco aparcamiento, pues desde hace un tiempo está restringido, y es por lo que decidimos aparcar en el parking de la entrada (3€ todo el día).

Otra opción es aparcar en alguno de los chiringuitos reservados a clientes si vamos a consumir. Hemos visto como ha subido el precio de todo, en los últimos diez años, desde poder aparcar en la misma calle principal que va al faro, a pagar 2 € el año pasado en este mismo parking. Pero es el precio que hay que pagar por ir a un lugar con mucha afluencia turística.

Nada más dejar el coche, nos dirigimos por la playa hacia el faro, realmente el tómbolo, que es una isla que ha sido unida a tierra por efecto de los vientos y la acumulación de arena. Aprovechando la baja mar caminamos por la playa y enseguida disfrutamos de las formaciones que la erosión deja en las rocas que normalmente están cubiertas por el mar. Empezamos a andar por las piscinas naturales con peces y cangrejos. Siempre hay lugareños recolectando camarones o cualquier otro crustáceo que aquí queda momentáneamente atrapado. Hemos pillado un día bueno en cuanto a la amplitud de la marea, y queda libre de mar un espacio bastante amplio.

Cada vez vemos más restos de pateras o zodiacs como recuerdo de otro drama más que vivimos en este presente.

Subimos hacia el Faro de Trafalgar y lo rodeamos. Desde el faro, desde donde podemos ver el pueblo de Conil hacia Poniente podemos bajar por la pasarela de madera para pasear hasta la playa de Zahora. Y ya para redondear, podemos ver el atardecer allí, ya que se trata de un espectáculo, con aplauso final incluido, todas las tardes.

Las playas del litoral gaditano son amplias y si te gusta pasear por la arena puedes hacer una ruta desde donde quieras hasta donde alcances llegar.

De nuevo te recomendamos una herramienta que te informe del estado de las mareas. Nosotros usamos en este viaje Tabla de Mareas:
https://tablademareas.com

Para terminar este viaje decidimos hacer una ruta por la Playa del Palmar y visitar el vecino pueblo Conil de la Frontera también con mucho encanto. La Playa del Palmar es la playa del municipio de Vejer de la Frontera. Hay que tomar dirección Caños de Meca o Conil. Después de la gasolinera nos desviamos hacia Conil y estamos pendientes de las indicaciones para Playa del Palmar.

Hoy hay un ambiente fresco, lo que invita a dar largos paseos por la playa. Hay que tener cuidado con el sol porque aunque las temperaturas sean suaves, en el mes de julio es cuando el sol incide más directamente y tenemos mayor radiación solar y podemos quemarnos la piel si no nos protegemos, con cremas solares y con ropa. Sobretodo mucho cuidado con la piel de los más pequeños. Paseando cerca del mar, el peligro de quemarse se acrecenta.

Damos un largo paseo empezando en la Playa del Palmar en la punta Roque del Este donde se ubica la torre vigía Torre Nueva o Torre de El Palmar. A lo largo de la costa abundan estas torres vigías que formaban parte de un sistema defensivo que aprovechaba las ventajas de visibilidad que ofrecía la línea costera y que fue promovido por Alonso Pérez de Guzmán, “el Bueno” en el siglo XIII. Esta Torre Nueva está reformada y data de bastante más tarde, del siglo XVI.

Continuamos andando por la Playa del Palmar, una de las más grandes de toda la comarca, con una longitud de 4,2 Km, y una anchura de unos 80 metros la parte más ancha, de arena fina y dorada y de poca profundidad, ideal para jugar con los niños, aunque sin quitarles ojo de encima.

También encontraremos varios restos de búnkeres antes de llegar a la Torre de Castilnovo, justo en el límite entre Vejer y Conil. Esta Torre mide 17 metros de altura, está hueca y es visitable. Se accede por unas escalerillas de piedra que dan al interior, donde antiguamente había unas escaleras de caracol de madera. Esta torre es del siglo XVI y sirvió de torre vigía y de atalaya para la almadraba. Pertenecía a la fortaleza-poblado de Conilete, destruido en su totalidad por el tsunami de 1755. Se aprecia en sus alrededores las trazas de su amurallado. La torre de Castilnovo es la más importante de Conil después de la torre de Guzmán, que está en el centro del pueblo.

Una vez que llegamos a Conil, nos dirigimos a la Torre de Guzman, donde también se encuentra la parroquia de Santa Catalina. La Torre se puede visitar subiendo hasta la azotea, desde donde tenemos vistas de la Playa de los Bateles, el faro de Roche y la Cala del Aceite.

Luego paseamos por el centro de Conil, con sus estrechas calles ahora llenas de puestecillos de artesanía y recuerdos.

Para este reportaje os pueden ser útiles estas webs:

winbdguru Bolonia o Conil
https://www.windguru.cz/48766

ElTiempo.es
https://www.eltiempo.es

Tabla de Mareas
https://tablademareas.com

Si visitáis Vejer en otra época del año que no sea en verano, también os recomendamos hacer estas otras actividades muy interesantes:

- Sendero de Las Marismas de Barbate a pie.

- Ruta en bici circular desde Vejer hasta La Breña – Barbate – Marismas de Barbate - Vejer. Lo podéis ver en este otro reportaje (Reporteros, tres días en la costa Gaditana)

- Senderos de turismo rural desde Vejer. Recientemente el Ayuntamiento de Vejer ha apostado por el turismo rural y ha señalizado y documentado una serie de senderos desde el pueblo o cerca del pueblo. Por ejemplo: Sendero de Los Molinos de Aire o Sendero de Los Molinos de Agua. Podéis conseguir más información en la Oficina de Turismo de Vejer de la Frontera.