Guadalteba, un lugar para descubrir en la provincia de Málaga
Índice de temas
- Día 1. Ardales y sus secretos cercanos
- Día 1. Ardales y sus secretos cercanos (más información)
- Día 2.- El Chorro, embalses y Mesas de Villaverde
- Más información (más información)
- Día 3.- La Huma y rutas senderistas en la zona
- Día 3.- La Huma y rutas senderistas en la zona (más información)
- Comentarios
Día 1. Ardales y sus secretos cercanos
Ardales
A 63 kilómetros de Málaga, Ardales es uno de los pueblos más bellos de la provincia, aunque últimamente ha sido objeto de polémica por la reciente construcción de varias urbanizaciones que han roto con la arquitectura típica de los pueblos blancos andaluces. Al margen de estas polémicas, sin duda, la naturaleza y la historia han sido generosas con este pueblo, ya que en su término municipal se encuentran algunas de las maravillas más espectaculares de la provincia de Málaga, como El Chorro, el famoso caminito del Rey, las ruinas de Bobastro y la extraordinaria Cueva de Ardales, nombrando solo algunas.
Si nos centramos en el casco urbano, observamos que Ardales está formado por calles sinuosas y empinadas que se dirigen hacia la zona alta del pueblo coronada por las ruinas de un castillo árabe del siglo X. Un poco más abajo encontramos la Iglesia de los Remedios que se empezó a construir en el siglo XIV y se reedificó en el siglo XVIII, de estilo mudéjar con portada barroca. En la zona más baja del pueblo se encuentra la zona comercial, destacando la plaza de San Isidro donde se encuentra el Ayuntamiento y numerosos bares y restaurantes.
Saliendo del pueblo por la calle de los Carros llegamos al Puente romano de La Molina, sobre el río Turón, una zona donde se pueden observar una gran variedad de aves, como patos, garzas, grullas y pequeñas aves. Este puente data del siglo I d.C y formaba parte de la antigua calzada entre Álora y Ronda. Tras cruzar el puente, un carril paralelo al río nos lleva a la Fortaleza de Turón. Este castillo, que se encuentra en ruinas fue reedificado en el siglo XIV pero su origen parece ser íbero y sería utilizado en el siglo IX por Omar Ben Hafsun, formando un arco defensivo junto a Bobastro y la Peña de Ardales.
Pero sin duda los vestigios más antiguos se ubican en la Cueva de Ardales, donde se han encontrado restos prehistóricos del Paleolítico y a la que dedicamos un apartado especial por su importancia.
La gastronomía se encuentra muy marcada por los dulces, sobretodo las galletas de almendra y las tortas de aceite.
Actualmente se está construyendo el Centro de visitantes de la Prehistoria cuya inauguración está prevista para marzo de 2009. Allí nos tenemos que dirigir para visitar la Cueva de Ardales, ya que las visitas son siempre guiadas, con una explicación muy interesante. También se va a inaugurar proximamente un museo etnográfico sobre las costumbres y tradiciones de Ardales.
Cueva de Ardales
De instructivas y emocionantes se pueden calificar las visitas que el Museo Municipal de Ardales organiza para grupos reducidos. Sólo 15 personas cada día y no todos los días de la semana. La prioridad es la conservación de la cueva, de sus vestigios antropológicos y artísticos. En esta cueva, hasta la respiración de las personas que entran en ella puede afectar a los grabados y pinturas que hace incluso más de 24.000 años dibujaron nuestros antepasados en el escalón evolutivo.
Sigue leyendo en VERSIÓN EXTENDIDA y te contaremos la experiencia de estar en esta cueva.
La cita es a las 10 de la mañana en el Museo Municipal de Ardales. Allí, una exposición permanente donde podemos ver los yacimientos arqueológicos de la zona, objetos de todas las épocas encontrados en la comarca e incluso restos humanos, nos pone en situación para ver la cueva. A unos cuantos kilómetros de allí, por un carril medio cimentado subimos a la parte más alta desde donde divisamos unas extraordinarias vistas del pueblo. En la boca de la cueva, nadie se imaginaría que allí debajo de esa montaña pudiera abrirse un espacio tan misterioso y bello. La Cueva de Ardales se extiende por más de 1.600 km. de los que sólo veremos 600 en nuestra visita guiada.
Andrés es nuestro guía y se dispone a darnos una linterna para que podamos ver por donde pisamos. Después de darnos una serie de consejos que nunca vienen mal - no hay que olvidar que estamos en un medio al que no estamos acostumbrados - se dirige a la estrecha puerta que da entrada a la cueva. Agachando la cabeza pasamos todos, no sin una sensación extraña, como de descubrir algo nuevo y extraordinario.
Tras bajar unas escaleras pasamos a la primera sala, por la que debieron entrar nuestros antepasados para refugiarse. El hombre de Nearthental encontró esta cavidad y la exploró, dejando marcas rojas (óxido de hierro) por toda la cueva. Al abrir la cueva ya en el siglo XIX se encontraron los cadáveres de un adulto y un niño en la boca de la cueva y restos de una fogata en una esquina de la primera sala. Andrés nos cuenta que allá en aquella época la entrada de la cueva dejaba entrar la luz, y la penumbra reinaba en esta primera sala. Nuestro guía nos da unas pinceladas históricas sobre la cueva, su descubrimiento, uso a lo largo de los siglos.
La Sala de las Estrellas
Entramos en una segunda sala grandiosa: la Sala de las Estrellas por el brillo que dejan los minerales en sus paredes y columnas. Nuestras linternas tímidamente reflejan este brillo, aunque se pierde la luz por el tamaño de la sala. Nunca hubiera imaginado que pudiera ser tan grande. Esta sala está dividida en dos por una gran columna. Algunas estalagmitas están rotas. Andrés nos explica con conocimiento de causa que aquella sala sirvió de salón de baile para Trinidad Grund, que incluso llegó a contratar músicos para que tocaran con el fin de agradar a los clientes de su balneario en Carratraca, un pueblo cercano.
Descubrimos una cuerda que sube hacia alguna parte. Ante nuestra curiosidad Andrés explica que esa cuerda sube a una zona muy poco visitada incluso por los investigadores. Un espacio de 400 metros que se conserva con los suelos originales y al que la presencia humana podría hacer mucho daño. Aquí se encontró la necrópolis principal y por esta parte existió otra entrada, que ahora está taponada.
La zona de los Laberintos
La grandiosidad de la Sala de las Estrellas contrasta con la estrechez y formas de la zona de los laberintos, donde el agua ha moldeado a su merced las paredes calizas y de marmol de la que están compuestas. Seguimos viendo marcas de exploración por toda la cueva, marcas rojas, ralladuras, puntos y huellas de todo tipo. Pero también formas extrañas en la roca. Los investigadores piensan que los habitantes de este lugar utilizaban algunas zonas para hacer ruidos y comunicarse con sus semajantes. Una cosa son marcas en la roca y otra muy distinta es lo que descubrimos en este punto. Un ejemplo de arte esquemático, la figura de un arquero en rojo, hecho con óxido de hierro. Nos cuesta trabajo verlo al principio, pero Andrés nos descubre sus secretos. La cosa se vuelve más emocionante aún. Lo próximo es una mano impresa en negativo con una forma muy peculiar, como colocando la mano adrede.
La Sala del Lago
La Sala del Lago es nuestra próxima parada. Se encuentra a 540 metros sobra el nivel del mar y a 25 metros por debajo de la entrada de la cueva. Aunque hay muy poca agua, se llega a inundar en época de lluvias. En este punto vemos una serie de aparatos conectados unas baterias. Miden los niveles de dióxido carbónico y otros compuestos. El CSID los ha colocado para investigar el efecto de las visitas en la cueva y sus vestigios; y cómo afecta la climatología exterior a las corrientes de aire del interior.
Arte descriptivo
La última parada es una zona de arte, menos húmeda a la que se piensa que se trasladaron a dibujar en los últimos momentos. El arte había evolucionado, de un arte esquemático se pasa a uno más descriptivo donde se pueden adivinar expresiones en los rostros y en el que se añaden elementos más complejos como el grabado y el uso de las formas naturales de las rocas para crear formas de animales. Cabezas de cierva, un pez, toros e incluso figuras femeninas, formas más fáciles de deducir y más expresivas.
Es el final de la visita y sólo se me quedaba algo pendiente. Poder escuchar el sonido de la cueva en la más completa oscuridad. Algo que evidentemente era dificil en un grupo de personas todas con las linternas encendidas y comentando sus impresiones sobre lo que habíamos visto. Pero Andrés lo tenía previsto y pidió al grupo un momento de silencio y oscuridad para poder experimentar esa sensación. Un minuto indescriptible, de las sensaciones más auténticas que he experimentado. Os la recomiendo.
Cueva de Ardales
Teléfono:
Día 1. Ardales y sus secretos cercanos (más información)
La cita es a las 10 de la mañana en el Museo Municipal de Ardales. Allí, una exposición permanente donde podemos ver los yacimientos arqueológicos de la zona, objetos de todas las épocas encontrados en la comarca e incluso restos humanos, nos pone en situación para ver la cueva. A unos cuantos kilómetros de allí, por un carril medio cimentado subimos a la parte más alta desde donde divisamos unas extraordinarias vistas del pueblo. En la boca de la cueva, nadie se imaginaría que allí debajo de esa montaña pudiera abrirse un espacio tan misterioso y bello. La Cueva de Ardales se extiende por más de 1.600 km. de los que sólo veremos 600 en nuestra visita guiada.
Andrés es nuestro guía y se dispone a darnos una linterna para que podamos ver por donde pisamos. Después de darnos una serie de consejos que nunca vienen mal - no hay que olvidar que estamos en un medio al que no estamos acostumbrados - se dirige a la estrecha puerta que da entrada a la cueva. Agachando la cabeza pasamos todos, no sin una sensación extraña, como de descubrir algo nuevo y extraordinario.
Tras bajar unas escaleras pasamos a la primera sala, por la que debieron entrar nuestros antepasados para refugiarse. El hombre de Nearthental encontró esta cavidad y la exploró, dejando marcas rojas (óxido de hierro) por toda la cueva. Al abrir la cueva ya en el siglo XIX se encontraron los cadáveres de un adulto y un niño en la boca de la cueva y restos de una fogata en una esquina de la primera sala. Andrés nos cuenta que allá en aquella época la entrada de la cueva dejaba entrar la luz, y la penumbra reinaba en esta primera sala. Nuestro guía nos da unas pinceladas históricas sobre la cueva, su descubrimiento, uso a lo largo de los siglos.
La Sala de las Estrellas
Entramos en una segunda sala grandiosa: la Sala de las Estrellas por el brillo que dejan los minerales en sus paredes y columnas. Nuestras linternas tímidamente reflejan este brillo, aunque se pierde la luz por el tamaño de la sala. Nunca hubiera imaginado que pudiera ser tan grande. Esta sala está dividida en dos por una gran columna. Algunas estalagmitas están rotas. Andrés nos explica con conocimiento de causa que aquella sala sirvió de salón de baile para Trinidad Grund, que incluso llegó a contratar músicos para que tocaran con el fin de agradar a los clientes de su balneario en Carratraca, un pueblo cercano.
Descubrimos una cuerda que sube hacia alguna parte. Ante nuestra curiosidad Andrés explica que esa cuerda sube a una zona muy poco visitada incluso por los investigadores. Un espacio de 400 metros que se conserva con los suelos originales y al que la presencia humana podría hacer mucho daño. Aquí se encontró la necrópolis principal y por esta parte existió otra entrada, que ahora está taponada.
La zona de los Laberintos
La grandiosidad de la Sala de las Estrellas contrasta con la estrechez y formas de la zona de los laberintos, donde el agua ha moldeado a su merced las paredes calizas y de marmol de la que están compuestas. Seguimos viendo marcas de exploración por toda la cueva, marcas rojas, ralladuras, puntos y huellas de todo tipo. Pero también formas extrañas en la roca. Los investigadores piensan que los habitantes de este lugar utilizaban algunas zonas para hacer ruidos y comunicarse con sus semajantes. Una cosa son marcas en la roca y otra muy distinta es lo que descubrimos en este punto. Un ejemplo de arte esquemático, la figura de un arquero en rojo, hecho con óxido de hierro. Nos cuesta trabajo verlo al principio, pero Andrés nos descubre sus secretos. La cosa se vuelve más emocionante aún. Lo próximo es una mano impresa en negativo con una forma muy peculiar, como colocando la mano adrede.
La Sala del Lago
La Sala del Lago es nuestra próxima parada. Se encuentra a 540 metros sobra el nivel del mar y a 25 metros por debajo de la entrada de la cueva. Aunque hay muy poca agua, se llega a inundar en época de lluvias. En este punto vemos una serie de aparatos conectados unas baterias. Miden los niveles de dióxido carbónico y otros compuestos. El CSID los ha colocado para investigar el efecto de las visitas en la cueva y sus vestigios; y cómo afecta la climatología exterior a las corrientes de aire del interior.
Arte descriptivo
La última parada es una zona de arte, menos húmeda a la que se piensa que se trasladaron a dibujar en los últimos momentos. El arte había evolucionado, de un arte esquemático se pasa a uno más descriptivo donde se pueden adivinar expresiones en los rostros y en el que se añaden elementos más complejos como el grabado y el uso de las formas naturales de las rocas para crear formas de animales. Cabezas de cierva, un pez, toros e incluso figuras femeninas, formas más fáciles de deducir y más expresivas.
Es el final de la visita y sólo se me quedaba algo pendiente. Poder escuchar el sonido de la cueva en la más completa oscuridad. Algo que evidentemente era dificil en un grupo de personas todas con las linternas encendidas y comentando sus impresiones sobre lo que habíamos visto. Pero Andrés lo tenía previsto y pidió al grupo un momento de silencio y oscuridad para poder experimentar esa sensación. Un minuto indescriptible, de las sensaciones más auténticas que he experimentado. Os la recomiendo.
Cueva de Ardales
Teléfono:
Día 2.- El Chorro, embalses y Mesas de Villaverde
Embalses
En la Comarca del Guadalteba se encuentran tres pantanos de grandes dimensiones: Conde del Guadalhorce, Guadalteba y Guadalhorce. El primero se encuentra en su totalidad en el municipio de Ardales, estando los otros dos repartidos entre Antequera, Campillos y Teba. El embalse del Conde del Guadalhorce que aprovecha las aguas del río Turón, es posible gracias a la presa de El Chorro construida entre 1914 y 1921 por el ingeniero Rafael Benjumea, que se construyó un palacete de gran belleza frente a la presa: la llamada Casa del Ingeniero.
Los otros dos embalses se construyeron en los setenta para regular los ríos Guadalteba y Guadalhorce. Estos dos pantanos unen sus aguas y posteriormente se funden con las aguas del Conde del Guadalhorce, y se recojen en el pequeño pantano del Gaitanejo poco antes de introducirse en el Desfiladero de los Gaitanes.
Este sistema forma un entorno de gran belleza que se conoce con el nombre de Los Tres Lagos, y constituyen la principal fuente de agua para gran parte de la provincia de Málaga. Bajo los embalses se encuentran dos pequeñas poblaciones que tuvieron que ser inundadas: Peñarrubia y Gobantes. Recomendamos sobre la primera de ella un cortometraje realizado por la productora malagueña El Diente de León, titulado Borrados del mapa, que trata de las vidas de los habitantes de esta pedanía después de que les borraran del mapa.
Camping de Ardales
No podemos pasar por alto el magnífico enclave en el que se encuentra esta zona de acampada, que ha sido recientemente inaugurada después de unas reformas. Nos ofrece la posibilidad de acampar directamente en el monte, y a los pies del embalse, donde nos podemos bañar en verano. También ofrece apartamentos, y dispone de bar y supermercado. Hemos estado personalmente en el camping y esta es nuestra experiencia. En su parte central, siempre visible, se encuentra la isla que rápidamente nos da idea de la cantidad de agua embalsada. Desde el mismo camping también podemos comenzar rutas senderistas, como la subida al pico Convento, o circundar la zona de los embalses.
Multiaventura
En el mismo camping la empresa Indian Sport te ofrece la posibilidad de diversas actividades de turismo activo como senderismo por la zona, piraguas en el embalse, rapel y tiro con arco. Entrando por la recepción del camping podrás llegar al embarcadero del embalse Conde del Guadalhorce, el punto de partida de una ruta en piragua donde podrás tener una visión muy diferente del Paraje Natural, desde el agua con un contacto muy directo con la naturaleza. Podrás observar numerosas aves acuáticas como ánades reales y garzas. También podrás ver tortugas tomando el sol y peces saltando en el agua a la captura de insectos. Para saber más pincha aquí.
Restaurante El Mirador
En la zona IV del Parque Ardales se encuentra el Restaurante el Mirador, donde pudimos probar una paella buenísima disfrutando de unas vistas maravillosas sobre el embalse del Conde del Guadalhorce, en un ambiente tranquilo y relajado, con buena comida. Pincha para saber más de este lugar tan especial.
Desde Ardales hacia El Chorro observaremos una hermosa iglesia enclavada en un cerro: es la Ermita de Villaverde, reformada durante los años sesenta del siglo pasado. Junto a ella se descubrió una necrópolis de tumbas antropomorfas excavadas en la roca de época mozárabe.
El Caminito del Rey
Uno de los parajes naturales más bellos y espectaculares de la provincia de Málaga es la garganta o desfiladero de los Gaitanes. Para llegar a él hay que tomar un carril de unos 2 Km. Cerca del camping que termina en el pequeño embalse del Gaitanejo, donde terminan las aguas de los Tres Lagos. Estas aguas, tras cruzar una presa y una antigua central transformadora de electricidad se hunden por un estrecho desfiladero cuya anchura a veces no llega a los 10 metros y cuya altura rebasa los 400 m. El recorrido total es de unos 3 Km. finalizando junto a la Estación de El Chorro. En la parte más angosta de este recorrido se conserva el famoso Caminito del Rey.
Es una pasarela peatonal, suspendida a media altura, a lo largo del desfiladero de los Gaitanes, la cual literalmente vuela en el vacío. Fue construido en el año 1901, y sus obras duraron hasta 1905. Fue construido por La Sociedad Hidroeléctrica del Chorro, dado que se necesitaba que los operarios transitaran desde la garganta del Gaitanejo y la del chorro, (norte y sur). En 1921 el Rey Alfonso XIII visitó esta comarca para inaugurar la presa Conde de Guadalhorce, realizando el itinerario por su propio pie, y a buen seguro que recibiría un gran impacto con las imágenes de verticalidad, sensación aérea y vértigo que aquí encontramos. En muchos sitios encontramos referencias a que el caminito del rey debe su nombre al ser construido para posibilitar la visita de Alfonso XIII en la inauguración de la mencionada presa, pero como hemos explicado, fueron las necesidades de mantenimiento de la compañía las que propiciaron realmente su construcción. Fue desde la marcada visita cuando toma tal apelativo de 'caminito del rey'.
El tiempo y la falta de mantenimiento han hecho que su deterioro haya sido muy notable. A comienzos de los 90 su estado era ya muy lamentable, faltando algunas partes de su recorrido, y completar todo su trazado era arriesgado y apto solo para gente sin un ápice de vértigo. Hoy en día se encuentra cerrado desde el año 2000, tras el último accidente mortal en el que perdieron la vida tres excursionistas. Todavía recuerdo ese día, pues un miembro de protección civil que prestó ayuda en la recuperación de los cuerpos aquel aciago día es amigo del quien esto escribe. El Caminito del Rey ha contado con numerosos planes de rehabilitación y presupuestos pero su estado sigue siendo igual por el momento. A estas alturas, viendo cuales son los efectos sobre entornos con naturales de visitas en masa no sabría decir que es lo mejor.
Aún nos falta hablarte del poblado medieval de Bobastro, con la figura representativa de una iglesia excavada en la roca; y de las Mesas de Villaverde, una montaña con múltiples secretos y que conduce al pantano de La Encantada. No te lo pierdas en VERSIÓN EXTENDIDA.
Bobastro
Bobastro es el nombre de un poblado medieval, aunque su figura representativa sea la imagen de la ermita tallada en la roca. Para acceder a estas ruinas en la carretera Ardales - El Chorro debemos tomar un desvío a derecha señalizado para realizar la subida por una pista asfaltada. Esta pista da acceso a Las Mesas de Villaverde, nombre con el que se conoce a esta elevación donde encontraremos estos llamativos vestigios. Nos adentraremos en una estrecha carretera y el paraje se tornará aún más bello y singular. Poco antes habremos pasado entre formaciones de curioso aspecto redondeado. Es aquí dónde podemos apreciar otros efectos de la erosión en el paisaje, arenisca esculpida que ofrece formas redondeadas fruto de la erosión alveolar. Son figuras de relieve desigual que produce el viento al incidir sobre materiales heterogéneos, o lo que es lo mismo, en rocas con diferente dureza.
Este poblado fue construido por Omar Ben Hafsún en el siglo IX, el cual estableció aquí su capital al sublevarse contra el emir del califato de Córdoba en el año 880. Es realmente espectacular contemplar la construcción de la iglesia realizada mediante vaciado y talla de la piedra caliza, típica en este entorno. Estas construcciones servían de atalaya a Omar, y todavía hoy puede acercarnos a la grandeza de esta increíble zona. El pozo aun está ahí, también alguna que otra pequeña gruta que serviría de almacén. Cerca del recinto nos podemos encontrar restos de la muralla. En la parte superior de Las Mesas, donde termina la carretera, a la derecha, restos del poblado o Alcazaba. Omar aguantó e hizo frente mientras vivió. Fue años después de su muerte cuando fueron reconquistados estos terrenos. Este es el punto más alto de Las Mesas (619m), aunque por contra se pudiera pensar que es el mirador del Gaitanejo (604m), desde dónde podemos asomarnos a dicho desfiladero.
Las Mesas de Villaverde y El pantano de La Encantada
Nos sorprenderá encontrar arriba de Las Mesas de Villaverde donde termina la carretera, un embalse, el de La Encantada. Se trata de una forma de acumular electricidad gracias a contar con embalses a diferentes niveles, puesto que la electricidad no se almacena en las instalaciones habituales. Aquí puede subirse agua con excedente energético y dejarla caer para producir de nuevo electricidad cuando se requiera. El sitio es realmente espectacular por las vistas que nos ofrece, pudiendo vislumbrar La Huma, El Valle del Guadalhorce y otras sierras más lejanas.
Más información (más información)
Bobastro
Bobastro es el nombre de un poblado medieval, aunque su figura representativa sea la imagen de la ermita tallada en la roca. Para acceder a estas ruinas en la carretera Ardales - El Chorro debemos tomar un desvío a derecha señalizado para realizar la subida por una pista asfaltada. Esta pista da acceso a Las Mesas de Villaverde, nombre con el que se conoce a esta elevación donde encontraremos estos llamativos vestigios. Nos adentraremos en una estrecha carretera y el paraje se tornará aún más bello y singular. Poco antes habremos pasado entre formaciones de curioso aspecto redondeado. Es aquí dónde podemos apreciar otros efectos de la erosión en el paisaje, arenisca esculpida que ofrece formas redondeadas fruto de la erosión alveolar. Son figuras de relieve desigual que produce el viento al incidir sobre materiales heterogéneos, o lo que es lo mismo, en rocas con diferente dureza.
Este poblado fue construido por Omar Ben Hafsún en el siglo IX, el cual estableció aquí su capital al sublevarse contra el emir del califato de Córdoba en el año 880. Es realmente espectacular contemplar la construcción de la iglesia realizada mediante vaciado y talla de la piedra caliza, típica en este entorno. Estas construcciones servían de atalaya a Omar, y todavía hoy puede acercarnos a la grandeza de esta increíble zona. El pozo aun está ahí, también alguna que otra pequeña gruta que serviría de almacén. Cerca del recinto nos podemos encontrar restos de la muralla. En la parte superior de Las Mesas, donde termina la carretera, a la derecha, restos del poblado o Alcazaba. Omar aguantó e hizo frente mientras vivió. Fue años después de su muerte cuando fueron reconquistados estos terrenos. Este es el punto más alto de Las Mesas (619m), aunque por contra se pudiera pensar que es el mirador del Gaitanejo (604m), desde dónde podemos asomarnos a dicho desfiladero.
Las Mesas de Villaverde y El pantano de La Encantada
Nos sorprenderá encontrar arriba de Las Mesas de Villaverde donde termina la carretera, un embalse, el de La Encantada. Se trata de una forma de acumular electricidad gracias a contar con embalses a diferentes niveles, puesto que la electricidad no se almacena en las instalaciones habituales. Aquí puede subirse agua con excedente energético y dejarla caer para producir de nuevo electricidad cuando se requiera. El sitio es realmente espectacular por las vistas que nos ofrece, pudiendo vislumbrar La Huma, El Valle del Guadalhorce y otras sierras más lejanas.
Día 3.- La Huma y rutas senderistas en la zona
Esta montaña mágica con nombre femenino está coronada por una gran meseta, dónde podremos encontrar restos de fósiles (ammonites). La Huma está casi en su totalidad rodeada a media altura por una pista desde la que podemos salir hacia direcciones varias. Así por ejemplo podemos seguir por otra pista hacia Valle de Abdalajís, más al norte ir hacia el cortijo La Rejonada y tomar la subida hacia el pico Capilla. Y siguiendo un poco más hacia el norte están las ruinas de un poblado romano 'Nescania', del que hoy sólo quedan huellas, casi inapreciables según pudimos comprobar. En la huma existen restos de ammonites y belennites, en algunos estratos de composición algo más blanda que el resto. Sin duda, es una montaña singular de Málaga. He conocido personas, inquietas con su búsqueda espiritual que reconocen esta montaña como un sitio muy cómodo para meditar y hacerse muchas preguntas.
En biodiversidad no se queda atrás, pues en algunos de los cortados que rodean a La Huma podemos encontrar una importante reserva de buitres. La última vez que subimos al pico convento desde el Camping del chorro pudimos comprobar para desesperación nuestra el daño que causaba la línea de tendido eléctrico que pasa entre el convento y los acantilados de esa zona, pues yacían numerosos cuerpos sin vida de estas grandiosas aves.
Crónica: Circular Huma
La Comarca del Guadalteba ofrece múltiples posibilidades a la hora de practicar senderismo y así, podemos recomendarte una decena de rutas muy atractivas. Nosotros hemos optado por hacer una ruta que rodea La Huma, aunque lo común es la ascensión a esta montaña caliza. Sin ánimo de que te guies por nuestra explicación, te dejamos nuestra visión y experiencia, recomendandote, si estás interesado, que te hagas con mapas de la zona, y si tienes GPS, mucho mejor.
Si te apetece que te contemos nuestra experiencia, entra en VERSIÓN EXTENDIDA
Ruta circular a la Huma
Nos habiamos levantado con la noticia del Klaus, un ciclón que amenazaba con cruzar la peninsula ibérica y tales augurios no cayeron en saco roto, pues sufrimos una horrible tempestad durante toda la ruta, con vientos muy fuertes, aunque tuvimos la suerte de que no llovió.
Comenzamos la marcha a buen ritmo y buena hora. Las primeras rampas desde la barriada del chorro sirven para calentar y vamos acortando carril por todas las veredas posibles. En el estrato de los fósiles casi ni paramos, la sensación de frío y viento nos hacia realmente incomodar. Al poco llegamos a la zona dónde tomamos sendero para acercarnos a las magníficas escaleras que nos acercan en subida vertical a las faldas de La Huma. Hay que estar muy atento para encontrar este punto de inicio de las escaleras. Si no te puede ocurrir lo que a nosotros que nos adentramos un poco antes y llegamos al sendero por un terreno mucho más vertical que el camino natural, que se situa un poco más adelante, entre las dos torretas de electricidad.
Este hermoso tramo lo realizamos en compañía en otro par de senderistas que igual que nosotros fotografia aquí y allí pues cada rincón y a cada pared vertical es espectacular. Casi al final de las escaleras nos encontramos a un pastor con quien cruzamos un par de frases. Arriba ya, en el collado el tiempo es de una señora tempestad. Cruzamos raudos los sembrados hacia el camino que cae justo debajo del cortijo Campedrero, y ya vamos planeando como va a ser la subida a la que nos vamos a enfrentar pues la hemos mirado sobre mapa y satélite, y ya veremos si no nos metemos en otro nuevo lio.
Continuando por el senderito que lleva a otro cortijo mas abajo ya tenemos a tiro nuestro objetivo. Estamos ya en el pequeño chaflan que hace el cortado de la Huma a este nivel. Parece que podremos subir, y estudiamos el plan de ataque. Al principio no resulta muy complicado, y vamos con cautela de subir por sitios donde luego en caso de tener que retroceder podamos bajar. Superados unos 30 metros de desnivel, tenemos que decidir por donde pasar la pared, y tras una muy buena vista de Patri optamos por trepar por una pared vertical pero con puntos de apoyo en sus laterales para terminar de subir la parte más dificil. Desde aqui el camino era dificil pero asequible para ir tomando la dirección noroeste para llegar al paso que hay debajo del cortado superior de la huma.
Encontramos un ammonite en buenas condiciones, perfectamente colocado en una roca. Seguimos subiendo ahora con más facilidad. Para sorpresa nuestra nos encontramos un hito de madera vertical (y mas adelante otro). A estas alturas no estoy seguro de si marcaban una ruta de rodeo a la huma y bajada por la parte habitual u otro sitio cercano al que nosotros habiamos realizado. Nuestra esperanza era vislumbrar el carril por el que en otras ocasiones habiamos terminado la ruta si habiamos llevado la direccion de subida correta y haciamos el paso en el sitio adecuado (pues ibamos sin GPS). Y... bingo, allí estaba el carril al que llegamos por aproximacion visual, aunque enseguida nos llevaba de camino. Comenzamos ya a recorrer el carril con las vistas de los impresionantes tajos y estratos de la sierra que tenemos justo enfrente, terminando en el desfiladero del Gaitanejo (más al norte que el de los gaitanes). Aqui la fauna es notable, cabras monteses y jabalies, de los que pudimos apreciar huellas en el barro (de revolcarse).
El siguiente hito importante es un cruce de caminos. Nosotros seguiriamos a la derecha segun nuestro sentido, y de esta manera mas pegados a las faldas de la huma. En este punto nos encontramos a un habitante de un cortijo cercano con quien mantuvimos una agradable conversacion sobre lo bueno y malo de vivir en tan grandioso lugar, pero aislado al mismo tiempo. El transcurso de este tramo no tiene mucha novedad, grandes vistas y llegado a una gran dolina, justo antes habremos de pasar nuestro carril por un vallado sin puerta.
Nosotros continuamos hasta que nos quedamos sin camino y luego nos costo lo suyo enlazar con el camino que va hacia el chorro. Quiza era mejor haberlo hecho antes. Una vez en la pista del chorro nos enctraremos una bifurcación a la izquierda que nos llevaria a Valle de Abdalajis (siendo parte del GR-7, tramo El Chorro - Valle de Abdalajis). Pasamos un par de cortijos más. Estaremos pendientes de seguir la marca del GR (blanca y roja), pues tendremos una bifurcacion pasados dichos cortijos a la derecha primero (que obviaremos) y a izquierda despues (que tambien obviaremos). Aqui ya tenemos bajada constante y, un par de kilometros despues ya habremos llegado al punto donde nos desviamos para tomar la ruta hacia las escalerillas.
Realmente destacable el conjunto de cabras montesas cerca de la cantera de los ammonites, con varios machos incluidos. No tenian nada de miedo, se limitaban a mirar. Nosotros tambien nos limitamos a mirar por si caia alguna de las piedras que a veces desprendian, aunque mas bien parecia que lanzaban. Mientras, en la famosa cueva que hay en estas paredes los escaladores sacaban provecho de todas las variedades de paredes que alli hay.
Día 3.- La Huma y rutas senderistas en la zona (más información)
Ruta circular a la Huma
Nos habiamos levantado con la noticia del Klaus, un ciclón que amenazaba con cruzar la peninsula ibérica y tales augurios no cayeron en saco roto, pues sufrimos una horrible tempestad durante toda la ruta, con vientos muy fuertes, aunque tuvimos la suerte de que no llovió.
Comenzamos la marcha a buen ritmo y buena hora. Las primeras rampas desde la barriada del chorro sirven para calentar y vamos acortando carril por todas las veredas posibles. En el estrato de los fósiles casi ni paramos, la sensación de frío y viento nos hacia realmente incomodar. Al poco llegamos a la zona dónde tomamos sendero para acercarnos a las magníficas escaleras que nos acercan en subida vertical a las faldas de La Huma. Hay que estar muy atento para encontrar este punto de inicio de las escaleras. Si no te puede ocurrir lo que a nosotros que nos adentramos un poco antes y llegamos al sendero por un terreno mucho más vertical que el camino natural, que se situa un poco más adelante, entre las dos torretas de electricidad.
Este hermoso tramo lo realizamos en compañía en otro par de senderistas que igual que nosotros fotografia aquí y allí pues cada rincón y a cada pared vertical es espectacular. Casi al final de las escaleras nos encontramos a un pastor con quien cruzamos un par de frases. Arriba ya, en el collado el tiempo es de una señora tempestad. Cruzamos raudos los sembrados hacia el camino que cae justo debajo del cortijo Campedrero, y ya vamos planeando como va a ser la subida a la que nos vamos a enfrentar pues la hemos mirado sobre mapa y satélite, y ya veremos si no nos metemos en otro nuevo lio.
Continuando por el senderito que lleva a otro cortijo mas abajo ya tenemos a tiro nuestro objetivo. Estamos ya en el pequeño chaflan que hace el cortado de la Huma a este nivel. Parece que podremos subir, y estudiamos el plan de ataque. Al principio no resulta muy complicado, y vamos con cautela de subir por sitios donde luego en caso de tener que retroceder podamos bajar. Superados unos 30 metros de desnivel, tenemos que decidir por donde pasar la pared, y tras una muy buena vista de Patri optamos por trepar por una pared vertical pero con puntos de apoyo en sus laterales para terminar de subir la parte más dificil. Desde aqui el camino era dificil pero asequible para ir tomando la dirección noroeste para llegar al paso que hay debajo del cortado superior de la huma.
Encontramos un ammonite en buenas condiciones, perfectamente colocado en una roca. Seguimos subiendo ahora con más facilidad. Para sorpresa nuestra nos encontramos un hito de madera vertical (y mas adelante otro). A estas alturas no estoy seguro de si marcaban una ruta de rodeo a la huma y bajada por la parte habitual u otro sitio cercano al que nosotros habiamos realizado. Nuestra esperanza era vislumbrar el carril por el que en otras ocasiones habiamos terminado la ruta si habiamos llevado la direccion de subida correta y haciamos el paso en el sitio adecuado (pues ibamos sin GPS). Y... bingo, allí estaba el carril al que llegamos por aproximacion visual, aunque enseguida nos llevaba de camino. Comenzamos ya a recorrer el carril con las vistas de los impresionantes tajos y estratos de la sierra que tenemos justo enfrente, terminando en el desfiladero del Gaitanejo (más al norte que el de los gaitanes). Aqui la fauna es notable, cabras monteses y jabalies, de los que pudimos apreciar huellas en el barro (de revolcarse).
El siguiente hito importante es un cruce de caminos. Nosotros seguiriamos a la derecha segun nuestro sentido, y de esta manera mas pegados a las faldas de la huma. En este punto nos encontramos a un habitante de un cortijo cercano con quien mantuvimos una agradable conversacion sobre lo bueno y malo de vivir en tan grandioso lugar, pero aislado al mismo tiempo. El transcurso de este tramo no tiene mucha novedad, grandes vistas y llegado a una gran dolina, justo antes habremos de pasar nuestro carril por un vallado sin puerta.
Nosotros continuamos hasta que nos quedamos sin camino y luego nos costo lo suyo enlazar con el camino que va hacia el chorro. Quiza era mejor haberlo hecho antes. Una vez en la pista del chorro nos enctraremos una bifurcación a la izquierda que nos llevaria a Valle de Abdalajis (siendo parte del GR-7, tramo El Chorro - Valle de Abdalajis). Pasamos un par de cortijos más. Estaremos pendientes de seguir la marca del GR (blanca y roja), pues tendremos una bifurcacion pasados dichos cortijos a la derecha primero (que obviaremos) y a izquierda despues (que tambien obviaremos). Aqui ya tenemos bajada constante y, un par de kilometros despues ya habremos llegado al punto donde nos desviamos para tomar la ruta hacia las escalerillas.
Realmente destacable el conjunto de cabras montesas cerca de la cantera de los ammonites, con varios machos incluidos. No tenian nada de miedo, se limitaban a mirar. Nosotros tambien nos limitamos a mirar por si caia alguna de las piedras que a veces desprendian, aunque mas bien parecia que lanzaban. Mientras, en la famosa cueva que hay en estas paredes los escaladores sacaban provecho de todas las variedades de paredes que alli hay.