Parque Natural del Estrecho: Mar y selva que no te imaginas

08 de Mayo 2021 
Duración: Un finde

Nos desplazamos al Parque Natural del Estrecho, un lugar que, en principio, puede pasar desapercibido, pero que esconde verdaderas joyas de la naturaleza que no vas a encontrar en ningún otro lugar de España, como son las selvas de laurisilva que existen en los valles de los principales ríos que allí desembocan, o los senderos costeros que nos acercan a calas escondidas y paisajes con una geología característica de esta zona, como son los flysch, que se pueden observar mejor con marea baja.

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BosquesCostaNaturaleza en estado puroP.N. Alcornocales

Entre el Parque Natural del Estrecho y Alcornocales. Sendero del Río Guadalmesí

Joyas del PN del Estrecho

Haría falta todo un libro para nombrar las maravillas que esconde el Parque Natural del Estrecho, el más meridional de la península. Paraíso de los deportes acuáticos como el kite surf o el windsurf, el Estrecho esconde otras muchas actividades interesantes que atraen cada año a miles de turistas.

Parque Natural del Estrecho: Mar y selva que no te imaginas

Las ruinas romanas de Baelo Claudia y la playa de Bolonia son un ejemplo de este interés por parte de los visitantes. Existen numerosos yacimientos arqueológicos que demuestran la huella del hombre en este enclave estratégico a lo largo de los siglos.

Conjunto de Baelo Claudia (Bolonia)
Conjunto de Baelo Claudia (Bolonia)

La observación de aves es otro atractivo del Parque Natural del Estrecho, ya que por este punto de la geografía se producen algunas de las grandes migraciones entre África y Europa. Caminando por los numerosos senderos que cruzan el parque, tendrás la oportunidad de ver todo tipo de aves, ya que en sus inmediaciones existe un hábitat ideal como lugar de descanso de aves grandes y pequeñas.

Te recomendamos especialmente...
Mesón de Sancho - Hotel - Restaurante
Dirección: Carretera Nacional 340 Cádiz Málaga. Km. 94.
Población: Tarifa
Tel: +34 956 684 900
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Además, si te gusta el mar, hay empresas que ofertan excursiones en barco, con posibilidad de avistar cetáceos.

Entre el Estrecho y Alcornocales

Nos alojamos muy cerca del Área Recreativa del Bujeo, en pleno Estrecho de Gibraltar. No obstante, esta área recreativa forma parte del PN de Alcornocales, al igual que la ruta que queremos realizar hoy: la del sendero del Río Guadalmesí.

Canutos y bosques de niebla
Canutos y bosques de niebla

Ambos parques naturales, el del Estrecho y el de Alcornocales, se tocan en este punto para proteger lo más valioso del sur de la Península: los canutos y bosques de niebla que por acción de los vientos han sobrevivido en este lugar. Auténticas selvas como no quedan ya en casi ninguna parte de Europa. No te creerás los paisajes de ensueño que puedes encontrar aquí.

Maravilloso rincón dentro del canuto del Río Guadalmesí
Maravilloso rincón dentro del canuto del Río Guadalmesí

Sendero del Río Guadalmesí

Una de las rutas estrella de esta zona es el sendero del río Guadalmesí, un recorrido que nos permite adentrarnos en un bosque único en Europa, con una biodiversidad y una belleza espectacular.

Un sendero único en Europa
Un sendero único en Europa

Realmente, el canuto del Guadalmesí forma parte del Parque Natural de los Alcornocales, aunque se encuentra colindante al del Estrecho, y lo consideramos un imprescindible en esta zona.

El río Guadalmesí nace en la Sierra de la Luna y su nombre proviene del árabe "río de las mujeres". La ruta nos permite adentrarnos en el bosque y trasportarnos a miles de años atrás, cuando la mayoría de los bosques del sur de España contaban con un clima tropical que facilitaba la formación de nieblas. En ellos crecían plantas que necesitaban de mucha humedad, como laureles, helechos, sauces… Con las glaciaciones, el clima cambió el aspecto de los bosques, que se volvieron más secos, pero aquí en el Estrecho quedó este reducto, una verdadera joya en la actualidad.

Bosque de alcornoques y helechos
Bosque de alcornoques y helechos

Se trata de una ruta circular que se puede realizar en familia, se encuentra señalizado en todo el recorrido (SLA 113), de unos 6,6 Km. y algo de desnivel. Recomendamos hacerla en sentido anti horario, subiendo por la pista y descendiendo por el río. Aunque también puedes decidir subir por el río y bajar por tus mismos pasos, ya que la parte más bonita de la ruta es precisamente esta. Nosotros ascendimos por el río primero y bajamos luego por pista.

El sendero del Guadalmesí está señalizado como SL A 113
El sendero del Guadalmesí está señalizado como SL A 113

La ruta comienza en el Área Recreativa de El Bujeo, un gran bosque de eucaliptos donde hay un amplio aparcamiento y mesas de merendero para acoger a gran cantidad de visitantes. Después de estacionar el vehículo, avanzamos por un carril y pronto encontramos carteles informativos que nos indican por donde tenemos que seguir para el sendero del río Guadalmesí.

Área Recreativa de El Bujeo
Área Recreativa de El Bujeo

Pronto abandonamos el carril y cogemos una senda estrecha que sale a la izquierda y que ya nos acerca al canuto del Guadalmesí en dirección a poniente. Una vez que llegamos al canuto, el sendero continúa en dirección norte, paralelo al río. Aquí es cuando ya nos damos cuenta de la belleza y espectacularidad del paisaje. La biodiversidad de vegetación, pequeñas aves que nos sobrevuelan, el sonido del viento y el agua, son ingredientes que nos atrapan y nos enseñan la maravilla que estamos visitando.

Bifurcación a la izquierda
Bifurcación a la izquierda

El sendero cruza numerosos arroyos que aportan caudal al río, la montaña rezuma agua, es una buena época. Podemos ver el vuelo de grandes rapaces sobre nuestras cabezas.

La humedad de la zona nos ofrece detalles como este
La humedad de la zona nos ofrece detalles como este

Si miramos hacia arriba en la parte más alta de la montaña, las nubes rozan las cumbres. En esta zona se produce un fenómeno conocido como lluvia horizontal, debido a la presencia de grandes bancos de niebla que quedan atrapados por las montañas y riegan los bosques en forma de pequeñas gotas de agua casi inapreciables, pero que aportan gran cantidad de humedad a la vegetación y al suelo.

Llegamos al cauce principal del Guadalmesí
Llegamos al cauce principal del Guadalmesí

Por estas condiciones, más arriba, en la zona conocida como Los Llanos del Juncal se desarrolla una auténtica selva de laurisilva, muy poblada de vegetación y muy húmeda. Este bosque de niebla es una zona restringida del Parque Natural de los Alcornocales y su acceso está altamente controlado por la Oficina del Parque. La visita está limitada a un número de personas al día, y requiere permiso. Nosotros no tuvimos tiempo de gestionarlo, así que no accedimos a esta parte.

Regresamos por la pista
Regresamos por la pista

Continuando por el sendero del Río Guadalmesí, ya muy cerca del cauce, vemos que éste lleva bastante agua, y todo el bosque que se desarrolla en el margen del río lo agradece. En esta parte tenemos presencia de un bosque de galería con quejigos, alisos, laureles, avellanos, helechos y musgos que forran las piedras. Si vamos en buena época podemos disfrutar de las hermosas flores del rododendro (abril- mayo).

Se puede disfrutar de una panorámica espectacular de la costa africana
Se puede disfrutar de una panorámica espectacular de la costa africana

Una vez que llegamos al entorno de El Palancar, podemos decidir regresar sobre nuestros pasos y disfrutar dos veces del sendero del río, o bien regresar por pista cuyo principal atractivo son las maravillosas vistas del Estrecho y la bahía de Algeciras. Es una pena que el día que nosotros fuimos, la atmósfera estaba muy cargada de humedad y de polvo, debido a vientos procedentes del desierto y que enmarañan el paisaje y las vistas de África.

Nosotros decidimos volver por la pista, que discurre por tramos de bosque de alcornoques, y con panorámicas del Estrecho y la costa africana. Su trazado nos conducirá de nuevo al Área Recreativa del Bujeo.

Las terrazas cuentan con maravillosas vistas
Las terrazas cuentan con maravillosas vistas

Hotel Restaurante Mesón de Sancho

Para este reportaje nos alojamos en el Hotel Mesón de Sancho, un encantador hotel de tres estrellas que se encuentra en un rincón maravilloso del bosque en el interior del Parque Natural del Estrecho, a orillas del río Guadalmesí.

Habitación Superior
Habitación Superior

Aunque se encuentra en la misma carretera N340, no se trata de un hotel de carretera, sino que, muy al contrario, es un hotel con encanto que oferta amplias habitaciones muy cómodas y con un aire colonial muy atractivo, algunas de ellas con terraza y maravillosas vistas al bosque y al mar.

Si viajas en familia, puedes alojarte en uno de los bungalows con capacidad de hasta 4 personas y que tienen acceso directo a la piscina y al jardín del hotel. Cuenta con un restaurante de calidad, varios salones, wifi.

Desde Punta Carnero hasta la Ensenada del Tolmo por la costa

Los senderos costeros por el Parque Natural del Estrecho son una auténtica maravilla. Es el caso de esta ruta por la costa, partiendo de la Urbanización Punta Carnero y que recorre las calas más emblemáticas del Estrecho, además de ver antiguas ruinas de cuarteles y garitas de vigilancia, y con la increíble costa africana a tiro de piedra.

Playa del Arroyo de Calafates
Playa del Arroyo de Calafates

La ruta es muy bonita porque en todo momento estamos viendo el mar y los acantilados con las típicas formaciones geológicas de esta zona denominadas flysch.

Como el sendero es lineal, puedes decidir volver en cualquier momento que te apetezca, sin necesidad de llegar a la Ensenada del Tolmo, que fue el punto más alejado donde llegamos, y allí volvimos sobre nuestros pasos.

La ruta es sencilla y en todo momento hay sendero marcado aunque sin señalizar. Es apta para cualquier persona que esté acostumbrada a andar pero no recomendamos hacerla con niños, ya que discurre en algunos puntos muy cerca del acantilado.

Tampoco recomendamos hacerla en verano en las horas centrales del día ya que puede llegar a ser muy calurosa. Aunque si decides hacerla en esa época del año tienes la posibilidad de bañarte en alguna de las calas y playas por las que discurre la ruta.

Son playas naturales de piedras en su mayor parte pero las aguas suelen estar cristalinas y es un auténtico paraíso.

La ruta comienza en la urbanización Punta Carnero, en la parte baja, en Punta Secreta donde hay un parking bastante amplio dónde poder dejar el coche.

Después discurre durante un kilómetro aproximadamente por una pista cerca del acantilado hasta la parte final de la urbanización dónde hay una puerta al final de la calle Caracolas. Atravesamos la puerta para entrar al sendero que nos llevará a lo largo de 5,5 Km. hasta la playa del Tolmo.

Sobre la ruta hay que decir que discurre por zonas con mucha vegetación. Se llegan a formar incluso túneles en las partes más cerradas, aunque hay también zonas de pista más ancha. Pasamos por algunas ruinas abandonadas tipo cuarteles y garitas de vigilancia de la costa a los que no recomendamos acercarse mucho por el mal estado en el que se encuentran.

Pista de aproximación al sendero de costa
Pista de aproximación al sendero de costa

El sendero baja a la Cala del Peral, justo antes de subir y adentrarse en un túnel de vegetación de palmitos, lentiscos y otras plantas bastante recias. Baja de nuevo a Cala Arenas y la recorremos entera.

Ruinas de cuartel
Ruinas de cuartel

En toda esta zona se hace patente los restos de embarcaciones, e incluso grandes lanchas abandonadas, que se usan para actividades ilegales. Había dos de grandes dimensiones y restos de un motor. Además encontramos restos del alga invasora asiática rugulopteryx okamurae que cubre toda la costa y no nos deja ver la arena de estas playas, que queda debajo. También encontramos gran cantidad de basura que devuelve el mar, plásticos, botellas, bidones y todo tipo de cuerdas, sedales y cosas que nunca deberían estar en el mar.

Acercándonos a la Cala del Peral
Acercándonos a la Cala del Peral
En Cala Arena encontramos dos grandes lanchas abandonadas
En Cala Arena encontramos dos grandes lanchas abandonadas

A lo lejos observamos una especie de torre, denominada Torre del Fraile, muy deteriorada y a la que no se puede llegar por la abundante vegetación que la circunda.

Torre del Fraile
Torre del Fraile

Una vez que hemos salido de Cala Arena, el sendero asciende y vuelve a transitar por zonas de vegetación muy densa, hasta que llegamos al Arroyo de Calafates a la altura de otra playa, que tiene una especie de valla de madera para acceder. Vemos a dos personas que han llegado a caballo y que están recolectando algo en las rocas.

El sendero está rodeado de vegetación
El sendero está rodeado de vegetación

En esta parte, el sendero se estrecha y pasa muy cerca del acantilado por algunas zonas en las que hay que tener especial cuidado, ya que está muy expuesto, pero la belleza es espectacular.

La vegetación forma túneles
La vegetación forma túneles

Pronto el sendero se transforma en una pista, que nos llevará hasta las ruinas de otro cuartel.

El sendero pasa muy cerca del acantilado
El sendero pasa muy cerca del acantilado

Ahora tenemos que afrontar una subida antes de bajar a la playa del Tolmo, donde nos acercamos a los restos del fuerte del Tolmo, ya muy deteriorados.

Inmediaciones del cuartel con un coche abandonado
Inmediaciones del cuartel con un coche abandonado

En este punto, regresamos sobre nuestros pasos y disfrutamos de nuevo de las maravillosas vistas de la costa, ahora ya con marea baja, lo que nos permite avistar más fácilmente los flysh, unas formaciones rocosas de origen natural provocadas por la erosión y que resultan muy fotogénicos.

Playa del Tolmo
Playa del Tolmo
Flysh en el Parque Natural del Estrecho
Flysh en el Parque Natural del Estrecho

Ruta de la Garganta del Capitán

Se trata de otra ruta por la zona del Estrecho pero perteneciente al P.N. de Alcornocales. Es un paseo ideal para hacerlo con niños ya que los senderos son fáciles y no tiene mucho desnivel.

En esta ruta de unos 6 kilómetros vamos a disfrutar de nuevo de vegetación de ribera y bosques de laurisilva típicos de la era Terciaria que se conservan en esta zona del sur de España por las condiciones de humedad y clima existentes en el Estrecho. Además veremos algunos puntos de interés como las tumbas antropomorfas de la Edad del Bronce, algún molino y la tumba del Capitán, con su leyenda incluida.

Cascada del Capitán
Cascada del Capitán

Para ir al punto de encuentro de esta ruta tenemos que ir a la Barriada del Cobre de Algeciras y coger la carretera CA-9208, en el punto kilométrico 2,7 donde veremos una explanada para aparcar los coches.

Cruzamos a pie una cancela y encontramos señales para la ruta de la Garganta del Capitán y el Sendero Europeo Arco Mediterráneo. Comenzamos a caminar por un carril ancho y en buen estado durante 1 kilómetro hasta que cruzamos el Arroyo de la Fuensanta. Por esta zona encontramos mucho ganado pastando.

Ganado pastando
Ganado pastando

Tomamos el camino que sale a la izquierda y pronto llegaremos al Llano de las Tumbas, donde veremos algunas señales y paneles informativos que nos cuentan que en el campo de Gibraltar existen cientos de tumbas como estas excavadas en la roca arenisca y que realmente se desconocen datos sobre su datación.

Llegando al Llano de las Tumbas
Llegando al Llano de las Tumbas

Estas tumbas están inmersas en un bosque de alcornoque y helechos. No se sabe si eran lugares de enterramiento definitivo o solo de preparación de las momias. Tampoco se han podido encontrar las lápidas que tapaban las tumbas y que pudieran dar alguna pista sobre el pueblo que las talló.

Tumbas antropomorfas
Tumbas antropomorfas

Volvemos al camino para continuar la senda señalizada, y camino ofertado por el parque regresa, sin visitar la cascada del Capitán, con su hermosa poza y el estrechamiento de la garganta. Hay un punto en el que encontramos una baliza que nos indica que no sigamos por ahí, pero nosotros nos acercamos a ver la cascada del Capitán, donde hay una presa.

Entendemos que la ruta no se extiende hasta la presa porque el camino, que discurre sobre una conducción de agua, ha sufrido desprendimientos en algunas partes y podría ser peligroso.

Nosotros decidimos acercarnos por nuestra cuenta hasta llegar a una pequeña presa con estructuras metálicas pintadas de azul. Justo antes de la presa, bajamos al cauce y desde allí observamos la preciosa cascada con su poza y el magnífico estrechamiento de la garganta. Aunque el lugar sea idílico, hay que advertir que en el río no está permitido el baño, ya que son parajes muy protegidos.

Cascada del Capitán
Cascada del Capitán

Después de hacer las fotos correspondientes, subimos de nuevo al sendero y regresamos al punto donde ya continúa el sendero oficial. El siguiente punto de interés es la Tumba del Capitán, donde podemos ver una lápida con la siguiente inscripción:
"Aquí yace Gabriel Moreno que fallesió el 13 de julio de 1834 a los 77 años de edad".

Aunque la leyenda habla de que Gabriel era un bandolero de la sierra, lo cierto es que el señor de la tumba era el arrendador del cercano Molino de San José (que veremos más adelante) que por lo visto murió de cólera y se ordenó por las autoridades sanitarias que fuera enterrado aquí. ¡Bonita morada eterna!

Panel informativo en la tumba del Capitán
Panel informativo en la tumba del Capitán

Por lo visto el bandolero Capitán fue abatido de un disparo en esta sierra cuando huía de las fuerzas del orden, y la leyenda dice que escondió su tesoro en alguna parte de esta sierra.

Continuamos por el sendero ya en dirección al río y encontramos unas ruinas de un molino. Ya estamos inmersos en el canuto del Capitán, con su vegetación de ribera compuesta de alisos, quejigos, avellanillos, adelfas, rododendro y todo tipo de plantas trepadoras que envuelven los troncos de los árboles.

Ruinas de un molino cerca del río
Ruinas de un molino cerca del río

Continuamos y al poco encontramos el Molino de San José, un antiguo molino harinero, y muy cerca el Molino de Papel donde se fabricaba papel de estraza. En este punto encontramos algunos eucaliptos enormes.

Molino de San José
Molino de San José

Ya solo nos queda continuar el camino, ya fuera del río y del bosque, por una zona adehesada donde encontramos más ganado pastando, y finalmente llegaremos al parking.

El ganado pasta tranquilamente en la zona de dehesa
El ganado pasta tranquilamente en la zona de dehesa

Muy cerca, en la misma Barriada del Cobre de Algeciras, tenemos la opción de acercarnos a hacer el sendero del Río de la Miel. Si tienes interés, puedes visitar este reportaje, donde lo documentamos.

Ruta del Pelayo a Tarifa por la costa

Otra maravillosa ruta por el Parque Natural del Estrecho es la que une la Barriada de Pelayo con Tarifa, discurriendo por la colada de la costa, en la que tendremos estupendas vistas al mar y al continente africano, en este punto, muy cerca de nosotros.

Una muestra de las maravillosas vistas que encontramos
Una muestra de las maravillosas vistas que encontramos

Esta ruta es lineal de unos 20 Km. y pudimos hacerla gracias al servicio de transporte entre Tarifa y Algeciras. Por la mañana fuimos en coche a Tarifa y lo aparcamos allí. Nos dirigimos a pie a la estación de autobuses y cogimos el autobús que se dirige a Algeciras, bajándonos en Pelayo, punto de comienzo de la ruta.

La ruta comienza en la barriada de Pelayo, a 5 kilómetros de Algeciras. Cruzamos la carretera nacional por un túnel y nos situamos en la Garganta de la Marchenilla, llegando enseguida al Centro de Visitantes de Huerta Grande. Continuamos por un carril y por la vía pecuaria La Marchenilla recientemente recuperada para itinerario senderista y ecuestre.

La vía pecuaria La Marchenilla se ha recuperado como itinerario senderista
La vía pecuaria La Marchenilla se ha recuperado como itinerario senderista

Pronto comenzaremos a tener vistas al mar, y vemos a nuestra izquierda los restos del fuerte del Tolmo, al que habíamos llegado en la ruta que realizamos por la costa días antes.

Llegamos a la costa
Llegamos a la costa

En este punto, continuamos por el sendero de la costa y nos vemos inmersos en la garganta del Arroyo Maraber, un tupido bosque de lentiscos que nos protege momentáneamente del sol. Tenemos que vadear el arroyo, ya en la misma playa, por la cual discurrimos durante un tramo.

Vadeamos el Arroyo Maraber
Vadeamos el Arroyo Maraber

Después, continuamos por el acantilado hasta llegar al antiguo cuartel de Las Arenillas. En este punto se encuentra el límite entre Algeciras y Tarifa. Bajamos a la preciosa Cala de las Arenillas, la única que encontramos con arena en esta zona, ya que las demás son de cantos rodados.

Paisaje costero en Cala Arenilla
Paisaje costero en Cala Arenilla

Si hay marea baja, empezaremos a ver las formaciones tan características de esta zona del Estrecho, los flysch, con sus características ordenadas y formados por las distintas capas de sedimento a lo largo de los siglos.

Característicos flysch
Característicos flysch

Aquí el sendero sube por el acantilado hasta la Punta de la Parra, aunque si hay marea baja se puede pasar por la parte de abajo, por la orilla sin tener que subir. En este punto se puede apreciar muy bien cómo se unen los estratos verticales y horizontales de la plataforma de abrasión. Dentro del mar, se aprecian las grandes rocas con surcos, como si hubiera sido rallada a conciencia.

Seguimos por el sendero y cruzamos una angarilla en plena playa, donde ya tenemos a la vista la emblemática Torre del Guadalmesí y su maravillosa playa. Esta maravillosa torre almenara se encuentra justo en la desembocadura del río Guadalmesí y fue encargada por Felipe II para vigilar que los buques enemigos no se abastecieran de agua en el río. Este era el único punto con agua dulce en verano, desde Algeciras a Tarifa, y los piratas lo usaban para coger agua en verano.

Playa y Torre del Guadalmesí
Playa y Torre del Guadalmesí

Continuamos por el sendero llamado Colada de la Costa, de Algeciras a Tarifa y por distintos tramos de vías pecuarias. A lo largo de este sendero, y ya, con marea baja, observamos grandes tramos de flysch en la plataforma de abrasión, y formaciones geológicas muy llamativas, causadas por la erosión del viento, el sol y otras inclemencias.

Maravilloso ejemplo de flysch en la plataforma de abrasión
Maravilloso ejemplo de flysch en la plataforma de abrasión

Si echamos la mirada al mar, a lo lejos, la costa africana y su gran montaña Ybel Musa, parece que están a tiro de piedra. Aprovechamos que hace bastante calor para disfrutar de las tranquilas aguas que se quedan en la plataforma. Encontramos vacas, burros y cabras pastando plácidamente en esta zona.

Ganado pastando
Ganado pastando

Pasamos por las ruinas de antiguos cuarteles, algunos de los cuales tienen búnkeres que contenían nidos de ametralladoras. La mayoría fueron construidos después de la guerra civil española por prisioneros de guerra.

Entramos a Tarifa por el Castillo de Guzmán El Bueno
Entramos a Tarifa por el Castillo de Guzmán El Bueno

Cada vez estamos más cerca de Tarifa, a donde llegamos por la parte del Castillo de Guzmán el Bueno.

Castillo de Guzmán El Bueno
Castillo de Guzmán El Bueno

Un paseo por Tarifa

Aprovechamos para dar un paseo por Tarifa, ya de atardecer. Paseamos por sus animadas calles con sus terrazas y su buen ambiente. La parte más bonita, la zona antigua con calles estrechas, casas blanqueadas, partes de su antigua muralla, y la joya de la ciudad, el Castillo de Guzmán el Bueno, mandado construir por Abderramán III y dirigido por Guzmán El Bueno que defendió a Tarifa de las amenazas de las tribus africanas que querían devolver la ciudad al Islam.

Ambiente de Tarifa
Ambiente de Tarifa

Te recomendamos tapear o comer en alguno de los bares de Tarifa, donde puedes encontrar una oferta gastronómica mediterránea con pescado fresco o si prefieres la carne, no dejes de probar la carne de vacuno o las fantásticas hamburguesas de retinto. También se estilan mucho los platos tradicionales, como el potaje de tagarninas, las coles o el puchero andaluz.

No dejes de echar un vistazo a las tiendas donde encontrarás artículos de artesanía que solo podrás ver en Tarifa.

Avistamiento de cetáceos en el Estrecho

El Estrecho de Gibraltar ofrece una emocionante oportunidad para el avistamiento de cetáceos, como delfines y ballenas, una actividad ideal para disfrutar en compañía de niños desde el puerto de Tarifa. En esta aventura, se puede experimentar la asombrosa belleza de la vida marina en su hábitat natural, lo que añade un toque especial cuando se viaja con los más pequeños, ya que su entusiasmo por los delfines es contagioso.

Gran grupo de delfines común y listados
Gran grupo de delfines común y listados

Para llevar a cabo esta experiencia, contactamos con Turmares, una empresa con sede en Tarifa que dispone de dos embarcaciones dedicadas al avistamiento de cetáceos. Dependiendo de la época del año, es posible avistar diversas especies de delfines, ballenas e incluso orcas. La reserva se realizó con antelación, y las condiciones del día resultaron ser ideales, con un mar en calma.

Embarcación para el avistamiento de cetáceos
Embarcación para el avistamiento de cetáceos

Se recomienda llevar ropa abrigada debido al fresco en el mar, incluso durante el verano. También es esencial vestir cómodamente y traer agua y aperitivos. La experiencia tiene una duración de aproximadamente dos a dos horas y media, durante las cuales los pasajeros tienen la libertad de moverse por el barco para avistar a los animales. Los delfines, en particular, tienden a rodear la embarcación, brindando múltiples oportunidades para su observación.

Podemos movernos por el barco para ver a los animales
Podemos movernos por el barco para ver a los animales

Una vez a bordo, la guía, llamada Candela, presenta a la tripulación y proporciona información sobre la travesía y las especies que se pueden avistar en esa época del año. Durante el viaje, disfrutamos de impresionantes vistas de Tarifa y la costa de Marruecos en el horizonte.

El barco reduce la velocidad para permitir el avistamiento de una gran manada de delfines comunes y listados, que se acercan y saltan cerca de la embarcación, ofreciendo un espectáculo sorprendente. A menudo, se pueden encontrar manadas mixtas de estas dos especies, compuestas por cientos o incluso miles de individuos, nadando cerca de la superficie y saltando sobre ella.

Grupo de delfines
Grupo de delfines

Después de acompañar a los delfines durante un tiempo, el barco se dirige a otra zona en busca de otras especies. Pronto, se avistan delfines mulares, que son más grandes y pesados que los comunes y listados.

El siguiente avistamiento incluye calderones o ballena piloto, cetáceos que, a pesar de su nombre, no son ballenas sino una especie diferente. Se alimentan principalmente de calamares y peces medianos y son notablemente grandes y de color gris oscuro.

A pesar de intentar avistar cachalotes, no tuvimos la suerte de encontrarlos.

De regreso al puerto, vimos una pequeña tortuga nadando en la superficie y algunos peces luna sumergiéndose rápidamente. A pesar de la ausencia de cachalotes, la experiencia de observar a estos magníficos animales en su entorno natural nos deja una impresión duradera.

Esta experiencia la hemos documentado en un artículo completo.

 

Comentarios

Eduardo
08/05/2021
Con un poco de suerte igual me encuentro el tesoro del Capitán cuando vaya. Ciertamente es un maravilla en primavera toda esa zona
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