Hacer Senderismo con Bebés
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Hacer senderismo con bebés
Está claro que cada familia es un mundo y cada bebé es diferente y tiene necesidades específicas, pero creemos que hay unas claves para que todo salga de lujo en una ruta de senderismo.
La ruta
En primer lugar hay que elegir la ruta o paseo que vamos a hacer con el bebé. Tiene que ser una ruta que esté adaptada al nivel de los padres. Si estamos muy acostumbrados a andar por el monte durante muchos kilómetros, no es lo mismo que si salimos poco, no estamos entrenados y nos vamos a cansar enseguida. Recomendamos empezar por rutas cortas y sencillas y poco a poco, si nos vemos seguros ir aumentando la distancia si nos apetece y el bebé se lo toma bien.
En nuestro caso, la pequeña Alma se lo pasaba pipa en las rutas. Al principio, iba la mayor parte del tiempo dormida, y eso le venía genial porque ya de por si es tan curiosa que no se quiere perder nada y dormir no es su fuerte. Al sacarla de la mochila en las paradas, se despertaba tan contenta y se ponía a balbucear y a mirarlo todo. No sé si será suerte o que ya desde la barriga ha sentido lo bien que se está en el campo.
En definitiva, como llevamos al bebé, la ruta debe cumplir unas características básicas. El terreno no debe ser muy complicado, preferiblemente sendas o caminos bien marcados que no sean muy pedregosos y por donde se pueda andar sin dificultad. También debemos asegurarnos de que no haya zonas peligrosas donde una caída pueda suponer graves consecuencias. Si es una ruta que ya conocemos por haberla hecho antes, mucho mejor. En caso contrario, a ser posible, que esté bien señalizada. Muy recomendable llevar GPS (puedes comprarlo aquí) y saber usarlo.
También es importante prever si nos podemos dar la vuelta en caso de necesidad, o si hay algún punto de escape para acortarla si fuera necesario. Y por supuesto, ver que haya sitios cómodos para hacer algunas paradas ya que con el bebé debemos parar cada cierto tiempo para que haga sus tomas, descanse. Puede valer con cualquier rellano bajo un árbol o alguna pradera resguardada del viento. Esto lo vamos a ver sobre la marcha, no es difícil encontrar un lugar bonito y cómodo relativamente para descansar.
Meteorología
Tan importante como elegir la ruta es elegir un día en que el tiempo sea bueno. Sobre todo que no haga frío ni demasiado viento, que hagan incómodo el paseo. Tampoco que haga mucho calor. Si está nublado, no hay problema, incluso mejor, en zonas como el sur de España donde un día de sol puede ser demasiado intenso para un bebé. Primavera y otoño son ideales, aunque en invierno también podemos encontrar días buenos dependiendo de la zona. Y para el verano, podemos buscar rutas fresquitas, cerca de un río o del mar, para poder refrescarnos.
La mochila portabebé
Es muy importante buscar una buena mochila portabebé lo más ligera posible y ergonómica porque van a ser muchas horas y tanto los padres como el bebé deben ir cómodos. Tanto la mochila, como la forma de llevar al bebé (delante o detrás) van a depender de la edad, el peso y las capacidades del bebé.
En nuestro caso, al principio del todo, cuando Alma tenía poco más de 3 meses, usamos un fular elástico (puedes comprarlo aquí), que es muy cómodo y blandito y como aún pesaba poco, era una opción buena para llevarla delante e ir controlando si estaba bien, si tenía hambre o si iba dormidita y la mar de a gustito. Con el fular hicimos rutas muy cortitas, para ir acostumbrándonos todos.
Un poco más adelante, cuando ya pesaba un poco más con unos cuatro meses, empezamos a usar la Manduca (puedes comprarlo aquí) con el asiento reductor también para llevarla delante. Hasta los 6 meses al menos se recomienda llevar al bebé delante para controlarlo en todo momento.
A partir de los seis meses y medio aproximadamente, cuando ella ya sostiene perfectamente la cabecita, empezamos a sentirnos seguros para llevarla a la espalda. Este cambio es un gran descanso para el porteador, ya que a partir de un peso determinado, llevar la carga delante empieza a resultar incómodo. Es mucho más llevadero a la espalda.
Cuando Alma contaba con unos 15 meses, nos empezamos a plantear comprar una mochila más específica pata trekking que nos va a permitir llevarla con seguridad y comodidad. Empezamos a usar la Deuter Kid Confort 2 (puedes comprarlo aquí), que además del bebé tiene una capacidad de 16 litros, donde poder llevar ropa, pañales e incluso agua. Lo bueno de esta mochila es que cuando el bebé pesa más, nos va a permitir cargar más peso en la cadera en vez de en los hombros, ya que es bastante robusta y reparte muy bien el peso. Hay que decir que la mochila sola pesa unos 3 kilos, que habrá que añadir al peso del bebé. Pero es una buena opción para que el bebé no acabe empapado con el sudor del porteador.
Para portear hay muchas opciones, os hemos contado nuestra experiencia, pero todo es probar lo que se ajuste a cada uno.
La mochila con todo
Tan importante como la mochila portabebé, es la mochila donde hay que llevar todo lo necesario para la ruta, para el bebé y para los papás. Y teniendo en cuenta que una de las dos personas va a llevar exclusivamente al bebé, la otra persona tiene que llevar la mochila con todo, lo cual supone un peso considerable. Muchas veces, va a superar el peso del bebé. Es importante que la mochila sea grande y cómoda.
¿Qué hay que llevar en la mochila?
Además de ropa de abrigo, comida y agua para los padres, con un bebé, hay que llevar muchas cosas en esa mochila. Es muy útil tener una lista y repasar antes de salir:
Higiene:
Cambiador o esterilla para poner en el suelo.
Pañales y toallitas.
Muda de ropa para el bebe, por si se mancha o suda.
Bolsas de plástico para basura.
Gel desinfectante para manos. Venden unos botes de gel desinfectante en las farmacias que están muy bien para después de cambiar un pañal o antes de alimentar al bebé.
Alimentación:
Biberón, leche en polvo, agua caliente (en caso de dar biberón). Si le das pecho, es más sencillo.
Comida caliente en termo de sólidos, en caso de que el bebé ya haya iniciado la alimentación complementaria. Potito de fruta de frasco, ya que si se lo haces casero se va a oxidar.
Cuchara.
Muselina y baberos.
Ropa y protección contra los elementos
Hay que llevar ropa adaptada a la meteorología y tener en cuenta que aunque nosotros no tengamos frío porque estamos haciendo una actividad física, el bebé está parado y puede tener frio. La lista podría quedar así:
Ropa de abrigo para el bebé (buzo y cortaviento, 2 pares de calcetines para las manos / pies). Para las manos, podemos poner unas manoplas, aunque hacen el avío unos calcetines colocados en las manos, así se los podemos subir un poco por el brazo y nos se les caen. Los calcetines en las manos también sirven para el sol.
Gorro calentito para el frío y/o gorra para el sol. Hay rutas en las que hay que poner las dos cosas, dependiendo del momento del día.
Mantita. Nunca viene mal para tapar al bebé al sacarlo, o incluso para ponerla encima de la mochila portabebé si hace fresco.
Crema solar para bebés (puedes comprarlo aquí)
Paraguas reflectante: muy útil en verano y en rutas muy expuestas al sol. (puedes comprarlo aquí) Se puede llevar mientras caminamos, o en las paradas.
Otras cosas
Es buena idea echar bastones de senderismo, porque dan bastante seguridad a la persona que lleva al bebé. Y también para el que lleva la mochila con todo, ayudan mucho a sobrellevar tanto peso.
Esperamos que os animéis a salir al campo con vuestros bebés y que os sirvan nuestras ideas y experiencias.