Sierra de Segura en Familia
Estamos en un parque natural muy extenso que no destaca por sus grandes montañas, pero sí por su gran extensión agreste y sus pueblos tranquilos alejados del bullicio y ruido de las ciudades. Es destino preferido por los amantes de la astronomía, al no presentar grandes núcleos que eclipsen la oscuridad de su cielo nocturno. Y por supuesto también por los amantes de la naturaleza. Existen rutas de senderismo para todos los niveles, desde paseos sencillos para hacer en familia hasta travesías más exigentes de largas distancias y desniveles. En este reportaje vas a encontrar rutas que se pueden hacer sin muchas dificultades. Y todas están hechas con una niña de apenas de 2 años en mochila y ratitos a pie.
La ganadería y productos de la tierra nutren sus platos locales con un sabor exquisito. El cordero segureño es seña de identidad gastronómica, no puedes irte sin probarlo.
La guinda de este viaje fue la aparición por sorpresa de la esperada nieve que convirtió la sierra en una bella postal navideña en pleno mes de abril cuando ya nadie lo esperaba. Nuestra pequeña Alma vio la nieve por primera vez y tuvo la oportunidad de jugar y vivir una nueva experiencia. Fue muy divertido, te invitamos a leerlo.
Índice de temas
- Llegada a Pontones y ruta al Nacimiento del Río Segura
- Pontones y Aldeas Perdidas
- Poyotello y La Cueva del Agua
- Santiago de La Espada, barranco de Zumeta, Los Puestos y Mirador del Arco
- Sendero desde Miller hasta La Toba
- Desde Pontones al Charco del Humo
- Hornos de Segura y el Cosmolarium
- Otras recomendaciones
- Comentarios
Llegada a Pontones y ruta al Nacimiento del Río Segura
Accedemos desde el sur a la Sierra de Segura, desde La Puebla de Don Fadrique. Nada más tomar la carretera hacia Santiago de la Espada nos damos cuenta de que estamos en un lugar bien conservado y especial. La carretera tiene muchas curvas y avanzamos despacio, lo cual se agradece, para ir observando el paisaje.
Llama la atención el hecho de que los pinos presentan muchos nidos de procesionaria, la oruga que puede causar irritación en la garganta, nariz y oídos de las personas y reacciones alérgicas bastante importantes. Estas orugas pueden estar en el suelo en colonias muy abundantes. Cuidado con los niños y con los perros, a los que también afecta.
Aún en camino pasamos por el Pinar de Araceli, lugar de partida de muchas rutas de senderismo, por ejemplo, la subida al Guillimona por su cara norte. Veremos Santiago de la Espada y aún tendremos que continuar la carretera que baja al cauce del río Zumeta, espectacular, tras una sucesión de curvas.
Pontones y Aldeas Perdidas
Llegamos a Pontones, nuestro destino. Nos alojamos en Aldeas Perdidas, un complejo de 4 apartamentos rurales muy confortables, en pleno corazón de la Sierra de Segura, con vistas a la montaña, en Pontón Bajo. Para nosotros, en uno de los mejores sitios. Los apartamentos son amplios y cómodos. Están equipados con todo lo necesario. Tienen cocina, salón comedor, baños completos y habitaciones con armarios amplios.
En la parte de abajo del edificio tenemos el restaurante La Casa del Cordero, donde puedes disfrutar de unas buenas migas, potajes de judías o garbanzos y su especialidad: el cordero segureño, que cocinan de manera exquisita.
Es allí donde conocemos a Miguel, que gestiona tanto el restaurante como los apartamentos.
Los apartamentos se encuentran en Pontón Bajo, un pequeño núcleo de población atravesado por el río Segura, que nace muy cerca. Junto con Pontón Alto y Fuentes de Segura, es la localidad que presenta más altitud de la provincia de Jaén, con 1.350 m.
Para la documentación del entorno y rutas en Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas de este reportaje hemos utilizado este fabuloso libro: Guía Oficial del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas de la editorial Almuzara.
Pulsa aquí para ver más información del libro
Paseo hasta el Nacimiento del Río Segura
Después de instalarnos, cogemos la mochila y salimos andando desde el mismo alojamiento para hacer la ruta a pie hasta el nacimiento del río Segura, que está a poco más de 3 kilómetros. Nada más salir del apartamento, solo tenemos que cruzar al otro lado del río y coger unas escaleras que nos dejan directamente en el sendero que va paralelo al río Segura en este primer tramo.
A los pocos metros hay una hornacina con un Cristo. Continuamos el sendero señalizado con balizas, en suave ascenso y vemos una roca característica en la distancia, como una ventana redonda que nos invita a fotografiarla. Iremos viendo las paredes horadadas del cañón que ha abierto el río Segura con el paso del tiempo. Muy pronto, el sendero nos lleva a Pontón Alto. Atravesamos el pueblo, buscando una pista que sale de la parte alta hacia el nacimiento.
Después, caminaremos por el valle del río, de gran belleza, por tierras de huertos y pasaremos por los núcleos de población de Fuentes del Segura, de Abajo, de En Medio y de Arriba, remontando el cauce del río.
En poco más de una hora llegaremos al bello Nacimiento del Segura, rodeado de un precioso bosque de galería con la presencia de fresnos y sauces. El nacimiento es una poza de aguas tranquilas y cristalinas. El agua surge de abajo donde existe una sima o cavidad. En periodos de sequía llega a secarse por completo, pero tenemos la suerte de encontrarla con agua.
En los alrededores hay un área recreativa con mesas y sillas de madera, paneles informativos, un pequeño parque para los niños y una zona de aparcamiento.
El regreso lo hacemos por otra vía, siendo el recorrido circular. En Fuentes del Segura de Abajo tomamos la pista por la que subimos antes, conectamos con la carretera por la que transitamos un tramo corto y pronto cogemos el sendero GR 247 por el cauce del río. En el camino empieza a llover, sacamos los paraguas y aceleramos el paso, ya que la lluvia aprieta. Y en menos de una hora llegamos a la iglesia de Pontón Bajo y a nuestro alojamiento.
El paseo es sencillo y está señalizado, aunque algunas zonas son un poco pedregosas para andar. También se puede llegar por carretera al mismo nacimiento, pero merece la pena hacer el sendero desde Pontones.
Poyotello y La Cueva del Agua
Nos acercamos a la aldea de Poyotello. Para llegar en coche cogemos la carretera hacia Santiago de la Espada y desde la A-317 se toma un carril asfaltado hasta la aldea de Poyotello, un conjunto muy reducido de casas donde se respira tranquilidad.
Llegando al pueblo, a la izquierda de la carretera hay una era empedrada muy bien conservada donde podemos ver los carteles de inicio del sendero hacia la Cueva del Agua y Huelga Utrera, que es otra aldea cercana a la que se puede llegar a pie. Es el PR-A 195-1, una ruta oficial de las llamadas "rutas del agua".
Sendero Poyotello - Cueva del Agua - Huelga Utrera
La ruta oficial es desde Poyotello hasta Huelga Utrera, pasando por la Cueva del Agua, con una distancia de 11 Km. lineal. Está mbien señalizada y marcada aunque hay que tener en cuenta que, si lo hacemos ida y vuelta, hay que superar bastante desnivel.
A parte de este interesante trazado teníamos interés en investigar un sendero que circula a más altura. Se trata del sendero que transita por las repisas de este cañón y termina subiendo a Piedra Dionisia, que es el punto más elevado.
Dejamos el coche aparcado en las inmediaciones de la era en Poyotello y comenzamos a caminar por el sendero que baja bastante, así que si hacemos la ruta lineal ida y vuelta tendremos que contar con la subida al final.
Mientras bajamos, vemos el espectacular y recóndito cauce del Masegoso por el barranco del Palancar, al frente, dando al lugar el aspecto salvaje con el que se conserva todo este enclave. Una vez cerca de la altura del Segura dejaremos de bajar y el sendero se alineará con éste, y nos encontraremos con la Cueva del Agua donde hacemos una larga parada para disfrutar de este espectacular nacimiento.
La Cueva del Agua es una enorme oquedad cuyas paredes rezuman agua durante todo el año formando un gran charco en el suelo del cual emanan las aguas que van a parar al cauce del Segura. Esta grandiosa cueva fue utilizada antaño como refugio para el ganado. El sitio invita a quedarse un rato disfrutando del rumor del agua y de la frescura del ambiente.
Continuamos en dirección a Huelga Utrera. Ahora el sendero discurre a la sombra de grandes paredes verticales a nuestra derecha, desde donde surgen algunas cascadas de agua formando tobas a lo largo de todo el recorrido. A la altura de un pradito, nos desviamos en dirección contraria para visitar el Charco del Humo. A medida que bajamos al cauce, observamos cómo el río Segura desciende revoltoso en pequeñas cascadas para unirse con el Masegoso y el arroyo del barranco del Palancar en este punto. Cruzamos un puente y observamos que por este espectacular enclave llega el sendero desde Pontones (que haremos dos días más tarde) donde nos asomamos para descubrir un paraje sin igual: pozas de agua cristalina y roca salpicada de pinos y avellanos.
Tras visitar el Charco del Humo regresamos ahora en subida al punto donde lo habíamos dejado. Retomamos el sendero hacia Huelga Utrera en un tramo donde, según hemos leído, podemos encontrar fresas silvestres. Tras una ligera subida llegamos hasta el Mirador del Segura desde donde se contempla una preciosa estampa de todo el valle encajonado. Desde este mirador ya podemos ver algunas casas de Huelga Utrera. Según la tablilla informativa que encontramos aquí, las huelgas son terrazas de cultivo que se disponen en tramos de cauce del Segura, dando origen al nombre del poblado 'Huelga Utrera'.
El origen del sendero en el que nos encontramos era comunicar los huertos ahora ya desaparecidos. En la población de Huelga Utrera es donde se une el río Madera con el Segura.
Decidimos darnos la vuelta en este punto para poder visitar las repisas y el sendero de Piedra Dionisia, así que volvemos sobre nuestros pasos iniciando la subida hacia Poyotello. Cogemos el sendero de Piedra Dionisia un par de kilómetros antes de llegar a Poyotello. Según hemos leído, este sendero podría revestir cierta complicación al desdibujarse cuando atraviesa zonas escarpadas dejando pasos estrechos, así que solo vamos a mirar que tal se ve con la intención de darnos la vuelta si lo consideramos oportuno.
El inicio del sendero casi no se ve pero parte del recorrido oficial, en una curva poco después de empezar la subida. Nos adentramos por él. En su primer tramo comprobamos que está relativamente pisado y tiene contrafuertes a los lados. Va manteniendo altura a la par que nos hace transitar prácticamente colgados de la montaña. De momento todo lo que vemos merece la pena andarlo. Es un paseo realmente bonito. De momento podemos avanzar y las vistas son espectaculares.
Pasados un par de salientes de montaña el sendero se desdibuja bastante y llegamos a un punto donde, por causa de un derrumbe de piedras, el camino no es fácil de seguir y tras sopesarlo, decidimos que es suficiente y damos media vuelta. Teniendo en cuenta que no asumimos riesgos cuando vamos con Alma, lo mejor en este punto es retornos a lugar seguro.
Llegamos al sendero oficial. Todavía nos queda la mayor parte de la subida que hacemos despacio. Aprovechamos para hacer la parada de la comida, está nublado pero el tiempo es agradable. Una vez en Poyotello, nos damos un paseo por sus calles, vemos su fuente y Alma juega a perseguir gallinas que estaban por la calle.
Santiago de La Espada, barranco de Zumeta, Los Puestos y Mirador del Arco
Tenemos previsto hacer una ruta de senderismo en las cercanías de Santiago de La Espada. Se trata de una ruta circular que asciende a la cima de Los Puestos y pasa por el Mirador panorámico de El Arco. Sin embargo no hemos podido completar la ruta porque soplaba fuerte el viento y era incómodo en algunas zonas expuestas, por lo que decidimos volver por el mismo camino y visitar el pueblo Santiago de la Espada. Aún así os contamos como fue.
La ruta se empieza en la gasolinera que hay a las afueras de Santiago de la Espada. Frente a la misma, hay una gran explanada, donde aparcamos y podemos ver los paneles informativos de la ruta.
Comenzamos bajando por un carril ancho que coincide con el trazado del GR7. A un kilómetro escaso llegamos al cauce del río Zumeta, afluente del Segura, y lo cruzamos, encontrándonos con el Molino de las Ánimas en muy buen estado. Observamos que este molino tiene una especie de acequia en la parte del tejado para aprovechar la fuerza de caída del agua e impulsar el molino.
Cruzaremos por debajo del arco que contiene la acequia y al poco haremos un cambio de dirección para comenzar a andar por un sendero que va ganando altura. Ahora discurriremos subiendo por el barranco de Zumeta. Al llegar al km 2.8 hay un cruce de arroyos donde el sendero no está claro, pero tenemos que seguir remontando al frente, hasta buscar el punto de cruce de la carretera. Aproximadamente en el Km 3 de ruta tendremos que cruzar la carretera y hacer un tramo de 100 metros para abandonarla en la curva que vemos al fondo y continuar por un camino que se abre ante nosotros.
Continuamos subiendo poco a poco por un bosque que invita al paseo. Nos encontramos en el barranco de Navas que nos va a dejar en un punto elevado cerca de la cima de Los Puestos. Por lo que hemos leído, la cima cuenta con vistas privilegiadas de las provincias de Murcia, Albacete, Ciudad Real, Granada. Pero no vamos a descubrirlo en esta ocasión porque el viento empieza a soplar muy fuerte y se hace incómodo continuar, así que en este punto nos damos la vuelta y volvemos sobre nuestros pasos.
Al llegar al coche aún es temprano, así que decidimos visitar el casco urbano de Santiago de la Espada.
Paramos cerca de la Iglesia de Santiago Apóstol, edificada en los siglos XVI-XVIII sobre una antigua ermita y reformada en el siglo XVIII. Tiene el esquema de las iglesias levantinas del gótico final, retablos barrocos y un amplio coro de madera.
Desde allí, podemos ver el lugar privilegiado en que se encuentra enclavado el pueblo de Santiago de la Espada, rodeado de montañas. Damos un paseo por sus calles, el Ayuntamiento, la iglesia...
Sendero desde Miller hasta La Toba
Hoy vamos a hacer una ruta lineal entre las aldeas de Miller y La Toba, una de las rutas que más nos ha impresionado por la belleza de sus parajes y por ser muy paisajística, al discurrir en altura por una serie de puntales desde donde podemos ver el valle del río Segura y el pantano de Las Anchuricas.
Se trata de una ruta lineal de 16 kilómetros así que se recomienda dejar un coche en el final del sendero y desplazarse con otro coche al inicio. Si solo disponemos de un coche, que fue nuestro caso, hay un taxista en Miller que puede hacernos el trayecto si le avisamos previamente. Se llama Salvador y tiene una furgoneta con 9 plazas (tel. 689 03 37 54).
La ruta no es complicada técnicamente, pero es físicamente exigente, ya que es larga y tiene bastante desnivel tanto de subida como de bajada. Es importante señalar que la mayor parte del camino discurre por senderos bastante estrechos, que en algunos puntos se acercan mucho a los barrancos, así que sinceramente no recomendamos hacerla con niños pequeños que puedan dar un traspiés en zonas complicadas. En nuestro caso, fuimos casi todo el camino porteando, y solo sacamos a Alma para que caminara en las zonas seguras, como el puerto de Marchena, o llegando ya a La Toba.
Para llegar a La Toba desde Pontones, tenemos que coger la carretera hacia Santiago de la Espada y estar muy atentos a un carril asfaltado que comienza en la parte más alta de la carretera. Precaución porque sale a la izquierda según vamos hacia Santiago de la Espada, y no se ve muy bien el desvío al estar tras una curva. Este carril asfaltado es muy estrecho y en algunos puntos solo cabe un coche, así que habrá que circular despacio. Encontramos una advertencia de que el carril no tiene mantenimiento por parte de los quitanieves, algo que tendremos que tener en cuenta en caso de malas condiciones. El carril tiene algunos desprendimientos en la parte final ya llegando a La Toba, imaginamos que de las últimas lluvias. Pero por lo demás, está bien, y en unos 30 minutos nos deja en la aldea de La Toba.
Quedamos con Salvador, el taxista en La Toba sobre las 9 de la mañana con un frío que pelaba. Allí dejamos nuestro coche al que llegaríamos al finalizar la ruta. El taxi nos lleva por carretera hasta Miller. Conversamos sobre la importancia de mantener los bosques limpios de maleza y hacer cortafuegos contra los incendios. Salvador nos enseña la fuente de los 4 caños, ya cerca de Miller, la aldea con su castillo y muralla árabes y nos lleva al inicio del sendero arriba del todo donde termina la carretera.
Cuando llegamos a Miller el sol ya calienta más y se vislumbra un día espectacular. El sendero que vamos a hacer es el PR-100 entre Miller y La Toba, está bien marcado y señalizado con balizas y es de fácil orientación. No obstante, como siempre, recomendamos el uso de GPS, teniendo cuidado porque al discurrir la ruta muy cerca de grandes paredes, hay veces que no da bien la localización por la pérdida de algún satélite.
Comenzamos caminando por un carril ancho, que a unos 600 metros debemos abandonar para coger un sendero a nuestra derecha que indica PR-100. A partir de este momento tendremos que seguir las balizas con esta numeración. El sendero va subiendo al principio atravesando bosques de pinos y asomándose de vez en cuando a puntales o terrazas sobre el barranco del Segura, en las que es obligatorio parar y hacer fotos, ya que es sencillamente espectacular.
A unos 4 km de comenzar llegamos al Barranco del Pilón, donde se marca una caída de agua impresionante, que en este momento está seca, pero imaginamos que en épocas más lluviosas, este salto de agua tiene que ser digno de ver. El sendero pasaría por detrás de la cascada.
Seguimos caminando a través de pinares de reforestación, sin grandes subidas ni bajadas. Abajo ya podemos ver el embalse de Anchuricas. Otro hito importante es el Puntal de los Canteros que nos adentrará en la espectacularidad de una media ladera donde disfrutamos haciendo fotos. El lugar es impresionante.
El sendero va manteniendo altura hasta que llegamos al Puerto de Marchena. Allí hay un cruce de caminos y una extensión lo suficientemente amplia como para hacer una parada larga para comer y jugar un rato. Subimos por un senderito de cabras hasta el punto más elevado de la zona para intentar ver la aldea de Marchena, en la que habíamos estado hace 15 años buscando el lugar más oscuro para observación astronómica. Desde la parte más alta se pueden ver algunas casas de la aldea, algunas pistas y caminos que parten desde allí y todo el barranco del río Marchena. Eso nos trae recuerdos de aquellos tiempos.
Después de descansar un rato seguimos nuestro camino encontrando algunos desprendimientos que han dañado el sendero, pero se puede pasar fácilmente con precaución. Desde este punto comenzamos a descender de manera bastante pronunciada, aunque los zigzags en el camino hacen más llevadera la bajada.
Vemos abajo del todo la aldea de La Toba donde dejamos el coche por la mañana y nos alegramos de estar tan cerca. La entrada a La Toba la hacemos por el nacimiento del mismo nombre, un rincón precioso donde existe una cascada dentro de una especie de cavidad. Nos asomamos y podemos ver que han instalado un medidor de la profundidad del agua. Nos refrescamos los pies en las cristalinas aguas de este nacimiento que nunca se seca. Tampoco está en su mejor momento. Vemos que desde arriba se marca una cascada, que ahora está seca, y nos imaginamos lo impresionante que tiene que ser en épocas más agraciadas.
La aldea de La Toba toma el nombre de su nacimiento y hace referencia a un tipo de roca muy ligera y porosa que se forma a partir de troncos, tallos y raíces de plantas que están en las inmediaciones de las fuentes y nacimientos. Las plantas se fosilizan y el contenido interno orgánico se pudre y desaparece. Lo que queda entonces es la toba, la parte exterior del tronco que se ha fosilizado.
En el nacimiento de La Toba encontramos un panel informativo que nos anuncia una ruta circular desde la Toba por las inmediaciones del embalse de Anchuricas, de unos 6,5 km.
Nos dirigimos al coche con intención de parar en el bar de la aldea para refrescarnos con alguna bebida pero lo encontramos cerrado. Llegamos al coche con buenas sensaciones después de un día que no olvidaremos en mucho tiempo.
Desde Pontones al Charco del Humo
Empezamos el día soleado aunque con previsión de lluvia y nieve, así que pensamos que lo mejor es salir a pie desde el mismo pueblo de Pontones para visitar el Charco del Humo, al que habíamos llegado días antes desde Poyotello. En aquella ocasión nos quedamos con las ganas de conocer el camino que seguía hasta Pontones, ya que nos llamó mucho la atención la belleza del barranco por el que bajaba el río Segura. Así que hoy lo queríamos averiguar.
Con mucho entusiasmo comenzamos pronto la ruta intentando ganar tiempo al "mal tiempo", valga la redundancia, ya que la previsión auguraba lluvia a partir de las 12 aproximadamente. Hace sol y cogemos una pista que, saliendo del mismo pueblo, sigue el cauce del río Segura.
La ruta es lineal, de unos 14 km. ida y vuelta. El trazado es sencillo discurriendo en su mayor parte por pista ancha y con buen firme, aunque hay que advertir que ya llegando al Charco del Humo el sendero tiene tramos muy estrechos y algo expuestos donde hay que extremar las precauciones si vamos con niños.
Como decíamos, cogemos el carril que acompaña al cauce del Segura y, en unos 2 kilómetros, llegamos a unas cuadras o corrales donde saludamos a un pastor que está trabajando allí. Continuando por la pista y en algo menos de 2 km. llegamos al Cortijo de Masegoso, un edificio grande con piscina que tiene un gran porche. Tomamos nota del porche, ya que si se pone a llover fuerte podría ser un lugar donde refugiarnos.
Aquí en el Cortijo del Masegoso tenemos que estar atentos porque no debemos continuar por el carril sino coger un sendero que sale a la derecha y asciende por un pinar. La subida se incrementa a medida que vamos llegando al puerto que nos deja cerca de la cumbre más cercana, a que podemos subir si queremos (La Cabeza del Masegoso).
Sin embargo empieza a chispear, y obviamos la cumbre para continuar hacia el Charco del Humo. Tras coronar el puerto comenzamos el descenso ya con vistas al cauce del Arroyo Masegoso y de Poyotello, más alto y lejano. Se intuye también la zona de la Cueva del Agua a lo lejos.
Es en este punto donde debemos extremar la precaución ya que el sendero, en bajada, se estrecha y discurre muy cerca del barranco. El camino está muy marcado y señalizado, pero la prudencia nunca sobra en la montaña. Realmente esta zona es tan bonita como veíamos dos días antes desde el margen de enfrente. Llegamos al Charco del Humo y decidimos regresar ya que, aunque la Cueva del Agua está muy cerca, la lluvia empieza a apretar, y nos encontramos en el punto más alejado de nuestro destino: Pontones.
En poco tiempo llegamos al resguardo del Cortijo del Masegoso donde paramos en el porche ya que llovía realmente fuerte. Aquí nos ponemos los chuvasqueros, sacamos los paraguas, nos abrigamos más, protegemos a Alma que va a nuestra espalda y continuamos para Pontones, bajo una lluvia bastante intensa. En poco tiempo la lluvia se convierte en nieve y apretamos el paso y afrontamos los últimos 4 km que nos quedan de regreso.
Vamos directos al apartamento ya que nos hemos mojado. Nos damos una confortable ducha caliente y bajamos a comer a la Casa del Cordero. El plan perfecto para un día de nevada, como el que tenemos.
Charlando con la gente del pueblo, nos comentan, para nuestro asombro, que es la primera nevada de esta temporada, que no han tenido invierno. Así que este año, la nieve toca en primavera, y nunca viene mal.
Nuestro anfitrión, Miguel nos prepara una exquisita comida donde degustamos las especialidades de la casa: cordero segureño, migas y potaje de garbanzos para Alma y una tarta de chocolate de postre. ¡Exquisito!
Hornos de Segura y el Cosmolarium
Para hoy tenemos previsión de lluvia y nieve en la sierra y decidimos hacer una visita al pueblo de Hornos de Segura a poco más de media hora desde Pontones, para visitar el Cosmolarium que está integrado en el edificio del castillo de Hornos, del siglo XIII.
A pesar de la nieve, las carreteras en esta zona están muy bien mantenidas. Desde la ventana del apartamento veníamos viendo cómo la máquina quitanieves pasa constantemente en ambas direcciones limpiando la carretera u echando sal para que no pueda congelarse. Así que cogimos el coche en dirección a Hornos de Segura. Eso sí tardamos una hora en llegar ya que el paisaje invita a ir despacio y nos paramos en los muchos miradores que existen en el camino, algunos de ellos con vistas al embalse del Tranco.
La sierra luce un manto blanco y está especialmente bonita, así que en el camino aprovechamos para hacer muchas fotos. Desde la carretera ya podemos ver Hornos con su castillo en lo más alto, nuestro destino. Aparcamos el coche en una calle de las afueras del pueblo y subimos a pie.
El Cosmolarium está ubicado en el Castillo de Hornos y es un centro de divulgación de la astronomía. Es muy interesante visitarlo, tiene varias salas de exposición, un planetario y una zona de observación del cielo, en la azotea.
Está abierto al público los fines de semana.
Puedes consultar el horario y tarifas en su web: http://www.cosmolarium.info.
Nosotros hemos llegado con tiempo suficiente para la proyección de las 12 en el Planetario, así que visitamos antes el castillo, que pudo construirse sobre el siglo XIII aprovechando algunos elementos de la anterior fortaleza musulmana. Se conserva un aljibe en el patio de armas. Sorprenden las esquinas redondeadas de la Torre del Homenaje.
Visitamos también la Sala Universo con información muy detallada del origen del universo según las últimas teorías, nuestra galaxia, y una impresionante maqueta de los planetas a escala. ¡A los niños les encanta!
Ya son las 12 y entramos al Planetario para hacer un viaje a través del tiempo y el espacio, una proyección que trata sobre la historia de la observación del firmamento. Exponen una visión de nuestro lugar en el cosmos, el sistema solar, nuestra galaxia y el origen del universo (según los últimos estudios y conocimientos). Dura unos 30 minutos.
Después nos queda visitar la exposición sobre la Historia de la Astronomía que hay dentro de la Torre del Homenaje, la Sala Cosmolab, donde hacen talleres para escolares. Aquí nos hacemos la foto con la maqueta del astronauta, donde podemos poner nuestra cabeza para simular que estamos viajando al espacio.
Muy interesante también la terraza o azotea donde se hacen las observaciones del cielo. Desde aquí tenemos una panorámica impresionante del embalse del Tranco y parte de la sierra.
Tras la visita al Cosmolarium damos una vuelta por el precioso pueblo de Hornos. Entramos a la iglesia de la Asunción (siglo XVI). Pasamos por la Puerta de la Villa, una de las entradas al antiguo recinto amurallado de Hornos, que está datada entre los siglos XIV y XV.
Regresamos a Pontones para comer en La Casa del Cordero, donde Miguel y sus cocineras nos sorprendieron con un potaje de judías pintas de la tierra, paletilla de cordero y unos calostros con miel de postre. Todo exquisito y magníficamente cocinado.
Y después de la comida nos acercamos al nacimiento del Segura, al que ya habíamos ido el primer día, con la diferencia de que ahora lucía un precioso manto blanco. Cuando llegamos había varias familias disfrutando de la nieve, haciendo muñecos de nieve, así que nos sumamos a la diversión junto con nuestra hija, que era la primera vez que veía nevar. Después de unas fotos, decidimos comenzar la ruta que sube desde allí al Mirador de Juan León, pero comenzó a nevar bastante fuerte así que regresamos al coche y a Pontones, donde hicimos unas fotos por el pueblo, que lucía muy bonito bajo el manto blanco.
Otras recomendaciones
La Sierra de Segura es muy amplia y se pueden hacer muchas otras rutas y visitas que no tuvimos tiempo de hacer en esta ocasión.
Muy recomendable es el sendero del Río Borosa, uno de los principales afluentes del Guadalquivir. Este sendero está señalizado y pertenece a las llamadas “Rutas del Agua”. Comienza en la Torre del Vinagre, donde tenemos el Centro de Interpretación del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas. Se adentra en la Cerrada de Elías y se puede llegar hasta la Laguna de Valdeazores, de extraordinaria belleza. Una de las rutas más espectaculares de la Sierra de Segura.
Otra visita imprescindible con niños es el parque de fauna silvestre Collado del Almendral dónde vas a poder ver de cerca ciervos, gamos, muflones, cabra montés y corzo morisco, todos ellos en semilibertad. Con un recorrido en tren turístico que emocionará a los más pequeños. También hay un recorrido a pie de unos 3 kilómetros que visita distintos miradores, y cuenta con una exhibición de aves rapaces.
El Collado del Almendral está abierto todos los días excepto los lunes y puedes ver toda la información sobre la visita y tarifas en la web:
http://www.parquecinegeticocolladodelalmendral.com/