Monasterio de Piedra
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Monasterio de Piedra
Un poco de historia
Lo primero que existió en el enclave del Monasterio de Piedra fue precisamente eso, un monasterio construido en el siglo XII, por lo tanto estamos hablando de un lugar con más de 800 años de historia. Allí se trasladaron unos monjes cistercienses provenientes del Monasterio de Poblet.
Con la desamortización de Mendizábal el monasterio quedó en el abandono hasta que unos años más tarde, en 1840 lo compró un particular, Don Pablo Muntadas Campeny. Uno de sus hijos, Juan Federico Muntadas lo reconvirtió en un hotel, construyó los jardines del parque y descubrió algunos de los puntos más atractivos, como la Gruta Iris, de la que te hablaremos después. Además construyó la primera piscifactoría de España.
¿Por qué visitar el Monasterio de Piedra?
Precisamente, lo que llama la atención de la mayoría de visitantes no es precisamente el edificio del monasterio, sino los jardines que lo rodean, un vergel alimentado por las aguas del río Piedra. Una serie de caminos y senderos recorren el extenso jardín que se acerca a ver cascadas, grutas, y el propio curso del río.
Puedes visitar el Monasterio de Piedra en cualquier época del año, incluso en verano, ya que todo el recorrido está en sombra, y el agua y la vegetación hacen que la temperatura del lugar sea muy agradable.
Puedes ir con niños porque los recorridos son muy sencillos y están habilitados para cualquier persona que esté un poco acostumbrada a caminar. También es cierto que si haces todo el recorrido, andarás algo más de 6 kilómetros, pero no te darás ni cuenta ya que irás haciendo fotos y maravillándote con cada rincón, ¡te lo aseguramos!
Si que tendrás que subir y bajar algunas escaleras.
Seguro que los más pequeños se lo pasan en grande viendo las cascadas, las truchas de la piscifactoría y jugando con el agua que salpica de los saltos de agua. También hay un parque infantil en la entrada del complejo, así que no se aburrirán.
¿Cómo sacar las entradas?
Lo más recomendable es sacar las entradas por anticipado a través de Internet, en la página web del Monasterio, aunque si no hay mucha afluencia de visitantes, puedes hacerlo en taquilla. Este año, con la limitación de aforos debido al COVID-19 desde luego te recomendamos asegurarte sacando previamente las entradas o al menos, hacer una llamada telefónica para saber si va a haber mucho público.
Una de las cosas que más nos gustó de la visita fue la llamada Gruta Iris descubierta en 1860 por Juan Federico Muntadas, que fue el artífice de la reconversión del Monasterio en un hotel y en un jardín turístico. Esta gruta es un fenómeno kárstico por excelencia que se adentra a las entrañas de la tierra y desciende hasta la parte posterior de la cascada más grande del Monasterio de Piedra, la Cascada Cola de Caballo, el emblema del Parque.
La visita al Monasterio de Piedra
La visita es muy sencilla. A la entrada te dan un mapa donde aparecen los puntos más interesantes que irás viendo a lo largo del recorrido y solo tendrás que seguir las flechas azules para realizar en orden la visita. Cada cascada, gruta o punto de interés está señalizado con carteles que explican de qué se trata. El último tramo, ya para la salida, está señalizado con flechas rojas.
Normalmente se suele dejar para el final la visita monumental al edificio del Monasterio, donde además hay una exposición con una sala dedicada a la historia del chocolate, otra dedicada al café, el Museo del Vino de DO Calatayud, una exposición de carruajes y un patio central muy bonito. Y anexo, se encuentra el edificio del Hotel.
En la zona de taquillas hay una zona de merendero, un chiringuito, un parque infantil y los aseos.
También mencionaremos que hay una exhibición de aves rapaces, pero se ha suspendido temporalmente debido al COVID-19.
El vergel de Juan Federico Muntadas
Es una zona muy verde con árboles muy altos y mucha sombra, además de grandes extensiones de césped extraordinariamente cuidado. A pesar de que el lugar invita a quedarse un largo rato, aún queda mucho parque que visitar.
Baño de Diana
La primera cascada que os encontráis es el Baño de Diana, un conjunto de saltos de agua muy caudalosos que va a invitaros a haceros un montón de fotos, por su belleza y la composición del encuadre.
Cascada de La Caprichosa
Una espectacular cascada rodeada de vegetación selvática, helechos, enredaderas y en la que seguro que os paráis a echaros unos selfies y ser la envidia de vuestros familiares y amigos. Cuenta con un mirador desde donde las fotos salen ideales.
Cascada de La Trinidad
Justo al lado de la anterior tenemos la Cascada de La Trinidad, un poco más salvaje pero maravillosa, con un musgo verde recubriendo la roca por la cual baja el cauce. Una maravilla.
Grutas y cabeceras de cascadas
Después subiremos por unas escaleras que nos situarán en la base de algunas de las cascadas que ya hemos visto, desde donde veremos precipitarse el agua hacia abajo, una experiencia que también recomendamos.
Los Vadillos
En este lugar el cauce del río se ensancha y se forman una especie de vados o espacios donde el agua se remansa y, en vez de cascadas, tenemos grandes y cristalinas charcas de aguas tranquilas. Si que vemos algunas cascadas pequeñas de poca altura.
Los Fresnos Alto y Bajo
Aquí el sendero pasa al lado de algunas cascadas preciosas recubiertas de musgo y donde tenemos grandes árboles que nos dan sombra en todo momento.
Cascada Iris
Se trata de un salto de agua muy bonito que precede a la espectacular Cascada Cola de Caballo, y que se puede ver y fotografiar desde un puente de madera.
Gruta Iris
Esta gruta, por Juan Federico Muntadas en el año 1860, es lo más espectacular del Monasterio de Piedra y da acceso a la parte posterior de la cascada Cola de Caballo, la más alta del parque. Tendrás que bajar por unas estrechas escaleras que de vez en cuando se asoman a la gran cascada y dónde vas a sentir un frescor sin igual.
Cuando llegues a la parte de abajo, justo detrás de la cascada, será muy difícil que no te mojes con el agua que se filtra desde arriba y la que viene de la cascada, mientras escuchas el atronador sonido del agua cayendo sin control a la poza de abajo. Es una sensación inigualable.
Para salir, atravesarás un largo y estrecho túnel iluminado.
Cascada Cola de Caballo
Al salir de la gruta, y caminar unos metros tendrás visión general de la Cascada Cola de Caballo, una de las más altas de España con unos 54 metros de caída vertical.
Piscifactoría y Lago del Espejo
Poco después siguiendo la visita en el sentido recomendado llegamos a las instalaciones de la piscifactoría donde podemos ver grandes ejemplares de trucha.
El Lago del Espejo es otro de los lugares donde todo el mundo se hace unas fotos ya que se trata de un gran lago de aguas cristalinas y tranquilas. Allí también podemos ver todo tipo de peces alimentándose de las algas del fondo.
Monasterio, la visita monumental
Después de disfrutar de la naturaleza podemos visitar la zona monumental que incluye el Claustro, Sala Capitular, Altar Barroco, y la Iglesia.
También tenemos el Museo del Vino D.O. Calatayud, la Exposición de la Historia del Chocolate, una Sala de Carruajes , Reproducción del Tríptico Relicario (en el Refectorio) y Calefactorio.