Vive el Otoño en la Sierra de Aracena: planes con niños
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Llegada a Casa El Alamillo y sendero El Talenque - Valdelarco
Casa El Alamillo
Hemos tenido la suerte de encontrar la Casa El Alamillo porque era realmente lo que buscábamos para este reportaje, una casa de piedra en medio del bosque totalmente integrada en la Naturaleza. Vimos las fotos de la casa en su página web y cuando llegamos comprobamos que la realidad superaba a las expectativas que nos habíamos hecho. La casa es una maravilla, como sacada de un cuento. Esta en medio del bosque al lado de un arroyo que nunca se seca, ni en verano. A los niños les va a encantar porque es auténtica. Nunca olvidaremos que nuestra pequeña Alma dio sus primeros pasos en este lugar. ¡Por algo será!
Para la documentación del entorno y rutas en Parque Natural de La Sierra de Aracena Y Picos de Aroche de este reportaje hemos utilizado este fabuloso libro: Guía Oficial del parque natural Sierra de Arazena y Picos de Aroche de la editorial Almuzara.
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Nos encontramos con Jose, el dueño de la casa y de la finca donde se encuentra. Nos explica que en esta casa vivió él con su familia cuando sus hijos eran pequeños y entendemos el porqué de la sensación que nos da al entrar, como de estar en un auténtico hogar.
La casa tiene dos plantas. Abajo el salón con chimenea, cocina y un baño. Y en la planta superior dos habitaciones, una con cama de matrimonio, y otra con dos camas. Y también una pequeña salita en la parte de arriba. La casa tiene un pequeño porche. Se pueden alojar hasta 4 personas.
El mobiliario de la casa es sencillo y rústico, con sillas y mecedoras de enea, muebles de madera antiguos restaurados, detalles como un escritorio de los de antes donde pudimos escribir parte de esta crónica. Las camas son muy cómodas, y la chimenea caldea bastante toda la casa cuando hace frio.
Amanecer en esta casa en mitad del bosque, abrir las ventanas y ver cómo despierta el bosque a tu alrededor, no tiene precio. O salir a pasear por la noche y disfrutar de la plena oscuridad mientras escuchas los sonidos nocturnos de la naturaleza, es un privilegio lejos del alcance de mucha gente que vive en las ciudades.
La casa se encuentra a menos de un kilómetro del pueblo de Galaroza, donde hay varias tiendas de alimentación y supermercado, farmacia y otros servicios que nos pueden ser útiles.
Ruta El Talenque - Valdelarco
Después de instalarnos y tomar contacto con el lugar donde íbamos a pasar los próximos cinco días, decidimos dar un paseo.
Nos desplazamos con el coche al Área Recreativa del Talenque para hacer una ruta que discurre casi enteramente por la ribera del arroyuelo Navahermosa, y que llega a la población de Valdelarco. Se trata de un sendero lineal de unos 3,4 Km. y que está balizado como sendero local. Es ideal para hacer con niños ya que no presenta dificultad y discurre por un bosque de ribera con gran diversidad de flora y fauna. Incluso, si tenemos suerte podemos ver tritones o salamandras.
Nada más comenzar las nubes que amenazaban lluvia se manifestaron y comenzó a llover ligeramente así que sacamos los paraguas y a caminar se ha dicho. Andar con lluvia también es agradable si el paisaje acompaña, y no aprieta mucho. Afortunadamente solo cayeron unas gotas y pudimos continuar hasta llegar a Valdelarco.
Los muros de piedra, que delimitan fincas, y el propio camino a los pies del arroyo son una genuina seña de identidad de los paisajes de esta sierra. Valdelarco es un atractivo más del sendero, ya que está ubicado en uno de los lugares más bellos de la sierra y su caserío está declarado Conjunto Histórico.
El sendero pasa por la fuente de Las Alberquillas, un manantial natural con aguas cristalinas y que toma su nombre del entorno donde hay numerosas albercas donde se acumula agua para regadío. Muchos vecinos y visitantes vienen a coger agua de este manantial, como se hacía antaño antes de que existiera una red de agua potable.
Después de llegar a Valdelarco, volvemos por nuestros pasos, esta vez, con la fortuna de que ha dejado de llover y podemos disfrutar del paseo de forma más relajada, aunque sin descuidarnos porque la noche está cercana.
Desde Galaroza a Jabugo y Castaño del Robledo
El día amanece soleado y decidimos hacer una ruta circular pasando por tres pueblos serranos de gran belleza: Galaroza, Jabugo y Castaño del Robledo. Se trata de un paseo de unos 14 kilómetros muy recomendable para hacer en familia en otoño, con el atractivo de pasar en varias ocasiones por la ribera del Río Múrtiga y por la Ribera del Jabugo.
En esta ocasión no tenemos que coger el coche para desplazarnos porque salimos desde la misma casa El Alamillo, cogemos por el Camino del Castaño y después de pasar por un caserío cercano atravesamos una cancela para ir a buscar el cruce del camino entre Castaño del Robledo y Galaroza. Cogemos la rama de la derecha, hacia Galaroza.
Después de atravesar algunas fincas de castaños, vamos a descender hasta un sendero muy cercano a la ribera del río Múrtigas en uno de los tramos más bonitos para nuestro gusto de todo el recorrido. Hay que cruzar el río en varias ocasiones, por un puente de madera y por unos triángulos de piedra habilitados para cruzarlo de forma sencilla.
Pasamos cerca de Galaroza y, muy próximo, tenemos Jabugo, pasando nuestro camino por la Plaza del Ayuntamiento donde vemos una Escultura a las Encajeras, un arte de gran arraigo en este pueblo.
La ruta continua por la Ribera del Jabugo, río que desemboca en el Múrtigas. Este tramo es uno de los senderos más valorados de la Sierra de Aracena por su belleza marcada por la vegetación cerrada de ribera: sauces, olmos, alisos, fresnos, que se mezclan con huertos de frutales. Más arriba de la ribera predomina el alcornocal, algunos quejigos y matorral.
Nos toca después una subida bastante pronunciada para llegar al barrio del Calvario, una aldea de Castaño del Robledo que ya está muy cerca. Aquí paramos para comer en una tiendecita que hay justo antes de cruzar la carretera y que tiene una terracita con mesas.
Después de la breve parada cruzamos la carretera y nos dirigimos a Castaño del Robledo donde paramos en los columpios para alegría de Alma y damos un paseo por el pueblo.
Nos queda continuar para cerrar el círculo y lo primero pasamos por una pequeñísima ermita al salir de Castaño de Robledo, y nos internamos en un bosque de alcornoques, castaños y quejigos, hasta llegar a una zona con bastante erosión en el terreno, donde extremamos las precauciones. Y de repente nos encontramos con el cruce para tomar dirección a la Casa El Alamillo.
Gruta de las Maravillas y Almonaster La Real
Gruta de las Maravillas (Aracena)
No podíamos irnos sin visitar la Gruta de Las Maravillas. Es una cavidad natural que está en pleno centro urbano de Aracena. Se hacen visitas guiadas durante todo el día. Nosotros llegamos a la primera programada para este día, y así nos aseguramos de estar en un grupo muy reducido, ya que más tarde suelen llegar bastantes turistas. Y para nuestro gusto se disfruta mucho más con un grupo pequeño. Justo después de salir nosotros entró un grupo de un bus. El cupo máximo es de 40 personas por visita.
Pasamos primero por la taquilla que está justo enfrente de la entrada de la gruta. Las entradas cuestan 10 € para adultos y 7 € los niños. Puedes comprar un ticket solo para la gruta o una entrada combinada con el Castillo y el Museo del Jamón.
Pasamos a la entrada y enseguida nos recibe Amparo para guiarnos en el recorrido de las 10 de la mañana. Somos un grupo de menos de 10 personas, así que podemos enterarnos bien de todas las explicaciones e incluso hacer preguntas, si tenemos alguna curiosidad.
Si visitáis la Gruta de las Maravillas y hace frío fuera, tened en cuenta que os vais a tener que quitar ropa porque la temperatura dentro es constante de entre 16 y 19 grados con una humedad relativa de casi el 100%, por lo que la sensación de calor es patente en el interior. Con una camiseta de manga corta o manga larga finita se está de lujo dentro.
El recorrido es de un kilómetro aproximadamente y es circular con lo que nos aseguramos de ver siempre cosas nuevas. La duración es entre 45 minutos y una hora. Hay que bajar y subir muchas escaleras.
Nos explican que la leyenda cuenta que fue un pastor el que descubrió la gruta aunque la primera referencia histórica sobre su existencia data de 1886. Fue la primera cueva que se abrió al público en España, en 1.914.
Desde la entrada bajamos por unas escaleras desde donde vamos viendo con perspectiva la belleza de la Sala de las Conchas, que es la primera que vamos a ver. Luego por una galería accedemos al Salón de los Brillantes y empezamos a descender hacia el Salón del Gran Lago. A medida que vamos avanzando nos quedamos más sorprendidos de la complejidad de las formaciones que se desarrollan en la gruta. Es realmente abrumador imaginar cómo la Naturaleza ha esculpido esta belleza a lo largo de los siglos.
Seguimos hacia adelante y pasamos por el Salón de la Esmeralda, el Salón de la Cristalería de Dios y el Salón de los Desnudos, que llama la atención de todo el mundo por la forma faloide de sus figuras.
Durante todo el recorrido vemos el nivel freático de la cueva abajo, en una especie de lagos donde se reflejan las bellísimas formaciones de estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas… La gruta se formó (y se sigue formando) por la acción erosiva del agua sobre las rocas calizas del Cerro del Castillo de Aracena. Desde luego, es un espectáculo para los sentidos y seguro que alimenta la imaginación de los más pequeños.
Después de visitar la Gruta, nos apeteció subir al Cerro del Castillo, justo encima de la gruta. Se puede subir por una calle o por un sendero muy sencillo de andar, aunque hay que subir, pero en menos de media hora estamos arriba, rodeamos el castillo y bajamos para dar un paseo por Aracena.
Almonaster La Real
Por la tarde nos vamos a otro pueblo muy bonito a nuestro gusto: Almonaster La Real, donde nos esperan algunas gratas sorpresas. La verdad es que nos encantó. El pueblo en sí es muy bello, con sus calles empedradas, sus casas blancas. Tiene varias ermitas e iglesias, pero lo que más nos gustó es el lugar donde está emplazado, entre montañas y también su mezquita que está sobre un cerro y a la que subimos. ¡No nos defraudó!
A la mezquita se accede desde el centro del pueblo, por una de las calles que suben. Hay carteles indicativos que nos guiarán. El lugar donde se encuentra esta mezquita es precioso y desde allí se ve todo el pueblo y sus alrededores. Se respira una tranquilidad impresionante. Antes de acceder nos avisa un cartel que las habrá más grandes e incluso más bellas pero que esta pequeña y modesta mezquita es única por muchos motivos, una verdadera reliquia.
Los motivos de por qué es única no lo explica el cartel, pero nosotros pensamos lo mismo de esta mezquita. Está abierta al público y es de una belleza extraordinaria. Lo que se respira al subir al cerro de la mezquita y, más aún al entrar en ella, es una paz y sensación de tranquilidad absoluta. Es un lugar que te carga de energía.
Su arcaico mirab nos revela que fue construida en la época de los Omeya. Vemos sus columnas de mármol y granito que delatan a los anteriores moradores del cerro. Guarda en su interior restos arqueológicos romanos, paleocristianos y visigodos. Cuenta con un patio de las abluciones con una fuente con agua.
Después de ver la mezquita, damos un paseo por el pueblo y nos sorprende mucho encontrar cerrado a cal y canto el Centro de interpretación al Andalus y la Sierra. En el Ayuntamiento nos informaron de que esas instalaciones ya no se abren al público. No sabemos si están cerradas siempre, pero si no es así, tampoco contaban con un horario en la puerta. Para ser un centro de recepción de visitantes, valoramos muy negativamente que se encuentre cerrado y sin nada de información. Es una pena, ya que el pueblo es realmente bonito y no le vendría mal un centro de visitantes.
Después del chasco, nos dirigimos al inicio del sendero hacia el cerro de San Cristobal, que es el punto más alto de la zona y un excelente mirador desde donde se puede ver toda la sierra y los pueblos más cercanos: Cortegana, El Castaño del Robledo, Jabugo, Aguafría, Almonastér, los Romeros e incluso Navahermosa.
La cumbre del San Cristobal está ocupada por instalaciones de transmisiones con varias antenas y no se puede acceder a ella, pero se puede rodear. Nosotros no llegamos a la cumbre por falta de tiempo, ya que anochece muy pronto en esta época pero nos quedamos con el camino de subida que transita por un bonito sendero señalizado que atraviesa un bosque de alcornoques y castaños. Al principio nos encontramos con un antiguo molino (Molinos de los Poyos) antes de internarnos en el bosque por un camino que no tiene pérdida.
Por último, como siempre, buscamos los columpios del pueblo y estamos un ratito para disfrute de la pequeña.
Linares de la Sierra - Alájar
Hoy amanece lloviendo y con una niebla muy cerrada. Teníamos pensado desplazarnos a Castaño del Robledo y hacer una ruta hasta Alájar y la aldea del Calabacino, pero después de llegar con el coche al punto de inicio vemos que es mejor cambiar de planes, porque aunque se pueda caminar con lluvia, que no es muy intensa, la ruta es un poco larga y no sabemos si puede empeorar.
Decidimos entonces ir con el coche a Linares de la Sierra, un pequeño pueblecito que nos ha recomendado nuestro anfitrión Jose. Y de verdad que nos encantó este pueblo con sus calles empedradas, su plaza que hace las veces de "plaza de toros", el lavadero público… su iglesia de San Juan Bautista.
Cuando llegamos al pueblo dimos un paseo, pero enseguida se puso a llover bastante así que nos fuimos a la plaza y nos metimos en el bar Riandero donde nos pedimos un café y tostadas para pensar qué podíamos hacer. Estuvimos hablando con algunas personas del pueblo que estaban en el bar y nos dijeron que había un sendero hacia Aracena y otro hacia Alájar. Y hablando, pasó la nube y se abrió un poco el día.
Decidimos empezar a caminar hacia Alájar por un sendero que atraviesa huertos de frutales en un primer momento y después se interna en un bosque de alcornoque y quejigo mientras comienza una buena subida. Tampoco va a faltar en este sendero un bonito tramo de bosque de galería con chopos, álamos y sauces. El sendero está en su mayor parte delimitado por muros de piedra. Esto es muy característico de esta sierra.
La subida se termina, hemos llegado al Puerto de Linares y desde aquí vamos a comenzar un descenso pronunciado hasta el pueblo de Alájar. Justo en el puerto dudamos si continuar y nos encontramos con un grupo que nos comentan que estos pueblos están unidos entre ellos por una línea de bus y que desde Alájar se puede coger un autobús hasta Linares de la Sierra, así que decidimos continuar caminando con la tranquilidad de que después podremos volver en transporte público.
Llegamos a Alájar, con su iglesia de San Marcos alrededor de la cual se agrupan las casas del pueblo. Sabemos que allí cerca se encuentra la aldea del Calabacino que queremos visitar y algunas otras cosas, que ya dejamos para el siguiente día.
El bus entre Alájar y Linares sale por 1,20 € por persona y los horarios los podéis ver en la puerta del Ayuntamiento. Ojo, porque hay algunos autobuses que paran dentro del pueblo y otros se quedan en el cruce de la carretera que hay una parada de bus.
De vuelta en Linares de la Sierra, como era la hora de comer, entramos de nuevo en el bar de la plaza y pedimos unas croquetas de setas, que estaban riquísimas y lomo en salsa. Y también probamos la cerveza artesana de la Sierra de Aracena, que la hacen en 4 variedades diferentes.
Para los que vayan con niños, en Linares de la Sierra también hay un parque infantil con columpios, toboganes y demás.
Castaño del Robledo a Alájar
Nos desplazamos a Castaño del Robledo para hacer una ruta de senderismo hasta la aldea del Calabacino y la Peña de Arias Montano. Este pueblo es el de mayor altitud de la provincia de Huelva, con 738 m. de altitud sobre el nivel del mar. El pueblo está rodeado de bosques de roble y castaño, de ahí su nombre. Aunque en otras zonas de la sierra las hojas de los castaños aún están verdes, nos damos cuenta de que aquí el otoño se muestra más avanzado, los castaños enseñan sus mejores galas con coloridos propios de esta época.
En el comienzo del sendero hay una tablilla de "Rutas Ornitológicas en Sierra Morena", comenzamos a caminar por una senda delimitada por muros a ambos lados, atravesando grandes fincas de castaños donde están ya recogiendo la castaña. La ruta comienza en subida progresiva hasta que llegamos a un desvío donde tenemos la posibilidad de ascender al punto más alto de la zona, el Cerro del Castaño, con 960 metros. Para subir hay que atravesar una cancela, que suponemos que pertenece a una finca privada. Como no estamos bien informados sobre si hay que pedir permiso, dejamos esta opción para otra ocasión y continuamos por el camino hacia El Calabacino.
El Calabacino es un núcleo rural que no tiene electricidad ni pavimento en sus calles, y hay que llegar caminando, ya que no tiene acceso a vehículos. Antiguamente llegó a tener mucha relevancia con una población de hasta 600 personas pero poco a poco se fue despoblando, y hoy viven allí unos 260 vecinos, que valoran la calidad del paisaje y medio ambiente por encima de las comodidades de la sociedad moderna.
Después de pasar la Iglesia de la Santísima Trinidad de 1.749 y algunas casas sueltas, estamos pendientes de un desvío que nos sale a la izquierda y que se dirige a la Peña de Arias Montano. Si en vez de desviarnos, hubiésemos continuado por el camino, hubiéramos acabado en el pueblo de Alájar, justo donde cogimos el autobús el día anterior.
Ahora el bosque se torna en bosque mediterráneo y comenzamos a subir con una pendiente bastante pronunciada hasta que llegamos a una planicie elevada, la llamada Peña de Arias Montano, desde donde tenemos unas vistas espectaculares de toda la sierra.
Este lugar siempre ha estado asociado a una creencia de que es un lugar mágico y telúrico. Por eso siempre ha atraído a sabios, viajeros y ermitaños. A este lugar se retiró a meditar en el siglo XVI Benito Arias Montano, que fue el que le dio su nombre actual. Él fue el bibliotecario del monasterio de El Escorial en tiempos de Felipe II. También, a la vez, editor de la Biblia políglota, alquimista y astrólogo.
Hay un conjunto de cuevas situadas en la zona: Cueva de la Virgen, Cueva de la Verja, Cueva del Lago Seco, Cueva de la Higuerita, El Palacio Oscuro, Cueva de Los Caracoles, Cueva de la Fuente y La Sillita del Rey. En ellas se han descubierto vestigios que prueban el asentamiento de grupos humanos ya en la Edad del Bronce. Solo son visitables dos de estas cuevas: el Palacio Oscuro, situado debajo del campanario-espadaña, y La Sillita del Rey, situada en el extremo norte.
También se encuentra aquí el santuario de Nuestra Señora de los Ángeles, del siglo XVI, a la que acuden hermandades de todos los pueblos cada 8 de septiembre, cuando se celebra la romería.
Algo que llama mucho la atención es una portada blanca que hay a modo de mirador, asomándose al pueblo de Alajar, a la que llaman "arco de los novios" porque, dicen, novios que pasan, novios que se casan. También en el lugar hay una serie de pilas y fuentes con agua.
Después de dar una vuelta por el lugar, que es bastante grande, regresamos sobre nuestros pasos, aunque apuntamos que hay una posibilidad de regresar a Castaño del Robledo por otro sendero, haciendo así la ruta circular.
Una vez que llegamos a Castaño del Robledo, paramos en la tienda de Mari, que está en la barriada del Calvario y pedimos un plato de queso y un vino, y nos llevamos medio kilo de chantarella para la cena. Después pasamos por el parque para que Alma se divierta en los columpios, antes del viaje de vuelta.