Valle de Arán
En el valle conviven tres lenguas cooficiales: el aranés (dialecto occitano), el catalán y el castellano. El nombre Val d\'Aran es aranés. La teoría más difundida establece que Val d\'Aran significaría Valle del Valle (val significa valle en aranés y aran, del vascuence haran, también significa valle), ya que el vascuence se habló en pueblos pirenaicos de Lérida hasta los siglos XII - XIII.
En nuestro viaje hemos ascendido a picos de más de 3.000 metros, hemos recorrido zonas con una alta densidad de lagos como el circo de Colomers, hemos fotografiado cascadas impresionantes, visitado iglesias románicas muy antiguas, paseado por bosques con encanto. Sin olvidar la escapada a la zona de Benasque para ascender el Aneto y conocer el Parque Natural de Posets Maladeta. Te invitamos a revivir nuestra experiencia.
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Valle de Arán
Primer día, hemos llegado a Vielha, la capital del Valle de Arán. Nos alojamos en el apartahotel La Vall Blanca, muy acogedor y cómodo, con cocina incorporada, lo que nos permitirá organizarnos bien para los madrugones y cuando lleguemos a una hora fuera de los horarios de cocina, que previsiblemente será la mayoría de los días.
Este apartahotel está en el centro de Vielha, muy bien situado y se adapta muy bien a cualquier familia, ya que cuenta con apartamentos con todo tipo de configuración, y con todos los servicios de un hotel. Además está abierto durante todo el año, permitiendo acudir en cualquier momento del año, ya sea para disfrutar de la nieve en invierno, como para hacer excursiones a la montaña en épocas estivales.
Ya llegamos un poco tarde y aprovechamos para organizar todo lo que queremos ver en los próximos días, consultar la previsión del tiempo, buscar tracks, y echar un ojo a los folletos turísticos. Nos sorprende el anuncio de una ciclogénesis explosiva que barrerá la península de oeste a este en los siguientes dos días. Ya empieza a notarse mucho viento, veremos.
Día 2.- Cascadas de Molières
Ha estado lloviendo por la noche pero lo más preocupante es el viento con rachas de más de 100 Km por hora. Decidimos visitar las cascadas de Molières, una caminata muy corta (unos 30 minutos) que se inicia en la boca sur del Túnel de Vielha. Desde allí parten diversas excursiones más largas por si la meteorología nos da opción.
Esta caminata hasta la cascada puede hacerla cualquier persona, incluso niños por su sencillez, apenas tiene subida y se anda por un buen sendero que discurre por un bosque de hayas, que en otoño tiene que ser espectacular. Aún es un poco pronto para ver los bosques bañados de tonos amarillos, naranjas y rojos, pero aún así es un paseo mágico.
Llegamos a la cascada, baja gran cantidad de agua que proviene de uno de los picos más altos del valle, el Tuc de Moliéres, de 3.010 metros de altitud. Llegar hasta este tresmil es tentador, pero no es el día. Hace mucho viento.
Una vez que hemos visto la cascada decidimos tomar la ruta hacia el puerto de Vielha, aunque sabemos que será difícil llegar, por las fuertes rachas de viento. Allí abajo, en el bosque, la cosa estaba tranquila, pero en cuanto superamos unos cuantos metros de desnivel hacia el puerto empezamos a notar fuertes rachas que traían nubes muy oscuras, hasta que tuvimos que abortar la ruta y volver al coche. Quedan muchos días y esperamos que la meto mejore.Por la tarde aprovechamos para visitar el pueblo de Vielha, la iglesia de Sant Miquèu, la oficina de turismo y dar una vuelta por sus calles, sobre todo por su parte antigua, contigua al río.
Día 3 y 4.- Una escapada a Benasque para subir al Aneto
Los miembros de Reporteros.NET habíamos intentado en un viaje anterior subir al monarca de los Pirineos, el Aneto. Aquella vez, no pudo ser y, aprovechando que estamos no muy lejos de Benasque (1 hora y media por carretera) planificamos un nuevo intento, esta vez exitoso. Las previsiones meteorológicas mejoran para los próximos días y parece que tendremos buen tiempo, condición fundamental para cualquier ruta a un tresmil.
La subida al Aneto es larga, así que decidimos dormir en el Refugio de La Renclusa para salir a las 6 am con un cielo absolutamente despejado y estrellado. Cuando llevamos ya una hora subiendo comienza a amanecer en el macizo de Posets Maladeta y el paisaje que se presenta ante nuestros ojos es increíblemente bello. Eso nos da fuerzas para continuar la fuerte subida por el caos de bloques, una zona muy dificultosa con riesgo de desorientación. Hay bastante nieve en las rocas por las nevadas de los últimos dos días.
Llegamos a la entrada del Portillón Superior, donde nos encontramos con un grupo de más de 100 miembros de ejército que han recibido la misión de coronar el Aneto. Van muy cargados, demasiado, llevan incluso un fusil cada uno, que nos confiesan que pesa casi 4 kilos. Nos unimos a su grupo sin poder evitarlo ya que van muy estirados y hacemos una pequeña parada para comer algo, ya con el glaciar en nuestro horizonte. Que lo veamos no significa que esté cerca, nos lleva casi dos horas alcanzar en primer nevero, a través de un caos de piedras desesperante.
Al pie del glaciar, adelantamos al grupo y los dejamos atrás. Ellos tienen que esperar a los más lentos que van una media hora más atrás. Nos equipamos con crampones, piolet y casco y vamos avanzando a lo largo de empinado glaciar. No entendemos cómo es posible que haya personas que se aventuren en él sin el equipo adecuado. Una caída o resbalón allí puede ser fatal, y de hecho se han producido muchos accidentes en este punto, que no presenta mayor dificultad si se va equipado. De hecho es la parte de la ruta en la que mejor se avanza, lejos de la lentitud que nos impone el caos de bloques de granito de la primera parte.
El pico lo tenemos a nuestro alcance, majestuoso se recorta sobre un cielo despejado, salpicado solo con alguna nube. A medida que nos acercamos al pico, la huella abierta por compañeros que han salido más temprano traza unos zigzags para superar los últimos 300 metros de desnivel. Nosotros seguimos la huella y poco después estamos en la entrada al temido Paso de Mahoma, una travesía de unos 50 metros muy expuesta y estrecha por la que se accede a la cumbre y a la cruz. Hay que hacerlo con crampones ya que hay nieve y hielo. No hay gente esperando en ese momento y aprovechamos para pasar con mucho cuidado. No hay nada de viento, pero las nubes no nos dejan ver el paisaje que debe ser espectacular. La montaña manda.
Conseguido. Reporteros.NET en el techo de Aragón y de los Pirineos. La emoción es muy fuerte.
Enfilamos la bajada que se antoja muy larga por la misma ruta de subida, aunque después de pasar el Portillón Superior, decidimos seguir unos hitos que evitan la zona del caos de piedras, y resulta ser mejor camino que el de subida. El trazado coincide con una señalización de puntos rojos que nos llevan de vuelta al Refugio. Allí recogemos algunas cosas que habíamos dejado en taquillas y seguimos bajando hacia el parking de la Besurta donde tenemos el coche. Una nueva aventura concluida.
Día 5.- Artiga de Lin, Uelhs deth Joeu y Bassa d`Oles
Hoy es un día de recuperación, una ruta como la del Aneto te deja un poco tocado y apetece hacer un paseo corto. Nos han dicho que uno de los lugares más bonitos del Valle de Arán al que se puede acceder fácilmente es el paraje llamado Artiga de Lin, así que nos ponemos en marcha hacia el pueblo de Es Bordes, donde cogemos una pista asfaltada que nos llevará a este lugar. Y no se equivocan. Esta maravilla conecta con Uelhs deth Joeu, una espectacular e inmensa surgencia de agua que, desapareciendo precisamente a los pies del glaciar del Aneto (Forau de Aigüalluts) en vertiente mediterránea, reaparece cuatro kilómetros después aquí, en la vertiente atlántica. Nos emociona pensar cómo están conectados los elementos, y el hecho de que el día anterior nuestros pies habían pisado el origen de esta agua.
La cantidad de agua que pasa por este lugar es realmente estremecedora, sobre todo para nosotros, gente del sur, donde el agua es un recurso muy escaso. Es un espectáculo quedarse contemplando el paso del líquido elemento. Comenzamos la ruta en el parking más cercano a Uelhs deth Joeu donde hay un puente sobre el río que tenemos que cruzar para coger un sendero que asciende en un zigzag hacia la parte superior de la cascada.
Pasamos una zona de pradera y vemos una especie de portada de piedra que nos da la bienvenida al Plan de Artiga de Lin, un paisaje grandioso difícil de describir: abajo pradera, ganado pastando, aguas tranquilas fluyendo; arriba bosques y grandes elevaciones kársticas. Realmente espectacular y recomendable.
También quisimos visitar la Bassa d`Oles, una especie de embalse que está situado en un precioso bosque por el que se puede pasear relajadamente. Se puede llegar desde los pueblos de Gausac, Es Bòrdes y Aubert. El paraje de Artiga de Lin conecta por pista asfaltada con Bassa d\' Oles. Una vez allí se puede hacer un corto paseo alrededor del embalse, aunque nosotros cogimos un sendero que nos llevó a una zona más elevada desde donde contemplar el bosque de Varicauba.
Día 6.- Tuc de Mulleres
Después del relajado día de ayer, hoy vamos a intentar otro tresmil, el Tuc de Mulleres desde donde seguro que tenemos una vista impresionante no solo del Val D\'Arán sino de buena parte de los Pirineos. Para esta ruta nos desplazamos a la boca sur del Túnel de Vielha, y dejamos el coche en las instalaciones del antiguo túnel, desde donde comienzan muchas excursiones. El día ha amanecido inmejorable, muy soleado y claro y nada de viento. Ideal para ascender a un tresmil. Nada que ver con la primera vez que vinimos a esta zona del túnel.
Hemos leído que es un tresmil asequible. A pesar de ello, salimos lo más temprano posible, nunca se sabe a esas altitudes. Pasamos de nuevo por las cascadas de Mulleres que habíamos visto el primer día, pero esta vez seguimos subiendo por un sendero marcado y señalizado con hitos. El sendero va subiendo suavemente mientras que va internándose en el valle. Remontamos varias cascadas por la parte derecha y llegamos a una zona donde avistamos varias marmotas. Algunas de ellas, lejos de asustarse se quedan tomando el sol sobre las rocas mientras nos miran con curiosidad.
El sendero atraviesa varias zonas de grandes pedreras y sube fuertemente para remontar el valle glaciar que comienza a empinarse bastante. Tenemos que superar un desnivel importante para llegar a donde se encuentra el llamativo Refugio de Mulleres, un lugar impresionante donde no nos importaría parar un rato. Quizás a la vuelta. No sabemos el tiempo que nos llevará la ruta. Cerca del refugio encontramos el primer lago que bordeamos por la derecha. Se respira una paz estremecedora allí. Seguimos ascendiendo por el marcado sendero señalizado con hitos rudimentarios. Llegamos al segundo de los lagos, alguna trepada donde tenemos que usar las manos para mayor seguridad, y el mayor lago. Todos ellos los rodeamos por la derecha, y ahora toca subir mucho. El sendero se confunde un poco más, porque predominan las pedreras. Nos encontramos un grupo de montañeros bajando y nos advierten que el acceso a la cresta es muy expuesto y que es importante que sigamos los hitos para entrar por el paso más fácil. Así que nos concentramos para ir por el camino correcto y ya vamos divisando el paso. Habrá que trepar. Bajan dos chicos muy cargados por el paso. Les guiamos un poco para que bajen por el sitio correcto. Nos toca subir. No es complicado pero hay que extremar las precauciones porque aquí no se permite una caída.
Una vez en la cresta se avanza bien y no tiene complicación la llegada a la cumbre, donde tenemos una panorámica excepcional: toda la cara norte del macizo de la Maladeta, las montañas de Aiguestortes y buena parte del Pirineo. Abajo todo el valle de Mulleres por el que hemos ascendido. Incluso llegamos a divisar el aparcamiento, donde el coche se ve como un puntito difuso. Ahora solo nos queda volver sobre nuestros pasos.
Día 7.- Lagos de Colomers
Amanece un nuevo día y hoy tenemos pensado visitar los Lagos de Colomers, sin esforzarnos mucho porque, después de subir al Tuc de Mulleres en el día de ayer, las rodillas se resienten y toca una ruta suave. Salimos de Vielha en dirección a Salardú, donde tomamos una pista asfaltada que se dirige a Banhs de Tredós. Para empezar el día, nos llevamos un pequeño susto, ya que nos encontramos de frente con un gran grupo de vacas bajando azuzadas por pastores con un 4x4. No podíamos apartarnos, lo único que pudimos hacer fue parar el coche y esperar a que pasaran sin que ninguna de ellas tropezara y cayera encima. Hubo momentos de confusión, las vacas se chocaron con los laterales del coche, llegando a zarandearlo, pero felizmente no ocurrió más. Os lo contamos porque es un peligro real, para que vayáis con precaución.
Una vez en Banhs de Tredós, continuamos por la pista, ya de tierra, hasta la Era Montanheta, el comienzo de la ruta de los 7 Lagos de Colomers. Por la pista de tierra, un señor francés que caminaba nos preguntó si podíamos acercarlo en coche, a lo cual accedimos y charlamos sobre los planes que teníamos cada uno para el día. Es muy común encontrar a gente haciendo dedo en las carreteras y caminos de esta parte del Pirineo.
Hemos elegido esta ruta por la belleza de los paisajes y por no ser muy exigente a nivel físico, ya que discurre por senderos bien marcados y tiene un desnivel de subida leve, comparándolo con los 1.500 metros de ascensión que habíamos hecho el día anterior. El circo glaciar de Colomers alberga más de cincuenta lagos de origen glaciar. Nosotros vamos a ver 7 lagos, con sus cascadas y remansos. El primero de ellos, el Lac Major de Colomèrs, contenido por una presa, donde se encuentra el Refugio de Colomers. La ruta circular va rodeando los lagos vigilados de cerca por picos espectaculares.
En un descanso en el camino, nos cruzamos con un pastor que conducía una docena de vacas y estuvimos charlando con él. Siempre se aprende mucho de las personas con las que te cruzas en la montaña. Precisamente él nos contó que estaba cerrando ya la temporada de verano, conduciendo al ganado hacia zonas más bajas. Como curiosidad, nos contó que a las vacas se les da sal para compensar la falta de sales de las hierbas de la zona.
Día 8.- PN Aiguestortes por el Valle de Boi y ruta del Románico
El día de ayer habíamos estado en la periferia del Parque Nacional de Aiguestortes. Hoy accederemos al Parque por la entrada del valle de Boi. Una vez pasado el pueblo de Boi, antes de llegar a Caldes de Boi, está la entrada al PN de Aiguestortes bien señalizada en la carretera. Se trata de una carretera asfaltada que nos deja en el aparcamiento donde vamos a comenzar la caminata. En el parking sale una senda a la derecha que va ascendiendo por el valle hasta llegar al Lago de Llebreta, la ermita de San Nicolau y la espectacular cascada de Esperits.
Llegamos al parking que está más arriba en el Planell de Aigüestortes, donde han habilitado una pasarela adaptada. Seguimos subiendo hasta el Refugio Stany Llong, y el propio lago, donde paramos a comer un poco, y estuvimos acompañados por unos patos que no paraban de pedirnos migas de pan. Se ven que están acostumbrados a la gente.
Para bajar, podemos coger los taxis que nos dejan en el parking inferior, pero optamos por desandar nuestros pasos y volver a disfrutar de los rincones más bellos de esta ruta.
Aprovechando que nos hemos acercado al Valle de Boi, paramos para ver las Iglesias románicas de la zona: en Taül San Climent y Santa María, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. San Joan de Boi. San Feliu en Barruera.