Sierra de Las Nieves

Amanece un día espectacular con sol y poco viento, ideal para recorrer los bosques de pinsapos de la Sierra de las Nieves. Nos dirigimos al Puerto del Saucillo, al que se accede desde Yunquera por una pista terriza. El coche lo dejamos en el parking del Puerto del Saucillo. Hay que advertir que si queremos tener un hueco en este parking, debemos llegar bastante temprano, ya que cuenta con pocas plazas y el lugar es bastante concurrido. Si vamos en domingo, cuanto antes lleguemos mucho mejor.

Se trata de una ruta de unos 12,5 Km y unos 640 m. acumulado de subida. La ruta puede resultar dura para personas que no están acostumbradas a hacer montaña asiduamente. Máxime con lo que supone cargar con un bebé más el material necesario del bebé y los adultos. La orientación en alguna parte pasado el puerto del Hornillo puede ser algo tediosa, sumado a la pendiente de esta zona de la ruta, siendo este el punto más complicado de toda la ruta.

Se han realizado dos paradas de larga duración para las tomas y descanso del bebé. En total nos ha llevado 7 horas, aunque puede realizarse en unas 4-5 con adultos sólo.

Comenzamos en el Puerto del Saucillo, donde tenemos unas vistas impresionantes de la bahía de Málaga y las sierras litorales. Desde allí parten numerosos senderos, pero nosotros cogemos el que nos acerca al puerto Bellina. Aquí los pinsapos están mezclados con una masa amplia de pino resinero. De repente nos topamos con el "Pinsapo del Candelabro" que está señalizado con una tablilla de información.Aunque no estuviera señalizado, lo reconoceríamos enseguida ya que es un impresionante pinsapo con forma precisamente de candelabro, y que mide más de 16 metros de altura. ¿Imaginas la cantidad de historias de las que habrá sido testigo este árbol?

Afortunadamente, este majestuoso pinsapo no está solo. Estamos transitando por el mayor y mejor conservado pinsapar a nivel mundial. En la Península Ibérica el pinsapo solo está en tres zonas bien diferenciadas: Sierra de las Nieves, Sierra del Pinar en Grazalema y Los Reales de Sierra Bermeja.

Estos bosques se caracterizan porque son bosques húmedos y sombríos, más propios del norte de Europa que del sur de España. Los viejos ejemplares se retuercen creando formas imposibles y se mezclan con los pequeños y bien proporcionados pinsapitos que crecen a sus pies. Andar por estos senderos nos traslada a un lugar lejano y nos inspira historias mágicas. De ahí que sean rutas muy adecuadas para hacer con niños, ya que podemos estimular su imaginación y creatividad.

Conforme vamos ganando altura, aparecen a nuestras espaldas las Sierras Prieta y Cabrilla, con una estampa muy montañera. El sendero es sencillo aunque se vuelve un poco más pedregoso conforme nos acercamos al puerto del Hornillo. Antes de llegar a él, hacemos una parada para el descanso y la toma del bebé, y ya de paso, descansamos nosotros también y tomamos un tentempié. La parada podemos hacerla en prácticamente cualquier parte del sendero ya que existen pequeños llanos en los que podemos acomodarnos, siempre que la climatología lo permita, teniendo cuidado de no parar en un lugar muy ventoso, ni a pleno sol. En las paradas debemos abrigar bien al bebé al sacarlo de la mochila ya que, aunque nosotros no tengamos frio por el esfuerzo físico que estamos realizando, él puede tener frío al separarse de nosotros. Máxima precaución con esto y también con el sol. Conviene protegerlo con cremas e incluso con algún parasol.

Llegamos al Puerto del Hornillo desde donde podemos ver el Peñón de Ronda y el cortijo justo a sus pies. Atravesamos el Llano de la Gotera y el paraje conocido como Los Ventisqueros donde hay restos de plantaciones de árboles. En esta parte, si el día es ventoso, podemos tener bastante viento, aunque nosotros hemos tenido suerte con el día que es espléndido.

Ya estamos cerca del Peñón de Enamorados. Antes pasamos por una zona de quejigos que en esta época del año lucen sus hojas verdes. Y nos ponemos al pie del peñón de Enamorados. La subida al peñón es corta pero puede resultar algo escarpada para ir con un bebé, así que, si no lo veis seguro, podéis daros la vuelta en este punto. Teniendo cuidado es totalmente realizable, tanto con mochila ergonómica como con niños. Seguro que aquí se lo pasan bomba "escalando" si tienen suficiente edad para ir por su propio pie.

Una vez arriba, tenemos unas vistas impresionantes de la Sierra, destacando el Torrecilla, que tenemos muy cerca. Bajamos con más cuidado aún que con el que hemos subido. Y buscamos un lugar llano para hacer otra parada larga, esta vez para comer nosotros, y para el descanso y la toma del bebé. Tenemos la suerte de que nuestra pequeña Alma disfruta mucho de las paradas y con sus escasos 4 meses aprovecha las salidas de la mochila para charlotear en su idioma mientras ve los árboles y oye los pájaros.

La vuelta la haremos por otro sendero igual de bonito que por el que hemos subido y que también va a finalizar en el puerto del Saucillo donde hemos dejado el coche por la mañana. Pasaremos por el puerto y la peña del Cuco y, ya casi llegando al final de la ruta nos sorprenderá un pozo de nieve reconstruido, que se usaba antiguamente para hacer hielo y poder transportarlo a zonas más calurosas para conservar los alimentos.

Otro de los pinsapares más espectaculares de la Sierra de las Nieves es el Pinsapar de Cubero, al que accedemos desde el Área Recreativa de los Sauces, en el término municipal de El Burgo.

Para llegar hasta el punto de inicio, hay que tomar un carril que comienza en la carretera entre El Burgo y Yunquera. En esta carretera hay una señal que indica Área recreativa de la Fuensanta y Área Recreativa de Los Sauces. En cualquiera de las dos hay mesas y sillas ideales para hacer un picnic o relajarse antes o después del paseo.

Nosotros vamos a empezar a andar en Los Sauces. Allí dejamos el coche aparcado. La ruta es accesible con poco desnivel y dificultad baja, ideal para hacer con niños o con bebés en mochila.

Comenzamos a andar por un cauce seco rodeados de vegetación de adelfas, zarzas, rosas silvestres. Señalar que este cauce puede llevar agua en época de lluvias. El sendero asciende suavemente entre pinos y pinsapos hasta el Puerto Huarte y pasamos por el Cortijo del mismo nombre donde también tenemos una fuente.

El sendero se adentra en el espectacular pinsapar de Cubero donde podemos contemplar ejemplares muy viejos y retorcidos, y también pequeños pinsapitos que van regenerando el bosque. Desde esta senda, si tenemos fuerzas y el tiempo lo permite, podemos acercarnos a la Cueva del Agua o a Puerto Bellina. Hay muchas opciones de senderos en esta parte de la Sierra de las Nieves.

Recomendamos un buen GPS y estudiar la ruta lo máximo posible. Y por supuesto, si la vamos a hacer con bebés en mochila o niños siempre es recomendable haber hecho antes la ruta para ver que todo es accesible y que no presenta ningún peligro considerable.

En este bosque del pinsapar de Cubero se pueden ver muchas pequeñas aves cantoras como pinzones, herrerillos, carboneros, colirrojos, pito real, mirlos, acentores y alondras. Incluso si tenemos suerte podremos escuchar al pájaro carpintero. Las lagartijas que viven en estos lares seguro que también les encantan a los niños que pueden jugar a buscarlas.

También podemos jugar a reconocer árboles y plantas, o reconocer las diferentes partes del pinsapo (hojas, piñas, semillas...)